Los verdaderos héroes. O no.

El Porras y el Cuchillas

Escrito por en Artículos - 23 mayo, 2013

Pueden parecer los motes de dos yonkis de tu barrio. De esos que beben en plena calle esas latas de Mahou clásica de 50cl en un banco del parque más cercano de tu casa. Aunque puede haber cierto paralelismo, el Porras y el Cuchillas de los que hablo son sólo dos esbirros que soñaron un día con estar en un bando ganador. Un bando liderado por un tipo con un hacha dorada y mágica que sometería al resto de la humanidad. Para su desgracia, desconocían su auténtica función y la realidad les pasó por encima con una somanta de hostias a las primeras de cambio. Mueren casi sin que nos demos cuenta pero sin ellos el mundo del videojuego sería totalmente distinto. Hoy toca homenajear a esos héroes de las causas perdidas: los sparrings.

Ese modelo de enemigo que se nos pone una y otra vez delante y lo único que sabe hacer es morir sin apenas molestarte. Y es que lo de matar a troche y moche en el mundo de los videojuegos siempre ha sido algo tan normal como los enemigos finales gigantes o como cagar sin apoyar el culo en el WC de un bar. Algo tan común que sabes que ocurre pero no se habla de ello: se da por hecho. Como los sparrings. Tanto es así que una vez te paras a pensar no solo te das cuenta de su existencia en plan sorpresa como Ned Stark haciendo de Ulises en Troya, sino que incluso están por todas partes como Paco Marhuenda o Miguel Ángel Revilla. Ya no sé qué canal de la TV o de la Xbox One poner para no verles.

sparringsarecomingSean Bean también está ahora en todas partes. Veo alguna peli guarrera y ahi está, muriendo. No quería nombrarle dos veces en la misma frase… Sparrings are coming.

Entonces, si es algo tan normal ¿porqué usar como estandarte al Porras y al Cuchillas del Golden Axe II y no, yo que sé, el hongo chungo del Mario Bros? Por mi género de videojuegos favorito: los beat’em up noventeros. Genero estandarte del sparring en su máximo esplendor. Desde el primer minuto hasta el último te lo pasas dando de hostias a sparrings cuya única función es intentar hacer algo de desgaste antes de enfrentarte con tipos más fuertes o enemigos finales de nivel. Incluso a veces acompañan a esos jefazos que al morir, mueren también ellos. Más o menos como lo de que se pire Mourinho, que se va también Karanka en plan oferta loca del Groupon. Están hasta en el cuartel general enemigo. Que también te paras a pensar y te preguntas qué tipo de retraso mental tiene un malvado ser que quiere dominar el mundo teniendo en su base al Porras y al Cuchillas. Pues un ser que les cambia de color la ropa para que parezca la cosa mas jodida cuando no lo es. Qué injusta es la vida con estos hombres…

punkisV.Signal, Y.Signal ,R.Signal ,G.Signal ,P.Signal y B.Signal, los punkis del United of Colors Benetton USA en Srteet of Rage 2. Distinto nombre, color, resistencia a golpes pero misma aceptación de hostias.

Siempre que haya muerte, ahí están. No es necesario que sea del genero beat’em up para reconocerles. El juego a nada que sea plataformero tiene a sus paquetes. Desde el camaleón cutre de El Rey León hasta el ya mencionado hongo chungo del Mario Bros. No deja de ser otro sparring, a veces colocado de manera muy hija de puta, pero sparring al fin y al cabo. Y es que en los juegos noventeros no queda la cosa. Los guardias del Assassin’s Creed son la vergüenza de los sparring videojueguiles, en especial en La Hermandad donde morir era su especialidad. Vale que Ezio sea un asesino del copón bendito pero entre que te puedes cargar a siete sin pestañear y la carencia de enemigos finales de verdad, el juego es una masacre de guardias gratuito y de calidad. Suspiro cada vez que recuerdo en el Uncharted a esos malos que estando a cubierto deciden salir y darte la espalda para que les cosas a balazos. Literalmente porque pese a todo requieren ochenta balas para morir. Ellos sí que son los auténticos héroes y no Nathan Drake.

UnchartrollingEntre enemigo que te mata sin verte, y enemigo que te resiste 80192870 balazos siempre te salen algunos que piden a gritos que les mates.

Héroes que dan la vida por ti, para tu disfrute o para tu victoria… como pasa en los RPG. Matar sparrings es el objetivo principal en varios puntos de la aventura para levelear a tus personajes y poder matar a ese monstruo que tanto te jode. Ya puedes liarte a dar de hostias a lo que pilles en El Templo de los Ancianos para derrotar a la maldita puerta esa de 10.000 de vida, o a Ruta_1_(RAAm)extinguir a todos los Pidgeys de nivel 2 en la Ruta 1 para vencer al Onix a base de arañazos o ascuas. Ellos están ahí, para ti, listos para ser apaleados cual representante español en Eurovisión. Confiesa que hasta los has llegado a eliminar sin ni si quiera mirar a la pantalla, basándote en el sonido del combate y dando continuamente «aceptar» hasta escuchar la melodía de la victoria.

Y todo esto sin mencionar al tipo de sparring mas vejado de la historia: el primer enemigo de cada videojuego. Salvo en contadas ocasiones, ser el primero en palmarla es de lo más triste. Piensa que tu, ahí, sin saberte los controles, toqueteando, te lo has cepillado a lo Brazzers, sin amor alguno. El primer yonki del Final Fight o ese primer guardia del Metal Gear Solid, antes de subir al ascensor, al que le cogías y le hacías el «uhg-ugh-ugh-ugh CRUNCH» para partirle el cuello. Y eso era antes, que ahora el primero te lo ponen mas a huevo con un tutorial que te dice «pulsa A para matarle». Hasta te lo ponen en «pausa» y si no pulsas el botón correcto para clavarle la espada de manera mortal, o el disparo en el lugar justo como en Sleeping Dogs y su tutorial de armas, la historia no sigue.

FF7A los guardias de Shin-ra que te encuentras nada más comenzar Final Fantasy VII les maté sin saber tan siquiera que había que esperar a que se llenase la barrita del turno para atacar.

Héroes, sí, héroes todos. Cuando no están les echas en falta. Se hace raro no ir del punto A al punto B sin cepillarte a nadie ni extinguir ninguna especie de Pokémon. Quizás es lo que hace tan especial a Shadow of the Colossus. Por eso, termino este artículo que les homenajea recordándolos con un vídeo conmemorativo de un minuto… o dos, de silencio por todos esos sparrings caídos que han dado la vida por nosotros. El Cuchillas y el Porras lo merecen. Al fin y al cabo, sólo escogieron el bando equivocado.

Raciones de Epildoritas #105

Resultados del Ludum Dare 26