¡Monos al poder!

Escrito por en Artículos - 11 abril, 2011

Amigo (Samba de Amigo)
Mirada perdida, sonrisa psicópata permanente, maracas en mano y sombrero de mexicano. ¿Se le puede pedir más a un mono? Sí, ser hijo de Sega y tener el privilegio de protagonizar el juego que trajo consigo uno de los periféricos más brutales (sin llegar al nivel de la bat-lancha de Kinect, pero casi) que parió industria. Eso y su incuestionable carisma le garantizan un puesto en mi podium de monos pixelados.

Donkey Kong Jr. (Game & Watch)
Lo admito, el hijo de Donkey se ha ganado un puesto en mi Olimpo de macacos particular por puro enchufismo sentimental. Mi cabeza me decía que pusiese al padre, pero mi corazón no podía obviar que fue este mono y no otro el que me introdujo en el mundo de los videojuegos gracias a mi todavía flamante Tabletop de Nintendo. Durante los años posteriores me agencié varias Game&Watch y maquinitas de todo tipo; pero siempre sentí predilección por mi Tabletop. Nuestra misión era sencilla: coger una llave, sortear a unos pájaros más implacables que los de Hitchcock, lanzar un coco (10 puntos por pájaro), dejarse caer en globo para posteriormente cazar un globo de helio al vuelo (todo esto sobre un río mortal) y acto seguido meter la llave en el candado de la prisión en la que el pérfido Jumpman tenía raptado a nuestro papi. Todo con un sólo botón y un mini-joystick, retroiluminada y a todo color. Un armatoste indispensable para adornar la habitación de cualquier freakie.

The Machine (aka El Maquinón)

Nostalgia al margen, existen dos motivos más para incluir a Junior en la lista. Una es por un simple y puro sentimiento de justicia. Tras pasarse gran parte de su infancia rescatando a Donkey, éste se lo agradeció nombrando como nuevo sidekick al chimpancé Diddy Kong. ¿Porqué? ¿Qué hizo mal? En fin, al menos le hemos visto por los circuitos de Karting y de lucha de nintenderos habituales así como una versión suya automatizada en el simpático March of the Minis. El otro motivo por el que lo elevo a categoría de dios es un juego de matemáticas que salió para NES hace la hueva. Todo un anticipo de los casual games (mide tu polla cerebro edad) y un reto para los niñatovic como yo que se les nublaba la mente con el cálculo mental más elemental. Si lo jugaseis ahora mismo, viéseis la buena fe que algún buen programador depositó en ese cartucho y tuvieseis un poquito de corazón os echaríais a llorar de ipsofacto.

Pee Monkey (Plant Boom y Jungle Fire)
Caballeros, caballeras, damas y damos, con ustedes el DIOS MONO de los videojuegos: Pee Monkey. Y os preguntaréis ¿Porqué éste si es un desconocido? o ¡Ya están otra vez los de EPI tocando las narices con el puto Iphone (nos estamos forrando; al margen de pagarnos, Apple nos ha puesto una redacción en Sillicon Valley y nos facilita acceso ilimitado a todos los vicios conocidos más los que Carca pueda inventar)… cualquier pregunta que os hagáis obtendrá la misma respuesta: Pee-Monkey se mea en todos.

Suena primario, sí… al fin y al cabo, la primera entrega de Pee Monkey es un clon de Angry Birds; sólo que en vez de pájaros tenemos a un mono que mea y en vez de cerdos tenemos plantas a las que regar. La segunda entrega se complica y pone a prueba las capacidades urinarias del mico; puesto que deberá apagar con su preciado líquido amarillento (en el juego es azul, para que ningún gilipollas nadie se escandalice) todo un bosque. Ah, y por si lo dudabais, sí… es el juego preferido de Mono Mongolo.

Y eso es todo. ¿Estáis de acuerdo con el ranking? ¿Cual es el vuestro? ¿Habéis echado en falta a algún mono?

Análisis: Mass Effect 2: Arrival

Mercadillo Ilustre Vol. 94