
Ah… la era de los 16 bits. Recuerdos de una época donde nos alejábamos de los chirridos de las Ataris y la escasez de colores de los sistemas de 8 bits. Es curioso que cuando se recuerda esta época, la mía, la de mi “supeh nontiendo” es mejor que tu “megadrai”, a la hora de recordar aventuras épicas siempre aparecen los mismos nombres de videojuegos de rol. Imagino que debido a los gráficos de por aquel entonces no se podía concebir que un juego dejara una impronta emocional si no era con una historia muy elaborada, diálogos y horas y horas de juego.