Por qué Portal 2 debe ser GOTY

Escrito por en Artículos - 20 diciembre, 2011


A lo largo de este año 2011 han aparecido muchos, pero que muchos videojuegos de una calidad verdaderamente sobresaliente. No estamos hablando de los clásicos juegos de 9,5 del portal de turno, sino de auténticas joyas que cualquier otro año podrían haber deslumbrado a la competencia con mucha facilidad. Nombres conocidos que vuelven como sólo los grandes saben y deben hacer, como The Elder Scrolls V: Skyrim, Deus Ex: Human Revolution, Batman: Arkham City o Uncharted 3: Drake’s Deception; otros nuevos que dejan un excelente sabor de boca como Bulletstorm, Dark Souls o Shadows of the Damned; y hasta una buena hornada de títulos independientes con Minecraft, Bastion o The Binding of Isaac como mejores representantes. Todos ellos han salido este año y todos ellos están o deberían estar en las quinielas de cualquier GOTY, pero sólo uno me hace sentir que debería llevarse ese galardón por encima del resto, y ese es Portal 2.

La pregunta del millón, o más bien del artículo, sería ¿por qué Portal 2 y no cualquiera de los arriba mencionados si tan buenos son? La respuesta, para mí, es tan sencilla de imaginar como difícil de explicar, pero aún así lo intentaré de la mejor manera posible. Para ello, si me lo permitís, comenzaré rememorando las condiciones en las que lo jugué por primera vez.

Su salida, como algunos todavía recordaréis, coincidió con ese brutal «hackeo» de Playstation Network que nos tuvo a todos los usuarios de Playstation 3 durante más de un mes con los cojones de corbata. A mí, para no variar, me llegó una copia de análisis para Playstation 3, y como sabía que Portal 2 ligaba la cuenta de Steam a la de PSN y no quería correr el riesgo de que algo malo le pudiese suceder a mis doscientos sesenta juegos de Steam, lo dejé encima de la mesa durante más de una semana. Y si os digo la verdad tampoco me corría mucha prisa, el primer Portal me pareció una obra maestra en su género y lo único que esperaba de este era un producto que no estaría a la altura y me defraudaría salvajemente, así que para qué apresurar la decepción, pensaba yo. Pero claro, por suerte había conseguido ser completamente impermeable al «hype» y las primeras reacciones que había provocado el juego, por lo que cuando por fin introduje el disco en mi consola y cogí el mando, las sensaciones fueron muy similares a las que puedes experimentar con el primer beso, sólo que sin una ex-novia odiosa y algo gorda delante rozando su morro con el tuyo.

A estas sensaciones, que deduzco son bastante personales e intransferibles, se une la que hasta el momento me ha parecido mejor narrativa de la historia de los videojuegos. Con Chell en el papel del clásico protagonista mudo asistimos a toda una lección de dirección en la que no necesitamos explicaciones farragosas, escenas de vídeo y demás instrumentos narrativos clásicos, para enterarnos de una historia apasionante y llena de matices que sencillamente está ahí, esperando a que nosotros la descubramos y nos involucremos tanto como queramos. Portal 2, en realidad, es un poco como una stripper: va desnudándose poco a poco de forma sensual delante de nuestras narices y es cosa nuestra decidir cuando queremos irnos del garito y dejar el tema a medias, o sacarnos el rabo y montar el espectáculo. Bueno, en realidad no es para nada así, pero quería hablar de señoritas ligeras de ropa y no se me ocurría nada mejor.

Mecánica aparte, que es tan jodidamente buena que pone en ridículo a la de prácticamente cualquier otro lanzamiento del año y ni siquiera merece la pena hacer mucho hincapié en ello, si Portal 2 merece ser juego del año es por su modelo de negocio. Valve se ha encargado de que prácticamente cualquiera que esté medianamente interesado en el juego pueda acceder a él. No ya llevando a cabo directamente y de manera muy competente sendos ports para Playstation 3 y Xbox 360, sino poniendo el juego a un precio más que asequible desde el principio y rebajándolo temporalmente casi cada vez que han tenido una oportunidad para ello. ¿Por qué? Porque saben que su juego es una puta maravilla y quieren que todo el mundo pueda jugarlo de una forma u otra. Por si esto fuese poco, han lanzado contenido descargable de forma gratuita, para recordarle a todo el mundo (aunque esto también lo hizo CD Projekt con The Witcher 2), que lo bueno no siempre tiene que ser un maldito clavo.

Es cierto que Skyrim dura diez veces más que Portal 2 (sin exagerar), que Minecraft ha sido mucho más revolucionario o que Uncharted 3 le revienta la cara en lo que a gráficos se refiere, pero el juego de Valve es sencillamente una experiencia más completa rodeada de factores que la hacen especial. Quizás sea porque soy un sentimental y su campaña me hizo derramar una lagrimita al final, o porque me lo pasé como nunca con el cooperativo a pantalla partida, pero el caso es que Portal 2 es uno de esos juegos que, como Monkey Island en su día, sé que permanecerá conmigo para siempre. Y del resto qué queréis que os diga… no puedo estar tan seguro.

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