
Una vez hemos ejercido de exterminador de roedores, es hora de pasar al siguiente nivel. Nuestro personaje ya irá equipado seguramente con una cota de malla y una espada larga o ya podrá hacer más de tres conjuros distintos si lo nuestro es la hechicería. El próximo objetivo es una caverna, o el sótano de un templo en ruinas, una mina de enanos abandonada o un oscuro bosque lleno de peligros. No tardaremos en ver plateadas redes que apuntan hacia nuestro próximo y tópico enemigo: las arañas gigantes.
