Anda el panorama revuelto con el tal GamerGate. Como nuestro frenético ritmo de publicación indica, los redactores ilustres andamos un poco alejados de la rabiosa actualidad del mundillo, pero aún así nos han llegado ecos de la polémica. Ahora los juegos no importan, lo que importa es la gente que los hace y que habla sobre ellos. Como en el Salvame Deluxe. Ahora denominarse gamer es casi ser un troglodita y las discusiones sobre machismo y feminismo son el PS3 VS XBox del pasado. Y discusiones como éstas pueden...
