Si hay un género del que el mundo indie ya se ha adueñado casi por completo es el de plataformas. Hay tantos y de tantos tipos que uno se pierde en un mar de videojuegos con el salto como mecánica fundamental. En base a ello, los desarrolladores independientes se han especializado en títulos donde suelen haber pinchos en vez de los habituales enemigos a los que Nintendo nos enseñó a saltar encima para eliminarlos. Y sí, juegos donde mediante el salto hay que superar obstáculos hemos visto a gritones pero Dolly es especial.
