Análisis: Invasión Zombie

Lo sé, dos análisis para iPhone en una semana. Soy un pesado y un cansino de cuidado. Que le voy a hacer, estoy enchochado con mi nuevo cacharro y me encanta demostrar mi hombría en el autobús. Y claro ¿qué mejor manera de presumir y reclamar mi estatus de macho alfa autobusero que matar zombis con la punta de los dedos?

Invasión Zombie consiste básicamente en eso: matar zombis a dedazos. Y pese a mi escepticismo inicial, resulta muy divertido. Los controles, que eran mi principal preocupación, cumplen su cometido perfectamente. Con el dedo izquierdo movemos a nuestro personaje hacia delante, hacia atrás y lateralmente; y con el dedo derecho miramos en cualquier dirección, apuntamos, disparamos, cogemos objetos, usamos botiquines, recargamos y cambiamos de arma. ¿Suena difícil? Pues no lo es. De hecho, si algo me ha sorprendido en este apartado es que los controles me han resultado bastante más precisos que los del juego de Chuck Norris, que es en dos dimensiones y solo tiene dos acciones (matar instantáneamente y ganar partida, ¡JA!).

Esa no es Lola, palabra

Controles aparte, el juego me ha recordado en todo momento a mis convulsas experiencias con Resident Evil 4 y 5. Títulos ambos, que como experiencias de acción descerebrada resultan muy sólidos, pero como representantes de un nombre respetable no. Por suerte, Invasión Zombie no carga en la espalda con el peso de una saga importante ni se toma demasiado en serio. En lugar de ello se limita a coger prestado todo aquello que hizo grande a la cuarta entrega de la saga Resident Evil y a reducirlo hasta encajar perfectamente en las entrañas de una pequeña videoconsola teléfono móvil. O de un iPod Touch, que para el caso lo mismo da que da lo mismo.

Es decir, que a lo largo del juego, además de encontrarnos con los típicos zombis «arrastraos» que nos persiguen pidiendo a gritos un tiro en la cara, nos las veremos con sujetos tan simpáticos y pintorescos como carniceros zombis, que nos lanzarán cuchillos; zombis hijo putas, que intentarán darnos pedradas (o botellazos) con una puntería acojonante; perros zombis, todo un clásico en el género; leones zombis, una auténtica vuelta de tuerca al perro zombi; cocodrilos zombis, otro habitual en estos juegos; zombis con metralletas, curiosamente con peor puntería que los apedreadores; zombis mutantes gigantes, también bastante comunes; y por supuesto los jefazos, muchísimo más grandes y feos que sus lacayos.

Leones zombi FTW

Como veis, el plantel de enemigos no es precisamente el de un juego que se lo toma muy en serio. De hecho, me atrevería a decir que entre los dos personajes protagonistas, estereotipados hasta las cejas; y la historia, a la que poner la etiqueta de serie B sería un regalo, Invasión Zombie es más una parodia del género que otra cosa. Esto queda perfectamente reflejado en el divertidísimo modo supervivencia, una especie de «modo mercenarios» en el que podremos pasar olímpicamente de cualquier elemento narrativo y centrarnos en matar zombis, que es de lo que se trata el juego. Además, en estos maratones de disparos y muertos vivientes, podremos conseguir bastantes logros. Algo que, aunque sea una tontería, nunca está de más.

En definitiva, Invasión Zombie es un buen juego de acción con una aventura de algo más de cuatro horas, que incluye un modo de juego (el supervivencia) ideal para los viajes en autobús, y que cuesta cuatro euros. Decidir si merece la pena o no ya es cosa tuya. Yo de mientras me voy a seguir sacando logros.