Análisis comparativo: The Story of Thor VS Soleil

A mediados de los noventa comenzaron a aterrizar en España una interesante cantidad de RPG´s para las dos consolas de 16 bit. Lo mejor de todo es que en muchos casos llegaban traducidos, y por lo general se trataba de grandes creaciones que venían a saciar la sed de los que envidiábamos la oleada de títulos de rol que aparecían por Japón. Objetivamente hablando, la consola que se llevó la palma en cuanto al género fue Super Nintendo. Lanzamientos como Zelda, Secret of Mana, Illusion of Time o Terranigma eran la ostia. Mientras, los segueros, con el rabo entre las patas, tuvimos que esperar a que llegaran dos juegos de los que todos guardamos buenos recuerdos, primero fue Soleil, y un año más tarde Story of Thor. Por fin teníamos algo que llevarnos a la boca.

Soleil apareció en 1994 en nuestro continente. Desarrollado por Nextech, fue denominado de diferentes maneras en cada uno de los territorios y venía en cierta manera a plantar cara nada más y nada menos que al intocable Zelda, pero seamos realistas, Soleil no le llegaba ni a la suela de los zapatos, aunque eso no quita para que fuese un juegazo cargado de amor al que todos le cogimos cariño. Story of Thor llegó un año más tarde de la mano de SEGA y fue otro candidato importante al título de mejor RPG de la consola, aunque puestos a especificar, lo cierto es que tanto Soleil como Story of Thor tiraban más hacia el Action RPG.

En el caso de SoT, nos encontrábamos con un sistema de combate que nada tenía que envidiar al de cualquier beat´m up de la época. Nuestro protagonista poseía un amplio abanico de golpes y combos, lo cual hacía de los combates una tarea bastante amena. En Soleil este apartado estaba más limitado y nuestras capacidades con la espada quedaban en parte condicionadas por los habilidades que los animalitos que íbamos encontrando nos brindaban.

A nivel argumental no eran precisamente pesos pesados, ambos juegos hacían uso de los inagotables tópicos que se dan cita en casi todo RPG para tejer una historia que no tenía demasiado interés, aunque ofrecía las premisas básicas para brindar una experiencia amena. En SoT nuestro protagonista, el príncipe Ali, sería el encargado de combatir el mal después de haberse encontrado un brazalete de oro que le otorgaría la habilidad de manejar espíritus de fuego, agua, sombras y plantas. Nuestro nemesis tenía en propiedad un brazalete plateado de similares propiedades y estaba causando estragos en poblados y ciudades, nuestra labor como no, pararle los pies.

En Soleil manejábamos a Corona, un joven que al cumplir 14 años recibe como regalo la espada de su padre y el permiso del Rey para recibir entrenamiento militar en Rafresa. A partir de ahí el chico se ve involucrado en una historia que mezcla la mitología de los monstruos con interminables guerras que se han ido sucediendo a lo largo de la historia. A pesar de tener una apariencia simplona e infantiloide, el argumento de Soleil era todo un mensaje de concienciación sobre la naturaleza, sobre respetar los orígenes de los misterios de la Tierra y no intervenir en aquello que el planeta tenía que controlar. A medida que avanzábamos se iban arrojando flashes de luz sobre la historia, y joder, era bonita, o eso o yo me conformaba con poco por aquella época. En pocos RPG´s habréis tenido la oportunidad de hablar con Dios, con eso os digo todo.

A nivel técnico nos encontrábamos con dos juegos que cumplían con creces. Tanto SoT como Soleil mostraban un trabajado apartado gráfico, aunque diferentes entre sí, realmente bonitos y coloridos. En el caso de Soleil tanto los diseños como los escenarios tenían una estética un poco más desenfadada e infantil, mientras que en SoT, enemigos y mazmorras tenían un punto un poco más adulto y oscuro. A nivel musical también estamos ante dos juegazos. El mismísimo Yuzo Koshiro fue el encargado de poner ritmo a SoT, con lo que la calidad del conjunto quedaba garantizada. En Soleil, aunque el nivel no era tan alto, encontrábamos melodías bastante entrañables, desde la intro a las musiquillas de los pueblos, sobre todo en el que comenzábamos la aventura, una de las que se quedan grabadas para siempre.

A nivel jugable eran dos títulos muy entretenidos y accesibles. Tenían el punto común de hacer uso de habilidades ajenas, en el caso de SoT las de los espíritus o elementales y en el caso de Soleil las de los animales. El uso de esas habilidades eran primordiales para avanzar y resolver puzles, ya que era imposible atravesar ciertas localizaciones si no poseíamos al animalito o espíritu de turno. Como ya he comentado, el conjunto de acciones era bastante superior en SoT, lo cual daba un concepto muy distinto a los combates y lo enfocaba más a la acción en las mazmorras. Soleil tenía más momentos de sosiego, y las opciones en combates eran menores.

En cuanto a dificultad, SoT era superior, aunque no era un juego imposible, ofrecía una experiencia un poco más enrevesada en la que había que darle al coco. Soleil era pelín facilón. Bien es cierto que en ocasiones daríamos vueltas como tontos buscando un sitio que se nos ha pasado por alto o gastaríamos tiempo combinando los animales para ver cual es la clave para sortear un cierto obstáculo, pero era mucho más fácil que SoT. En cuanto a duración, Soleil también sale perdiendo. Para completar el juego de Nextech bastaba con 6 o 7 horas como mucho, mientras que SoT requería más de 10 para finalizarlo. Como veis no se trata de juegos demasiado largos para el género al que pertenecen, otro aspecto por tanto que los colocaba un peldaño por debajo de aquellas grandes joyas de Super Nintendo.

Se trata de dos juegos que marcaron un antes y un después, tanto por la escasez del género que había en Mega Drive como por el buen hacer que había tras ellos. Junto con Landstalker, Light Crusader, los Shining Force y Phantasy Star, son los estandartes de aquella época en la consola de SEGA, y coronar a uno como ganador por encima del otro se me hace realmente difícil. Guardo mejores recuerdos del Soleil y quizás le tenga más cariño. La simpatía de los personajes, el buen rollete que transmitía la historia y algunos guiños como el de Sonic hacían de él un juego muy grande, aunque SoT supo aportar un aire maduro y distinto, que posteriormente sería continuado en su segunda parte para SEGA Saturn.

No voy a dar a ninguno como ganador, por lo que ahí tenéis los comentarios para partiros la boca como fanboys desquiciados y debatir cual de ellos era mejor. Sin lugar a dudas una interesantísima contienda.