¡Monos al poder!

Escrito por en Artículos - 11 abril, 2011

Faron (Zelda: Twilight Princess)
Misterioso espíritu luminoso con forma de lémur encargado de custodiar la región de Faron y proteger el bosque en el que reside la tribu de babuinos liderada por Ook (un mono con muy mala leche). Durante el transcurso de la aventura Zelda: the Twilight Princess, Link le ayudará a recobrar su estado humano y Faron le devolverá el favor ayudándole en su lucha contra Ganondorf.

Kiki (Zelda: A link to the past y Link’s awakening)
A lo largo y ancho de la saga protagonizada por el elfo de Nintendo hemos visto un huevo de monos; pero ninguno tan listo como Kiki. ¿Necesitas abrir la puerta del Palacio de la Oscuridad o tender un puente para acceder a Kanelet? No problemo, Kiki se pone manos a la obra y te lo soluciona en un augenblick… eso sí, previo pago de rupias o bananas. Y ni se te ocurra poner su vida en peligro, ya que desaparecerá (es un superviviente nato) y tendrás que deshacer todo el camino recorrido para volver a buscarle.

Faron y Kiki, los micos más ilustres del universo Zelda

Pogo, the Monkey (GTA III y GTA: Vice City)
Este alocado mono con sombrero es el protagonista de las máquinas arcade que esconde Vice City. Pogo planea vengarse de los científicos que le alteraron genéticamente, asaltar la Casablanca y derrocar a su Presidente. Su popularidad creció hasta límites insospechables gracias a la publicidad de Head Radio y otras emisoras locales de la ciudad de Liberty (en GTA III).

Flying monkey (Bully)
Otro mono más protagonista de un retro-juego dentro de otro juego, en este caso el angelical Bully. Se trata de un simple pero educativo arcade en el que deberemos liarnos a cagarro limpio con las arañas para evitar que estas echen a perder nuestras preciadas bananas. Ideal para tomarse un descanso entre tanta hostilidad juvenil.

Incluso dentro de otros videojuegos existen videojuegos protagonizados por macacos

Gorilas (Animal Crossing)
Aborrezco los tamagotchis videojuegos que te exigen llevar una vida virtual paralela a tiempo real; es más, opino que son una gilipollez sin sentido. Con todo, he de admitir que el corazón me da un vuelco cada vez que oigo hablar de la franquicia de Nintendo. ¿Qué queréis que os diga? Aunque seamos más chulos que el macarra de Streets of Rage 2 y tan gafapastosos como para llenarnos la boca de Minecraft y juegos ultra-remolones para IPhone, en EPI somos unos sentimentales… y Animal Crossing es la clase de juego que nos hace llorar cuando nos ponemos tontorrones durante las largas y frías noches de invierno. En fin, como bien dicta el título, en Animal Crossing residen toda clase de animales: humanoides cabezones, peces, felinos y, por supuesto, monos de varias especies entre los que se encuentran el albino Monty, la cursi Nana, el colorido Simon y los forzudos gorilas Yodel, Cesar y Louie; por citar sólo unos cuántos.

Little Gray (Metal Gear Solid IV)
Compañero de fatigas del trapicheante de armas llamado Debrin. Su pelaje blanco y el hecho de estar parcialmente despellejado le confieren un aspecto espeluznante, digno de cualquier bicho zombie o mutante de Silent Hill o Dementium. Debido a su extraña presencia y a la similitud entre su nombre y el apodo con el que se conoce al supuesto cadaver extraterrestre que supuestamente guardan los yankees en el área 51 (Little Grey), ciertas fuentes afirman que su procedencia es de origen alienigena. En fin, mamarrachadas propias de quien no quiere admitir la fealdad del mono en cuestión. No os dejéis engañar ni le juzguéis por su pinta freak, Little Gray es un macaco la mar de socarrón y vicioso (es adicto a la soda de marca NARC y fuma como un carretero).

Little Gray no es el único mono de la Cochabamba adicto a la soda NARC

Monos (Monkey Island)
¿Qué decir de una saga cuyo paraje principal recibe el nombre de nuestro animal predilecto? Se han visto a muchísimos monos pulular por la isla; pero tal vez los más populares sean el mono ansioso y el chimpancé violento que dirimen sus diferencias a base de insultos en el torneo de Monkey Kombat (Escape from Monkey Island)… eso por no mencionar la gigantesca cabeza de mono mecánico que aparece durante la recta final del juego. Sobre la saga, sobran las palabras.

Congo’s Caper (SNES)
No recuerdo si en Joe & Mac: Cavemen Ninjas salía algún tipo de primate (más allá de los hermanos troglodita); pero en su secuela encarnábamos a un monillo que poseía la cualidad de convertirse en homo sapiens (con garrote, patillas sesenteras y capaz de rodar a toda velocidad como el mismísimo Sonic) gracias a unos misteriosos meteoritos que nos íbamos encontrando por los escenarios. Al ser dañado por cualquier enemigo o trampa, perdíamos nuestra forma humana para regresar al estado de débil mono (como Sir Arthur con sus armaduras o Mario con la setas, joé). Lamentablemente y a pesar de los monos, esta segunda entrega (existe una tercera que desconozco) no le llegaba ni a oler el rabo al popular arcade de Data East.

Buzz Junior (PS2)
Cuatro micos de colores ejercen de avatares en este casual game de la serie Buzz, que reune mini-juegos tan trillados y elementales como la memorización de melodías o de colores, aplastamiento de topo (en este caso, de ardilla), penalties o lanzamiento de coco. En definitiva, un party del montón sin más diversión que la que te pueda ofrecer ver a tus amigos comportándose como simios sin cabeza.

Darwin (The adventures of Darwin)
Ser un mico pre-histórico y llamarse Darwin mola mazo; ese simple hecho le tendría que valer para estar situado entre los monos más carismáticos. No obstante, el recuerdo que me dejó este juego de estrategia a tiempo real para PS2 (parecido a Pikmin, pero en malo) fue tan amargo que me veo obligado a calificarlo como mindundi. Y es que cuando pagas (aunque sólo sean 20 leuros, como fue el caso) por un juego en el que cuesta distinguir a un enemigo de una roca… pues qué queréis que os diga, dan ganas de cagarse en maldecir a Darwin y a todos los putos monos que le acompañan.

Imagino que, a estas alturas del repaso, estaréis pensando lo mismo que este descendiente de Mono Mongolo…


¡Aguantad! ;Llegamos a la última página… la de los monos pixelados más remolones de la History

Análisis: Mass Effect 2: Arrival

Mercadillo Ilustre Vol. 94