Cuanto antes lo admitamos mejor… Los videojuegos “de calidad”, tal como pasa con la música “de calidad”, el cine “de calidad” o la literatura “de calidad” ya son cosa de minorías. Desde el momento que casi todo el mundo tiene una plataforma para jugar en casa o en su bolsillo, sea la Wii, el iPhone o el facebook, y los videojuegos han pasado a ser algo habitual para todos, nos toca agachar la cabeza y reconocer que los miles de blogs sobre videojuegos no sirven de casi nada.
