Y como siempre, Marbú la última. Normalmente las prisas no son buenas según mi filosofía de vida, pero cuando se trata de hacer premoniciones, pues oye, como que está bien eso de hacerlas ANTES de que ocurran, que si no luego la gente no te toma en serio ^^U. Así que sin más dilación, vamos con el material videojueguil que Marbú espera con más ansia…
Como la paz mundial es un deseo bastante difícil de cumplir y los gimnasios están muy caros como para puntarse, este año en El Pixel Ilustre hemos decidido limitarnos a pedir juegos y tumbarnos a esperar.
En esta primera edición de «Lo que esperamos de 2010», Hatedpig, Andresito y John Fucking Carca os traen sus cálidos ruegos y bellas esperanzas. Disfruten de los textos.
Evitar que las bolas caigan, meterla hasta el fondo por el canalillo iluminado, darle fuerte hasta que estallen los fuegos artificiales y vuelta a empezar. Todo muy freudiano. En fin que, como dirían los futbolistas si se dedicasen a esto, pinball es pinball. O lo era hasta que apareció Zen Pinball (también llamado Pinball F/X), en mi opinión uno de los títulos más relevantes de la generación futura pasada. Tras el salto os explico los porqués.
Con la llegada de la generación de 32 Bits (PlayStation, Sega Saturn, Nintendo 64, etc.) los juegos sufrieron un cambio drástico: de los bellos y coloridos sprites pasamos a manejar muñegotes y vehículos triangulados que se movían en un bello y poligonal mundo lleno de texturas horrendas, pero, eso sí, en tres dimensiones.
Las sagas de videojuegos tuvieron que adaptarse a esta tercera dimensión. Pocas lo consiguieron, muchas murieron en el intento y otras no levantan cabeza desde entonces.
Os describimos algunos ejemplos tras el salto