Siempre vuelvo a ti

Intenso, como el primer café caliente de la mañana, pero rancio, como si ese café fuera recalentado de ayer. Así eres para mí. Después de tanto tiempo olvidándote, conociendo cosas nuevas y maravillosas, vuelves a presentarte como si fuera el primer día. Sé que me engañas, nos engañas, que no todo es como parece por fuera, que prometes que esta vez serás distinta y al final todo es como siempre. Pero bendito como siempre. Haces como nadie el como siempre. Nintendo, como siempre, vuelvo a ti.

La última vez que estuvimos juntos fue la última vez que me engañaste. Yo me hice ilusiones al pensar que me ibas a dar una experiencia distinta, algo nuevo. No eras la más guapa, desde luego, pero me convenciste diciendo que responderías al movimiento de mi cuerpo. Y después del desenfreno inicial, nada. No respondías como yo había imaginado y la mitad de las cosas nuevas que me ofrecías, no merecían la pena. Entonces pasaste a ser manoseada por gente que no te apreciaba. Niños, viejos, da igual, todo el mundo quería tocarte. Eras tan fácil que todo el mundo SABÍA tocarte. Te abandoné porque no quería compartirte, no con esos. Pero súbitamente, asomaste de nuevo con lo de siempre. Tus Marios, tus Zeldas y todo eso que me haces como nadie. Y volví a caer.

Ahora eres más difícil de explicarte. Aunque ya no te mueves al compás, ahora te dejas tocar, igual de fácil que antes, alegas, pero sabes que no es cierto. Al menos esos viejos y esos niños ya no te entienden. No entienden ni que seas algo nuevo, porque los que te usaron más de 3 meses se han pasado el tiempo comprándote accesorios. Eso es lo que creen que eres: Un accesorio de tu yo anterior que ya no usan y ahora ni siquiera entienden. Dependes mi, otra vez, pero ya no me dejo engañar.

Quiero que me des lo que sabes hacer, eso que me hace vibrar, llámalo lo de siempre, pero es lo que necesito. Y no lo veo. No está ahí. Tengo que volver a ti con la promesa de que me darás tu magia, pero por ahora sólo me ofreces la misma rutina que me ofrecen los demás y más tarde. ¿Dónde están tus grandes franquicias? ¿Dónde tus grandes aventuras? Promises, promises.

Además, dicen que pronto vendrán nuevas chicas a la ciudad. Jóvenes espectaculares que sustituirán a sus hermanas mayores. No sé si serán distintas, pero tengo expectativas y eso me distrae de ti. Aunque no hagan nada nuevo, al menos tendrán las tetas más grandes, eso seguro. Serán caprichos caros, pero tú también lo eres ahora. Eres más cara que nunca y me ofreces menos que siempre, no sé porqué debería volver contigo.

Me pones un caramelo, un caramelo que ya comí hace 10 años y que ahora limpias el polvo y me ofreces como algo nuevo. Igual que hiciste hace 10 años con el caramelo de hace 20. ¿Tendré que esperar otros 10 para que me ofrezcas lo que quiero ahora? Tengo que desintoxicarme de ti porque no me haces progresar, me enquistas, me atrapas y me dañas. Siempre es igual. Y ese es el problema, que siempre sabe a gloria. Por eso siempre vuelvo a ti.