El estancamiento de los juegos de fútbol

Escrito por en Artículos - 20 abril, 2010

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Lejos quedan los tiempos de sana competencia, en los que las compañías hacían apuestas que nada tenían que ver entre sí. Se fueron sucediendo los años y a medida que pasábamos de generación aparecía un nuevo referente en el que los demás debían mirarse. Poco a poco se fue trabajando para lograr el simulador más real, el más jugable, el más vistoso… ¿y ahora qué?.

La época dorada

Eran tiempos de pocas exigencias. Bastaba con que nuestro sistema casero nos reprodujera un rectángulo similar a un campo de fútbol, donde los píxeles recorrían la cancha cual pollos descabezados. Con un botón nos bastaba para empujar el esférico (o cuadrado en este caso) hasta el fondo de la red. Hablo del mítico International Soccer de Atari 2600, que en 1982 encandiló a todos los palilleros de la época. Se sucedieron los años y los simuladores iban mejorando. Desde el mítico Soccer de NES a truñacos portátiles como el Soccer Boy o el Kick Off de Game Boy. Estuvieron lloviendo como churros hasta que en los 16 bits empezaron a aparecer propuestas más serias. Se evolucionó desde cosas como el World Cup Italia 90 o el Super Soccer hasta auténticas maravillas como el primer FIFA, el Sensible Soccer o el International Superstar Soccer, juego con el que Konami, casi sin quererlo, estableció los patrones de lo que serían los juegos de fútbol en el futuro.

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Regalan pipas en la banda izquierda

Al contrario que hoy, donde nos encontramos en un triste oligopolio, eran muchas las compañías que se atrevieron a presentar al mundo sus propuestas, y creedme, habían muchas cosas interesantes. Lo mejor de todo es que la idea de lo que debía ser un simulador difería colosalmente entre ellas, y gracias a eso el consumidor tenía a mano un amplio abanico de juegos con sustanciales diferencias entre sí. Poco a poco se fueron mejorando gráficos y jugabilidad, surgieron los equipos reales, la edición de nombres, la personalización de torneos o el modo para cuatro jugadores. Se alcanzó un nivel casi insuperable cuando en los últimos coletazos de vida de las consolas de SEGA y Nintendo surgió el anteriormente citado International Superstar Soccer, y el mundo se llevo las manos a la cabeza. La hasta entonces destacada y acomodada saga FIFA perdió el trono. Sensible Soccer ya no era el único título con jugadas de otro planeta, y el resto de compañías decidieron directamente bajarse del carro.

Aparición de las 3D y establecimiento de un patrón

Los sistemas de 32 y 64 bits eran el útero ideal en el que gestar nuevas ideas y trasladarlas a los simuladores de fútbol. Como aún sucede hoy en día, las desarrolladoras pensaban que los gráficos lo eran todo, por lo que la evolución natural de estos juegos debía pasar por la revolución a nivel visual. Nacieron los juegos de fútbol en 3D. Aquellos colosales Victory Goal o World Wide Soccer de SEGA Saturn nos dejaron erectos durante muchísimo tiempo. Pero el no va más de la satisfacción futbolera llegó cuando Konami decidió adaptar su famoso ISS a las consolas de esa generación. ISS 64 y ISS Pro de PSX eran unos juegazos mayúsculos. No sólo se había creado un apartado gráfico sensacional, con unas animaciones reales y un ritmo de partido coherente, sino que además la jugabilidad se había mejorado sustancialmente. Los abueletes de los actuales Pro Evolution Soccer habían allanado el camino, apartando de la carretera a las pocas compañías que aún tenían ánimos para seguir publicando juegos.

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Sábado por la mañana jugando al ISS 64 = infancia bonita

EA seguía inmersa en su letargo, entrega tras entrega, su saga creada en el 94 simplemente iba mejorando gráficamente, actualizando plantillas y ofreciendo nuevos modos de juego. Jugablemente poco tenía que hacer contra la competencia. Había que ponerse las pilas, pero Konami iba tres pasos por delante, y no iba a ser fácil alcanzarla.

¿Nos echamos un Pro Evo?

Pro Evolution Soccer fue el claro vencedor durante la anterior generación. Unas primeras entregas de sobresaliente que a pesar de algún altibajo siempre conseguían aportar cosas nuevas a la jugabilidad, y de paso ir puliendo el aspecto gráfico hasta un punto ya casi inmejorable. Eran tiempos de millonarias ganancias. Jugar a un juego de fútbol era sinónimo de echarse un Pro. Reunirse con los colegas y jugar unos partidos al rey de los simuladores se convirtió en un rito. EA seguía a lo suyo, y lo cierto es que no le quedaba otro remedio que acercarse sigilosamente en cuanto concepto al producto de la competencia. Poca era la gente que apostaba por comprar un FIFA antes que un Pro, y aunque había fanboys incondicionales de la saga de EA, objetivamente hablando poco tenía que hacer contra su rival.

Pro Evolution Soccer 3

Quillo, baja pa mi casa a echarnos un Pro

Se habían asentado las 3D, unas bases marcadas en el control que se mantenía prácticamente intacto año tras año y un sistema de juego característico, dando rienda suelta a la imaginación del jugador, sin restricciones jugables ni brusquedades. Todo era bonito hasta que la propia Konami fue dejándose ir, hasta caer víctima de su estatus de favorita y pecar con unas últimas entregas bastante mejorables.

¿Y ahora qué?

Y al presente llegamos. Dos compañías son las únicas que ofrecen simuladores de fútbol, acomodadas en su posición de punteras en el sector. Konami ha tenido ligeros traspiés con sus últimos juegos, donde parece que además de no evolucionar, su apuesta incluso empeora. Por otro lado EA se ha puesto las pilas. Ciertamente, los FIFA han ido superándose año tras año, y aunque han adoptando un espíritu jugable similar al de los Pro Evolution, hay que reconocerles el trabajo que a día de hoy coloca a su representante por encima por primera vez en muchos años.

No cabe duda de que los simuladores del deporte rey han alcanzado un nivel bastante espectacular. Tanto los movimientos como el nivel de detalle visual de jugadores y elementos del partido están muy pulidos. En cuestión de modos de juegos y posibilidades ya poco se puede inventar, y los controles parecen haberse quedado anclados en lo propuesto por Konami en la anterior generación. Así están las cosas, y ni idea de cómo serán los juegos del futuro.

Algunos experimentos como los PES de Wii ponen sobre la mesa una mecánica de control brutalmente distinta a lo que ya estamos acostumbrados. Ha recibido elogios por parte de muchos, pero también es cierto que para todos los que ya estamos acostumbrados a una forma de jugar, resulta un tanto extraña, y se hace cuanto menos engorroso. Es verdad que después de unas horas se convierte en nueva manera de jugar bastante novedosa e intuitiva, pero no es lo mismo en mi opinión.

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Futbolecciones con Jorge Valdano

Llegará la siguiente generación, y a buen seguro seguirán siendo dos las compañías que monopolicen el género. No es fácil adentrarse en un mercado donde tus rivales tienen años de experiencia, y donde los gastos de desarrollo no son precisamente cortos si quieres ofrecer una experiencia tanto realista como atractiva

¿Quién sabe? A lo mejor nos ataremos el Move de Sony al pie, o nos pondremos a dar patadas al aire con el Natal, pero no se yo si eso será suficiente para sacar de su estancamiento a un género que año tras año da la sensación de ofrecer lo mismo. Gastarse 50 pavos todos los años por lo de siempre, pero con equipos actualizados y unas cuantas pijaditas que poco añaden a lo anterior, ya no mola. Quizás seamos los mismos consumidores los que nos hayamos estancado. Es posible, como el caso de Wii, que si nos sacan de los patrones marcados retornemos de nuevo a los de siempre, y esto es algo de lo que se seguirán aprovechando tanto EA como Konami.

Particularmente me encantaría ver otras compañías arriesgarse y mirar a la cara a las de siempre. Tampoco sería mala idea que estos juegos se diesen la mano con los simuladores de gestión, y que aparte de las nuevas posibilidades de hacer fichajes y demás, se añadiese una profundidad mayor a la hora de organizar y administrar los aspectos internos del club. A nivel jugable, tampoco estaría mal que los porteros fuesen por fin personas normales, y no esos cantamañanas capaces de lo mejor o lo peor. ¿Y por ejemplo un MMOSG? Un juego que soporte online a 22 participantes, donde cada uno maneje un jugador. Este experimento ya lo vimos en el Libero Grande de PSX, juego de Namco donde el manejo se centraba en un solo futbolista. Puede que esto sólo sean paridas, pero de lo que no me cabe duda es de que se necesita algo nuevo y fresco, algo que motive a mucha gente a volver a comprar un juego de fútbol, porque creedme, somos muchos los que hace bastantes años que no nos gastamos un duro en ellos.

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Dios bendiga los editores

Mientras se sigan vendiendo como churros y tanto compañías como jugadores sigamos acomodados pocas serán las innovaciones. ¿Cómo os gustaría que fuesen los simuladores del futuro?, ¿Qué mejoraríais de los actuales?, ¿Ganará el Madrid la liga?.

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