
Poneos en la siguiente situación: estáis solos en casa y tenéis unas cuantas horas por delante para hacer lo que os dé la gana sin que nadie os moleste, os sentáis cómodamente frente al ordenador, enchufáis una buena película porno con el lujo añadido de poner el sonido bien alto, os bajáis los pantalones a la altura de las rodillas, os sacáis el rabo, lo agarráis con fuerza y comenzáis a haceros una buena paja. Con tranquilidad, disfrutando el momento, saboreando cada detalle del vídeo en cuestión. Tras un buen rato, cuando parece que todo está visto para sentencia ¡ZAS! escucháis la puerta, quitáis el vídeo, os subís los pantalones y rápidamente hacéis como si estuvieseis trabajando en cualquier cosa súper importante, disimulando como auténticos campeones. Por desgracia el cuerpo se te queda hecho una puta mierda, porque pese a que te lo has pasado muy bien durante ese rato que has estado viendo y escuchando un porno maravilloso, al final no has obtenido recompensa alguna. Superbrothers: Sword & Sworcery EP es esto.