Olvidad todo lo que dije en el avance de la semana pasada. Alpha Protocol no es un juego que puedas valorar tras dos o tres horas de infiltrarte en una base enemiga y noquear guardias por la espalda. Alpha Protocol es un juego que te exige haberlo completado al menos dos veces para poder juzgarlo como se lo merece. Tal es mi caso.
Para los que no lo sepan, el Oregon Trail original es un juego con más de 20 años en el que nuestro único objetivo era seguir la ruta real de los peregrinos estadounidenses y llevar nuestra carreta con nuestra familia, sana y salva, desde el Río Misuri hasta Oregón. Cojonudo, estaréis pensando. ¡Qué divertido debe ser conducir una carreta tirada por bueyes con la agradable compañía de una familia virtual que no hace más que quejarse! Pues sí señores, es divertido. Y esta versión para iPhone y iPod Touch, más aún.
Tras demostrar su valía ante todo el Panteón Helénico, vamos a poner a Kratos ante un rival a su altura: Bayonetta, la brujita cachonda de Sega y Platinum Games. Dante, el aspirante por parte de EA ha abandonado la disputa a última hora argumentando problemas de salud. Vamos, que se ha cagado…
Nintendo decidió subirse al carro de las secuelas prematuras, de las continuaciones que aseguran dólares a mansalva y de la vagueza. Esto fue lo que pensamos mucho cuando recibimos el anuncio de Super Mario Galaxy 2, que a raíz de las primeras imágenes filtradas dejó entrever un estilo idéntico a su magistral predecesor. He decidido hacer caso omiso de cuanta información iba apareciendo y ponerle las manos encima sin ninguna idea preconcebida, y lo único que puedo decir antes de meterme con el análisis es: Mario es Amor.
Lo sé, dos análisis para iPhone en una semana. Soy un pesado y un cansino de cuidado. Que le voy a hacer, estoy enchochado con mi nuevo cacharro y me encanta demostrar mi hombría en el autobús. Y claro ¿qué mejor manera de presumir y reclamar mi estatus de macho alfa autobusero que matar zombis con la punta de los dedos?
Estoy hasta el prepucio de información sobre el Red Dead Redemption. Seguro que ya habrás leído un puñado de análisis y decenas de opiniones hablando sobre las bondades de este juego. Has leído comentarios técnicos sobre el gameplay, el engine gráfico y todas las novedades que aporta al género. Has visto una veintena de videos de Red Dead disparando, cabalgando, jugando a poker y plantando un toligo. Que si Red Dead por aquí, que si Red Dead por allá… que al final va a venir un sicario colombiano y te va a pegar un tiro y lo único que habrás hecho entoatuvida es jugar al Red Dead. Pues se acabó la saturación con el jueguecito, aquí traigo el análisis definitivo customizado para que os quedéis contentos y me dejéis de dar por culo con el Red Dead de los cojones. Venga ya hostia coño.
Los mundos del cine y de los videojuegos cada vez están más cerca. No sólo por la mejora creciente de los gráficos en los videojuegos, también por el uso y abuso de diseño por ordenador (gráficos al fin y al cabo) en las películas. Además, cada vez más podemos reconocer recursos de los videojuegos en las películas y viceversa. Por ello voy a hablar de God of War III como una Súper-Producción.
Sí señores, Andresito se compra un iPhone y El Pixel Ilustre comienza a hacer análisis de juegos para iPhone. Así funcionan las cosas por aquí. Lo próximo será comprarme una PSPGo para descubrir si realmente tiene juegos o es un mito. En cualquier caso, el primer análisis para la portatil de Apple no podía ser otro que el jueguecito protagonizado por el tejano más lolero de todos los tiempos. Y no porque me haga especial gracia, sino porque valía 80 céntimos y se pasa en una tarde.
A mediados de los años 70, el mundo de la música estaba dominado por la música Disco. La era del Rock, con bandas como Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath como abanderados había llegado a su fin. Afortunadamente, en Inglaterra apareció la New Wave of British Heavy Metal, liderada por bandas como Saxon, Judas Priest e Iron Maiden y dieron a entender que el Rock no estaba muerto, como querían hacernos creer. Al otro lado del atlántico, en Estados Unidos, una de las bandas que empezaron a marcar el resurgir del Rock tenía un nombre propio: Van Halen.
Amantes de lo arcade, apasionados de los shooters con sabor añejo, usuarios con espesa capa de polvo sobre vuestras Wii, putillas de lo futurista, el cyberpunk y lo post-apocalíptico, os convoco. Sin & Punishment 2 ya está en las tiendas. La segunda parte de aquel pepinaco de Treasure para Nintendo 64 ya se puede disfrutar desde la semana pasada para felicidad de todos aquellos que pensaban que nunca saldría del país del sol naciente. S&P2 es un regalazo para todos los yonkis de los high-scores y los obsesionados por mejorar una y otra vez sus puntuaciones personales, toda una arcade experience como mandan los cánones.
Vamos a empezar por lo obvio: El juego de Prison Break es uno de esos títulos que tendrían que haber salido hace unos años, exactamente con la segunda temporada de la serie de TV . En ese momento, hubiese lucido un aspecto técnico decente y nuestro frikismo schofieldiano hubiese corrido un tupido velo sobre el simplote y mediocre gameplay. Sin ser un gran juego habría triunfado. Dejando a un lado este EPIC FAIL del marketing, admito que no me gusta haceos perder el tiempo ni siquiera leyendo un análisis sobre el juego más jincho de lo que va de año, así que vamos a hablar sobre lo que esos 50€ (pvp recomendado del juego) que tanto os ha costado ganar pueden ofreceos.
Tiempo después de sacar un primeras impresiones, hoy os traigo el análisis del juego que cierra la trilogía creada por Pendulo Studios. ¿Mejora respecto a la segunda entrega? Dadlo por seguro ya que esto tampoco era demasiado complicado. Eso sí, tened en mente mi opinión respecto a este género puesto que…