Análisis: Pro Evolution Soccer 2013

Escrito por en Análisis - 21 enero, 2013

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Como iba diciendo… La mala conciencia me duró un par de partidos, lo justo para comprobar que este PES es opio deluxe para mitómanos de los magos del balón. Esa droja que necesita mi monstruoso fan fatale interior y no encontraba desde tiempos remotos. A simple vista puede parecer una versión punto cero de las anteriores; pero no hace falta hilar demasiado fino para darse cuenta de las enormes diferencias (sic) que existen entre este 13 y sus paupérrimos predecesores. Puede sonar a chiste de pésimo gusto, pero no lo es. ¿Por qué? La respuesta es fácil: engancha. Engancha a saco, lo mejora casi todo (más abajo detallaré ese casi) y nos devuelve aquella añeja sensación de estar ante un título deportivo que simula sin perder su esencia de videojuego. A continuación los detalles. En plan retahíla de libro. Muy poco ilustre, lo sé; pero estoy enamorado y cuando uno se encuentra en ese estado hace y dice tonterías. Interpreten esto último como les venga en gana.

Desde la primera entrega de la actual generación hasta la presente se ha hablado mucho sobre el motor gráfico de PES. Que si es anquilosado, robótico, vetusto y toda clase de adjetivos chungos. Sí, sigue siendo el visto en las máquinas de 128 bits, pero multi parcheado. ¿Y qué? El principal problema de todas estas versiones ha residido en su jugabilidad; ya sea por la pobre respuesta del pad, unas animaciones demasiado chusqueras o porque la IA de la CPU tenía más mala hostia que Hal 9000. PES 2013, aparte de subsanar muchos de estos errores, exprime ese mismo motor de una forma muy apañada. Las carreras en solitario de los jugadores siguen siendo lamentables, ofreciendo la sensación de estar empujando un balón medicinal; pero en general se puede hablar por fin de una transición de animaciones fluida y más que correcta. Prueba de ello son las voleas y chilenas (ya no pegan esos latigazos vistos en el 2012), los giros de 180 grados, croquetas rollo Laudrup y demás pijadas. Por otro lado, cabe mencionar el buen trabajo en el modelado de los cuerpos de los futbolistas. Teniendo en cuenta que se trata de un juego con una carga poligonal ínfima que cualquier PC decente, Xbox360 o PS3 mueven con la punta del cipote, se puede afirmar que la optimización del motor es muy superior a la vista en los FIFAs de EA -cuyos modelajes corporales son idénticos; ya sea Hulk o Iniesta, todos tienen unos brazos y cuellos dignos de Jason Statham. Por no hablar de las colisiones tipo Twister). Resumiendo: el motor sigue siendo mierder y contiene más parches que el chandal de un niño de ocho años, como siempre; pero a la hora de la verdad se muestra lo suficientemente ágil como para convencer a los hamantes del Pro de toda la vida. Esta vez sí.

twister

Motor de colisiones de FIFA 13

Más cosas. Los porteros ya no cantan como Pavarotti y la IA -amiga y enemiga- ha mejorado una brutalidad. Al fin se han tapado las autopistas en las bandas. Es más, las defensas basculan que da gusto -de lo mejor que he visto en este subgénero- y, para superarlas, tendremos que recordar y poner en práctica más que nunca la frase I pass the ball, I kept the ball que hizo famosa el ahora bávaro Pep Guardiola (a partir de ahora Sepp Sparbüchse, natürlich! Ja wohl! Pronúnciese a grito pelado y ciego de Jäggermeister). Ahora ya no vale eso de irse por velocidad sin más. Los desbordes son contados y para ejecutarlos deberemos dominar un buen número regates. El tempo de los partidos también ha sido mejorado; es decir, se ha regresado con matices a la fórmula de los PES 3, 5 y 6 que tanto encandiló a los fieles. Equilibrio entre pausa y velocidad. Por otro lado, el manejo del balón es cojonudo gracias a la implementación del botón L2 para desprenderse de él en cualquier dirección. Sobre todo si se configuran los pases y disparos en modo manual. Un buen apaño que al fin subsana el problema de disponer tan sólo de ocho direcciones.

Volviendo a la IA, en este caso la del equipo rival controlado por la CPU, ésta elaborará jugadas de fantasía a partir del nivel de dificultad profesional. En modo estrella o leyenda se convierten en auténticos perros de presa gracias al dopping conocido como temido efecto Konami. Eso sí, éste hace acto de presencia de una forma mucho más disimulada que en la anterior versión -sobre todo en cuánto a los desentendimientos de nuestros defensas se refiere- y se muestra más o menos acusado dependiendo de si jugamos en campo contrario o propio. Lejos de molestar, aumenta el reto para el jugador offline. Más: los efectos de sonido ambientales son ósom. Una pijada más si queréis, si. Pero eso de escuchar «eo, eo, eo, esto es un chorreo» -entre otros cánticos- mientras goleas al Madrid -o a cualquier otro equipo español- no tiene precio. Tampoco faltan a la cita la canción de la Champions, los himnos tanto de los clubs de la LFP como de varios países y los habituales comentarios de los del plus… que, por cierto, contienen un número decente de nuevas líneas de diálogo. Tras ocho años escuchando las mismas mamarrachadas, vergüenza les debería dar a los de Konami presentar esto como novedad.

En cuanto a modos de juego se refiere, lo más destacable es la incomprensible ausencia de la liga común. Ahora para jugar una temporada completa sin fichajes ni grindeo de futbolistas deberemos elegir sí o sí la Liga Master -que a su vez dispone de botas a modo de ítem. Fantasía a raudales.- y desactivar las opciones de fichajes y grindeo. Hecho que a su vez nos forzará a jugar una Liga Master online si queremos jugarla con más amiguetes. Manda huevos. Para disputar competiciones cara a cara desde una misma consola, ahora sólo podremos elegir copas internacionales y Champions/Libertadores. Suficiente, pero sin duda uno de los puntos oscuros del producto. Del modo Become a legend no os puedo decir nada porque me la suda lo probé una vez hace años y me pareció una parida totalmente fallido.

botas

Botas que aumentan las virtudes de nuestros futbolistas. ¡BIBA la Liga Fantasía!

¿Preguntáis por licencias? Pues os contestaré lo de siempre. Haced uso del editor o acudid a una de las miles de comunidades de la red y descargaos el patch de turno para obtener las plantillas y kits oficiales si os va la vida en ello. A mí, que soy masoca y medio imbécil, me gusta tirar por lo manual y matar el tiempo ajustando stats, caretos (si se domina, el editor es una puta maravilla), tácticas, equipamientos y demás chorradas. También os digo que para disfrutar de un buen videojuego de fútbol, todo eso no es necesario. Además la LFP, un par de ligas más y un porrón de selecciones son oficiales.

Acabemos con esta farsa

Es el mejor PES de la actual generación de calle porque, pijadas y HD al margen, es el que más se parece a los de Play 2. Eso más que un elogio puede parecer un lapo en la cara, pero… ¿Qué queréis que os diga? Vicia -sobre todo si jugáis en compañía o sólos offline en plan marginado. Olvidaos del online, al igual que el de FIFA 13 es un ascazo- y nos devuelve las mejores sensaciones de la saga. Ahora bien: ¿Vale la pena pagar cuarenta y pico de pavos por una actualización? Si te gusta -asumo que si has leído hasta aquí la respuesta es afirmativa- le sacarás rendimiento. Esta vez sí, insisto. ¿Es un juegazo? No; pero si a poco que te guste la saga de Konami lo difrutarás. ¿Mejor que la competencia? A mí me ha convencido más.

Westerado, el RPG western

¿Y ahora qué, Steam?