Desde que Anita Sarkeesian empezara su serie de vídeos Feminist Frequency ha llovido mucho. Convenciones que muchos dábamos por "normales" han sido puestas en duda —y con razón— mientras el sector más rancio de los videojuegos ponía el grito en el cielo bajo el, en su mayoría, deplorable #GamerGate. Yo no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que Anita afirma en sus vídeos pero ha señalado un problema que muchos no veíamos, yo incluido, y ha abierto un debate fundamental y necesario: el papel del rol...
