Hers, not yours

Her Story

Escrito por en Análisis - 30 junio, 2015

Estamos acostumbrados a que los videojuegos nos hagan creer que somos los protagonistas indiscutibles de la película, los ‘elegidos’ por decreto. Da igual tener en la pantalla a un señor dando tiros con un fusil de la Segunda Guerra Mundial, que a un pirata soltando cuchilladas a diestro y siniestro, el protagonista siempre eres tú. Tú, videojugador, capaz de usar el mismo mando para salvar la galaxia y ganar la Champions League, eres el objetivo de todos los focos. Y eso está muy bien. Pero también está muy bien lo que plantea Her Story, que consiste básicamente en despojar al jugador del papel protagonista dentro de la función, para otorgarle un rol completamente secundario.

El rol protagonista en Her Story recae sobre la mujer a la que no dejaremos de ver a lo largo de más de un centenar de vídeos (la mayoría de pocos segundos). Será ella quien vaya contando poco a poco, pieza a pieza, una historia que el jugador debe ordenar en su cabeza, preferiblemente con ayuda de una libreta. Sí, una libreta de verdad. También vale un folio en blanco. En realidad con tener a mano algo que escriba y nos permita refrescar la memoria de vez en cuando es suficiente. Por supuesto esto es totalmente opcional y accesorio, pero resulta muy útil si cuando empiecen a rodar los títulos de crédito queremos tenerlo todo bien clarito. Porque esa es otra, Her Story puede terminar prácticamente cuando queramos. Y es muy probable que, sin necesidad de haber puesto todas las piezas del puzle sobre el tapete, veamos claro el dibujo.

Her story

La interfaz de Her Story ayuda muchísimo a que el jugador se introduzca de lleno dentro del contexto del juego. Estamos viendo antiguas grabaciones policiales utilizando un terminal viejuno, con un sistema operativo obviamente desfasado. Aquí es precisamente donde entra en juego lo más parecido a una mecánica que encontramos dentro de Her Story. Y está resuelto de una manera muy inteligente. Sin instrucciones ni tutoriales ajenos a la propia interfaz del videojuego, comprenderemos a la perfección cómo funciona la base de datos que tenemos delante y cómo debemos utilizarla. El resultado es que desde el primer minuto el jugador se convierte en esa persona que está revisando vídeos antiguos sobre un caso cerrado hace muchos años. El jugador pasa a ser parte del puzle.

Normalmente me extiendo bastante más cuando escribo (o hablo) sobre un videojuego, pero no me parece de recibo hacerlo con Her Story. Se trata de uno de esos títulos que se disfruta más cuanto menos sabes. Y desde luego no seré yo el que prive de diversión a nadie. Por eso me limito a recomendarlo. A recomendarlo encarecidamente porque es un auténtico soplo de aire fresco dentro del catálogo de Steam, porque es un videojuego que intenta cosas nuevas, y porque la historia que cuenta esta mujer merece ser escuchada.

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