Es ley de vida por mucho que nos duela el asistir cada un determinado número de años a la muerte, por así llamarlo, de nuestra consola. Aunque el término de fin de ciclo o fin de generación es subjetivo para los usuarios, ya que al fin y al cabo son los que eligen si quieren dar el salto o no. Lo cierto es que la mayoría de las veces no nos da tiempo de probar todos los títulos interesantes que surgen durante una generación, motivo por el cual no corre prisa por apresurarse a gastar el dinero en algo que seguramente bajará sustancialmente de precio después de un año, y con suerte, presentará un modelo más pequeño y fiable.