Gauntlet estaría orgulloso de ti, hijo

Análisis: Hammerwatch

Escrito por en Análisis - 23 noviembre, 2013

Replantear una vieja fórmula de éxito y adaptarla a los tiempos que corren solo está al alcance de unos pocos como King Africa o Luis Cobos, pero en el campo del ocio electrónico estamos hartos de ver cómo se mancillan nuestros recuerdos. Gauntlet está en ese pedestal, incorrupto por muchos años que pasen y sin un claro referente que coja el testigo. Al menos hasta que de las entrañas de Steam Greenlight ha surgido Hammerwatch, una oda al buen gusto, a las mecánicas añejas de los arcades primigenios y al “un looteo más, una paja y a dormir” que tanto urge entre los fans del HeroQuest y los libritos de Elige tu propia Aventura.

Uno cuando se pone frente al enésimo jueguecillo de gráficos intencionadamente pixelados que representan mazmorras plagadas de bichos va con la idea preconcebida de que la cosa no va a sorprender. En este caso, y tras elegir a uno de los monigotes catalogados dentro del abanico de oficios propios del rol más espartano se da cuenta que la cosa es diferente. No hay submenús de enrevesadas estadísticas, ni siquiera una soporífera entradilla en la que un señor que peina canas nos advierte de los peligros de la mazmorra que vamos a recorrer. Simplemente empezamos a matar bichos, a descender niveles, y cuando miras la hora el pollo se ha churruscado en el horno y se te ha acabado el tabaco. Ya me entienden.

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Aunque esté muy de moda y a priori pueda parecerlo, no hay generación aleatoria de escenarios. Son 12 niveles interconectados englobados en 4 capítulos con distintas ambientaciones que son apuntillados con un boss bien hermoso que tras eliminarlo impide el paso a cada bloque de zonas anteriores. Echando cuentas, casi se puede tardar una hora en limpiar cada uno de los escenarios entre que escudriñamos hasta el último barrilete y revisamos todas las paredes en busca de pasadizos secretos. Pero no piensen en recios y enrevesados sistemas de juego. La cosa va de matar y esquivar hasta rozar una estampa más propa de un matamarcianos. Si acaso, con todo ese dinero que lujuriosamente saqueamos podemos comprar pequeñas mejoras para aumentar el daño de nuestro arma o potenciar los combos que podemos realizar al eliminar cadenas de enemigos.

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Los generadores de enemigos están ahí, junto con las llaves de colores para abrir puertas y las triquiñuelas a la hora de colocarnos tras una esquina para acabar con un chorro de enemigos de forma secuencial sin que nos arrinconen. Ahora súmenle a esta fórmula tan familiar la posibilidad de jugar hasta cuatro aventureros simultáneamente y no me digan que no les empieza a picar la gusana. Quizás es cosa de la edad, de querer buscar experiencias despreocupadas que no necesiten estudiar un master y realizar cálculos de redes bayesianas para sacarle todo el jugo al tema. Yo quería una cosita rápida y si te he visto no me acuerdo, aunque al final he acabado presentándole a mis padres. Eso ya ha sido problema mío, pero puedo dejarlo cuando quiera. EN SERIO.

Y tras las subjetividades, unos cuantos datos de importancia. Aunque se puede conseguir con clave de Steam, Hammerwatch no está integrado al sistema de invitación a partidas de la plataforma, por lo que hay que hacerlo «a mano». Es más que posible que no funcione en condiciones el buscador de partidas interno, por lo que para conseguirlo, el jugador que ejerza de Host debe abrir el puerto 9995 en el router y ponerse de acuerdo con el resto. La mejor forma de evitar engorros es jugando a través de Hamachi y darle nuestra IP virtual asignada a los demás participantes para que la introduzcan al unirse. Aún así, siempre es posible, a colación de tanta concesión al videojuego clásico, jugar todos desde un mismo ordenador bien apretaditos.

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El otro gran handicap es la casi imperante necesidad de utilizar un gamepad en vez del teclado dada la constante necesidad de estar haciendo «strafe» con el monigote para movernos mientras encaramos una dirección concreta. Aún así, todo es acostumbrarse. ¿Pero entonces no tienen un pad de 360 con cable? Háganse un favor y ganen en calidad de vida.

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No sé si será por la simpleza conceptual de la que les hablo, por el inevitable atractivo que desprenden los gráficos o por su embriagadora banda sonora con regusto a Michiru Yamane (que pueden descargar de forma gratuita en los foros oficiales del juego). El caso es que Hammerwatch es una bonita experiencia que puede expandirse hasta donde queramos. Junto al juego se incluye un completo editor de niveles con su propio lenguajillo de scripting, cuya flexibilidad queda demostrada en los dos modos de juego adicionales que se incluyen como extra en el juego: una especie de tower defense en el que tenemos que derrotar oleadas de enemigos y un puñetero modo supervivencia que me trae por la calle de la amargura. La comunidad ya ha empezado a ponerse las pilas con cosas como este generador aleatorio de campañas o escenarios para combatir en modo PvP.

NOTA: El juego puede conseguirse por poco más de 4 euritos en la Humble Store, donde está de oferta hasta el lunes con una bonita clave de Steam bajo el brazo. Cómprenlo y regálenlo a sus seres queridos, qué se yo.

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