Análisis: Revenge of the Titans

Escrito por en Análisis, Indiegencias - 7 diciembre, 2011

Posiblemente el peor momento de los juegos ‘tower defense’ clásicos sea ese periodo de pasividad en el que sólo puedes mirar cómo la oleada de enemigos atraviesa el pasillo de torretas que les has preparado. Normalmente has gastado todo el dinero antes de que dejar entrar a la horda o estás ahorrando para construir algo bueno, así que el margen de maniobra durante los ataques enemigos es pequeño. Vueltas de tuerca al género como Orcs Must Die! o Sanctum han solucionado esto dándote un personaje y poniéndote a pegar tiros durante los asaltos. Revenge of the Titans lo soluciona con otra mezcla de géneros.

En este título el ‘tower defense’ se encuentra con la estrategia en tiempo real, por lo que no nos tiene parados ni un solo segundo durante las partidas. Desde el primer momento hay que dedicarse a la recolección de recursos y a construir defensas. Y como resultado de esta mezcla, se rompe otro de los tópicos del género: los enemigos se salen de los pasillos y no sólo atacan a la base que hay que proteger, antes se dedican a destruir tus torres.

Revenge of the Titans es experto en hacer que te manches la ropa interior con el tamaño de los enemigos. Cada alienígena de tamaño pequeño tiene su equivalente en tamaño mastodóntico y cada uno presume de puntos fuertes y puntos débiles. Un tópico de este tipo de juegos que te obliga a pensar bien qué torretas colocas en cada nivel y qué camino eliges en el amplísimo árbol tecnológico. La desesperación llega en seguida.

Aunque lo que pone  la guinda a la dificultad del juego es que tus posibilidades de acabar cada nivel dependen siempre de lo bien que lo hayas hecho antes. Los recursos con los que empiezas cada escenario son la suma del dinero que te haya sobrado al final del anterior y con lo que saques por vender todos los edificios que has construido. Poner muchas torretas mientras te carcajeas como un maldito loco te puede ayudar a superar un nivel, pero te lo pondrá muy cuesta arriba después.

Revenge of the Titans nos pone en una situación poco corriente en el género: hay que construir las defensas adecuadas, sí, pero también hay que construir la cantidad justa.

Mientras que lo corriente en los ‘tower defense’ clásicos era que se acumularan tus construcciones de cara a los siguientes niveles, aquí lo que se acumulan son tus errores. En algunos casos, hasta llegar a un punto donde el único recurso posible es volver a niveles anteriores porque no lo has hecho bien. No regala nada.

Con todo, es un juego bien divertido y estéticamente es puro amor. Posiblemente lo tengas olvidado en tu biblioteca de Steam o entre tus juegos de los ‘Humble Bundle’. Le tocó competir en el paquete con Braid y con Machinarium, pero igual ahora te apetece desempolvarlo y darle una oportunidad. Si no lo tienes, la demo está por aquí.

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