Análisis: Captain Tsubasa New Kick Off

Escrito por en Análisis - 13 enero, 2011

20:45 horas Bienvenidos al Konami Stadium, en el planeta Nintendo DS. Sopla una ligera brisa y tenemos una temperatura de 20º centígrados y 80% de humedad. Cien mil espectadores jalean los nombres de sus ídolos, bañando las gradas con los colores de los equipos que se enfrentan esta noche memorable: EPI Team contra Tsubasa Selection. El estadio vibra de emoción por ver jugar a los dos, se impacienta ante la inminente salida de los gladiadores. Sale al campo el cuarteto arbitral; dirigen el encuentro la colegiada Lola, los asistentes Mono Ilustre y Mono «Rafa no me jodas» Mongolo y el auxiliar Blinky (aka Topofarmer). Preside el encuentro el ilustre y honorable Pac-Ilustre; que da el visto bueno a la salida de los equipos, suena el himno y los futbolistas de EPI saltan al terreno de juego seguidos de la Selección Tsubasa. El público estalla de júbilo y Lola convoca a los dos capitanes para realizar el sorteo de campo… momento ideal para repasar las alineaciones:

EPI Team Entrenador: no necesitamos, somos demasiado buenos.

Tsubasa Selection Entrenador: Roberto Zedinho

minuto 0: Saque de centro por parte del Tsubasa Team y entrada expeditiva de Ciro a la altura de la rodilla de Oliver Atom. Lola amonesta verbalmente al delantero de EPI.

Soltar una patada de buenas a primeras es feo que te cagas; pero también lo es encontrarse con un engendro de este calibre.

minuto 1: Julian Ross saca la falta y realiza un pase en profundidad a Mark Lenders y este suelta su poderoso disparo del tigre sin pensárselo dos veces (que en el universo de «Campeones» vendrían a ser un par de capítulos) desde 35 metros… ¿Podrá Marbu parar el tiro del tigretón?

La primera toma de contacto no es mala y las expectativas son medianamente altas por varios motivos: comprobar cómo es el primer Captain Tsubasa que sale de Japón, el factor nostalgia y antetodo la curiosidad por ver cómo responde en DS un sistema de juego tan alejado del modelo tradicional.

minuto 1: ¡Oh, no! ¡Marbu no está en la portería! ¡Goooooooooooooooool, goooool, goooool de Lenders! El equipo Tsubasa se adelanta y ni siquiera lo celebra. ¡Noooooo, espera! ¡La colegiada Lola anula el tanto de Tsubasa a instancias del asistente Mono Mongolo! El motivo: falta de entusiasmo al celebrar el gol. Se reanuda el juego

Puede que creaís que a Mono Mongolo le falta un tornillo, pero en realidad os da cien vueltas a casi todos. Él, como yo y me imagino que algunos de vosotros, sabe que un gol sin celebraciones ni explosivos efectos sonoros, emergentes letreros luminosos y/o gritos psicóticos provenientes de la grada es tan frustrante como una tortilla sin huevos. El gol es el punto culminante del juego, un orgasmo para deportistas y aficionados y así debe ser reflejado. Y en CTNKO no vemos na’ de na’… tras ver como el balón sobrepasa la línea de meta, un simple pitido del árbitro indica el tanto y el juego se reanuda sin más… ni ilustraciones, ni animaciones, ni rótulos, ni nada. Frustrante y por lo tanto gol bien anulado. ¡BIBA MONO MONGOLO!

Vamos, Mongolo… no me jodas

minuto 5: Galious, recientemente nombrado Lord por la Reina de Inglaterra por sus hazañas en el subgénero Hack’n Slash, lanza un pase de 3000 metros (según medidas oficiales de la serie), recibe Hatedpig en la banda; ojo con Andresito que se incorpora desde la segunda línea, está desmarcado… Hatedpig centra al bulto… Andresitoooooo…ooooooool, gooooool, gooooooool!!!! Andressssito, totalmente desmarcado, abre la lata con un golazo de espaldinha y celebra el gol con Lola. Su complicidad con la colegiada es sospechosa… ojo con Yuma que se encara con Lola, le pide explicaciones, está exaltado y… ¡Roja directa! Lola expulsa al central del equipo visitante por dudar de su profesionalidad.

Que el sistema de juego de este nuevo Tsubasa siga siendo el mismo que en su primera aparición en NES (en Europa y EE.UU. conocido como Tecmo Cup Soccer) no debería ser necesariamente un aspecto negativo… el problema es que, pese a su relativa originalidad, el sistema de juego de aquel TCS era poco dinámico ya en aquella época. Los continuos parones para elegir la acción adecuada (en ataque: pase, regate, disparo o nada; en defensa: cortar un pase, realizar una entrada, bloquear un disparo o nada; en portería: despeje o bloqueo) o el movimiento especial de turno (chilenas de fantasía, paradones inhumanos… vaya, las típicas fantasmadas de Oliver & Benji) y la constante repetición de animaciones le convertían en un juego singular, sí, pero poco ágil y sumamente monótono. En CTNKO para DS esa constante de la saga se eleva a la máxima expresión.

Aunque no lo parezca, Lola es muy rigurosa y quisquillosa

Aquí la palabra monotonía adquiere una nueva dimensión de tintes agónicos. En mis años de vida videojueguil he visto truñacos de todo tipo, pero jamás recuerdo haberme sentido tan estúpido frente a una consola… y es que ver la misma jugada con los mismos diálogos quince veces consecutivas toca algo más que los cojones la moral. Lo más gracioso, si es que se puede encontrar alguna gracia a toda esta mierda, es que la jugada en cuestión (frente a un tal Nitta durante uno de los primeros partidos) siempre acababa de la misma forma. Hiciese lo que hiciese con mi portero, lo tirase a la altura y al lado que le indicase, la parada estaba garantizada. Eso repetido en quince ocasiones (hasta el pitido que indicaba el merecido descanso) convirtió la primera parte de dicho partido en uno de los bucles más absurdos en los que me he visto involucrado. Por lo tanto, volviendo al partido, el gol de Andresito es legal y la expulsión de Yuma está más que justificada.

Ejemplo ilustrado e ilustre del término «bucle absurdo»

minuto 9: Oliver Atom combina con Tom Baker y se dispone a chutar… oh no, dolor! Durísima entrada de Carca sobre Aton… ha sido una patada voladora a media altura en toda regla. Pero Lola indica falta del Tsubasa Team (agresión de Aton con el ombligo a la bota de Carca) y aplica ley de la ventaja… Carca conduce el contragolpe, pasa en profundidad a Necrodomo. El extremo de EPI se recrea con varias bicicletas y demuestra un dominio absoluto de los aspectos más «indies» del juego («indie» de individualista… humor semántico… ¡Bienvenidos al festival del humor!), regatea y humilla a Bruce Harper con un caño, centra y… Ciro remata en postura del escorpión jadeante (viene de «El Escorpión de Jade»… humor semántico Nº 2 ¡El festival del humor continúa!) y GOOOOOOOL, GOOOOOOOOOL, GOOOL…. Benji Price es un auténtico coladero

Necrodomo, el mago del balón

Intentar colarnos un gol vendiéndonos la moto de las animaciones y los grafikazos es lamentable. Todos, menos algunos graphic whores irreductibles, sabemos que un mal juego que presume de buenos gráficos es como intentar mantener una relación con una piba/e que esté buenísima/o pero que personalmente no tragues… es decir, a no ser que te vaya el masoquismo duro, ni la relación ni el juego llegarán a buen puerto. Por lo tanto, el gol no sólo es legal sino que Lola suma otro tanto más al marcador debido a la belleza del mismo y al indiscutible argumento que acabo de exponer. Recapitulemos: EPI va ganando por 3-0 y juega con un jugador más (en realidad no, ya que Marbu todavía no ha vuelto a la portería… nadie sabe dónde está y Mono Serio está preocupado).

minuto 16: EPI lleva más cinco minutos ejecutando un rondo a lo largo y ancho del terreno de juego, Andresito y Kirkis se han erigido como los amos del centro del campo y la influencia culé de Ciro se nota en el tiki taka del equipo ilustre… ni el Barça, hoygan!

Andresito y Kirkis, the playmakers (con hamor, sin acritud, de buen rollo… muahahahaha)

No se puede negar que CTNKO es atípico… tanto que puedes ganar 15-0 los tres primeros partidos y no rascar bola en el cuarto, contra el Toho de Mark Lenders. ¿El motivo? Para vencer al chulopiscinas ese, antes debemos aprender/desbloquear una serie de técnicas en los partidos previos. ¿Cómo? Simplemente enfrentando a Oliver contra otros personajes míticos de la serie. Es decir, el juego pretende así salvaguardar la fidelidad a los capítulos. No importa si le metes un saco de goles de chilena a los equipos, aquí prima y se premia seguir al pie de la letra el guión de la serie. Y yo me pregunto ¿Porqué no reescribirlo a tu manera? ¿Y si no eres seguidor de la serie o no recuerdas quién es quién? ¿Qué cojones haces? El juego te da pistas bastante obvias sobre quienes son los cracks del equipo contrario, pero in-game resulta soporífero perseguir por toda la cancha a un monigote calcado al resto (al fin y al cabo, las caras de los protagonistas son extremadamente parecidas) con el único fin de proceder a una secuencia no jugable que a su vez servirá para desbloquear un movimiento especial concreto. Es decir, no depende de tu habilidad conseguir avanzar en el juego o no. A mí eso no me parece diversión.

PlaboPein, un hacha en el arte de hacer tortillas, sin contemplaciones

minuto 22: PlaboPein se mea a cuatro rivales, centra con la habilidad de un mandril… Necrodomo salta como un gamo, golpea de semi-tijera sideral y…. GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL, GOOOOOL, GOOOOL…. ¡EO, EO, EO, ESTO ES UN CHORREO! La afición estalla en júbilo y corea el nombre del recién fichaje de EPI. Por su parte, el equipo de Tsubasa se arruga y parece entregado ante lo que promete ser una paliza histórica.

El apartado sonoro del juego es lamentable. No sólo nos torpedea los oídos con machaconas melodías propias de una mente severamente dañada sino que capa (del verbo cortar los huevos castrar) las voces originales de la edición japonesa del juego, narrador de partidos incluido…

A Gravesen tampoco le gusta

minuto 29: El equipo Tsubasa no rasca bola; la falta de comunicación entre la defensa y el portero es alarmante, el mediocampo está roto y los delanteros no se compenetran… ¡Nadie sabe quién es quién!

Los nombres de los ciento y pico protagonistas no han sido traducidos. En principio, eso no debería suponer ningún problema; pero no deja de suponer una molestia para quienes conocimos la serie hace 20 años. Si a eso añadimos que los jetos del anime son clónicos, vamos apañados a la hora de memorizar quienes son los jugadores con los que debemos enfrentarnos durante el partido. Con Oliver Atom no hay problema; no hay que ser astronauta para saber que su nombre nipón es Tsubasa. La cosa se complica cuando aparecen nombres como Hikaru Matsuyama (Phillip Callahan), Ken Wakashimazu (Ed Warner) o Kojiro Hyuga (Mark Lenders)… es entonces cuando los menos versados en Oliver y Benji las comenzarán a pasar canutas. Pero vaya, dando por sentado que el juego es una mierda no vale la pena, este descuido es poco más que una bolilla de barro más en la ciénaga.

Las típicas capturas que deben salir en todo análisis mary-típico

minuto 31: El clon de Gravesen la roba y está apunto de realizar su famosa jugada: control, pase al hueco y patada en la cara. ¡Lo hizo! Mark Lenders se duele en el suelo. ¡Hay tangana, señores! La cosa se complica y Lola acude rauda a la jugada para poner paz. Atención que Lola toma una decisión salomónica y expulsa tanto al clon de Gravesen como a Mark Lenders por provocar. El equipo Tsubasa está indignado, Lenders se enciende y sus compañeros de equipo le tienen que sujetar. Lola se aleja de la jugada como si nada y ordena que se reanude el encuentro. Lenders agarra un balón, se dispone a disparar….. mmmmm….. eso, se dispone a disparar…. pasan tres horas… sigue apunto de chutar… pasan dos horas más… ¡Pero esto qué es! ¿¡A qué coño juegan!?

John Carca dando por culo al rival domina todos los aspectos oscuros del juego

Eso me pregunté yo muchas veces mientras me «deleitaba» con las bondades de este cartucho. Los encuentros son interminables, repetitivos y ninguna de las acciones elegidas da la sensación de ser diferente a la anterior… jugar a CTNKO es entrar de pleno en un bucle con forma de espiral infinita que conduce a la nada.

minuto 36: Plabo a Ciro, Ciro de tacón toca para Andresito; Andresito controla, la «remena», centra a Lola que salta y cede de cabeza a Oliver que se la pasa de chilena a Kirkis, éste controla con la ingle y centra la bola a Galious… que la pincha, pide una mancha, la vuelve a hinchar, realiza una pared con el recogepelotas, triangula con el clon de Gravesen desde la grada y con PC Jesus que se aburre… el balón le llega a Carca que remata desde medio campo con el Iphone. Y goooool, ante la mirada incrédula de un público que no entiende nada.

Ni yo tampoco. La sensación de aleatoriedad que ofrece el juego es acojonante. Las animaciones se repiten constantemente, poco importa si realizamos un pase a un compañero que está situado a 2 metros o a 40; la animación siempre mostrará uno de 150 metros. Sucede lo mismo con los disparos a puerta, las entradas y las paradas. Este sistema es frustrante para el usuario… no sólo le obligas a tragar interminables escenas más repetitivas que un bocata de cabezas de ajo al ajillo, sino que le haces creer que haga lo que haga el resultado de su acción será la misma (en realidad no es así; pero insisto, al ser siempre las mismas imágenes esa es la sensación que deja).

La mejor defensa es un buen ataque… Galious dixit

minuto 42: 5-0 EPI humilla al equipo de Tsubasa… que pierde de cinco y juega con dos jugadores menos (uno si descontamos a Marbu, que sigue sin aparecer). Y el público corea: «Sal del banquillo, Zedinho, sal del banquillo, sal del banquiiiiiiilloooooo, sal del banquiiiiiiiiillo». Hatedpig hace el gesto de la manita al público y ojo… Bruce Harper se le encara. Lola acude rápidamente para poner paz y da la patita a Hatedpig. Bruce se cabrea y acusa airadamente a Lola de complicidad con el EPI Team. Lola muestra la roja directa y se queda tan ancha.

Hatedpig se recrea (con hamor, sin acritud, de buen rollo PART II )

Ninguna de las anteriores versiones (recordemos una vez más que, a excepción del Tecmo Cup Soccer para NES, ninguna salió de Japón) me ha quitado el sueño. Es más, el citado juego de la 8 bits de Nintendo me destrempó bastante ya en su día (durante el auge de la serie a principios de los 90)… pero ésta es, sin lugar a dudas, la peor a la que he jugado jamás. Leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenta y muy repepepepepepeepepepetitititititititititititiva.

minuto 45: Contraataque del equipo Tsubasa dirigido por Oliver Atom, regatea a PC Jesus (Pisiyisus pasa de los juegos de DS, Él está por encima de estas cosas) y se dispone a ejecutar su clásico «dive-shot» hiperbólico… no hay nadie en la portería, ¿será el gol de la honrilla?

Al ejecutar una chilena con Oliver/Tsubasa, la animación siempre nos muestra un balón dirigiéndose a una portería vacía.

minuto 45+: Nooooo, Marbu aparece de la nada en el último segundo y bloquea el balón con una de sus famosas paradas. La galleta más popular del universo se niega a condecer un sólo tanto al Tsubasa Team y la afición corea su nombre.

Marbu’s divine intervention

Y hace bien, hamijos. Este juego no merece un miserable gol a favor. Hombre, durante los primeros minutos puede que sonsaque alguna sonrisilla piadosa a los nostálgicos de la serie… pero ni sus «tintes roleros» (sic) ni su soporífero sistema de juego ni su mal acabado general (gráficos in-game confusos, uniformes falsos, ausencia de climatología, frases repetidas hasta la saciedad, pésimo apartado sonoro, etc…) merecen que, ante este subproducto, vuestros rostros esbocen el más mínimo rastro de simpatía.

Si vemos algo parecido a esta pantalla no hay duda, se trata de un juegaco de rol

Descanso: La primera parte llega a su fin; Lola aprovecha para hacer sus necesidades en un banderín de corner… micciona con delicadeza, acaba, husmea, gira cinco vueltas sobre si misma intentando morder su propio rabo y decreta el final del partido por aburrimiento.

La sensatez de Lola no tiene parangón y, aunque su devoción por los videojuegos es insaciable, sabe cuando parar. Una segunda parte es totalmente innecesaria, sería un «más de lo mismo»… más goles y críticas negativas hacia un juego que, francamente, no merece vuestra atención.

Zona de vestuarios: Por lo tanto, el resultado final es de EPI Team: 5 – Tsubasa Selection: 0 …que traducido a notas de análisis (según cálculos algebráicos que derivan la cantidad de goles encajados más las ocasiones de peligro generadas, multiplicado por la raiz cuadrada de 666, a lo que hay que restar la hipotenusa del número E, me llevo dos y le sumo la cantidad de ladridos emitidos por Lola, dividiendo el resultado entre las horas invertidas en esta soberana mierda) es un:

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