Descubriendo... (III)

Escrito por en Descubriendo... - 31 agosto, 2008

Hoy os voy a hablar de un RPG muy desconocido, mucho más que Nox, del cual hablé hace dos semanas. Es un juego largo, con un título poco agraciado, gráficamente feucho, bastante difícil y en completo inglés; factores que en su conjunto echaron para atrás a la mayoría de posibles jugadores. Por suerte para vosotros, aquí estoy yo para rescatar del olvido a uno de los mejores RPGs “estilo Diablo” de la historia…

Muchos estaréis pensando – eh, un momento, yo he visto ese juego, ¡pero si es una castaña! – ¡JA! Como he dicho un poco más arriba Divine Divinity tiene una serie de factores que jugaron muy en su contra y que para el público en general fueron definitivos. Para empezar, su título es horrendo. Vamos, no jodas ¿Divine Divinity? Ya puestos podrían haberle puesto “Demon Demoniacum” o algo así con más garra… total, peor no iba a sonar. Después está el tema de los gráficos, muy parecidos a los del mítico Ultima Online y que iban en una dirección completamente opuesta a la tendencia del momento, que estaba orientándose a las 3D. Así, coetáneos como Neverwinter Nights, Dungeon Siege o Morrowind, acaparaban con sus bellos gráficos toda la atención y dejaban al poco resultón Divine Divinity en un segundo plano. Por si eso fuera poco, los análisis del juego, aunque le daban buenas notas, remarcaban lo difícil y “jarcore” que era, lo que echaba para atrás a otros tantos jugadores. Y para terminar está el tema de la traducción. Y es que en España un juego sin traducir está poco menos que condenado (que se lo digan al pobre Planescape) y el caso de Divine Divinity no fue la excepción…

Defectos aparte, Divine Divinity tiene muchas cosas buenas y bonitas que sólo pudimos descubrir los que tuvimos el valor y la paciencia para jugarlo de principio a fin. Y sí, digo que hay que tener paciencia para jugarlo porque morir en las tierras de Rivellon es extremadamente fácil. Tan fácil como puede ser entrar en una zona del mapa normal y corriente… poblada por enemigos 50 niveles superiores a ti. En ese aspecto Divine Divinity me recuerda mucho a Gothic: el mapa es tuyo desde el principio para explorarlo como quieras… pero ten cuidado por donde vas porque como te pille un orco te fostia. Este factor que acabo de comentar, echó para atrás a muchos de los que a pesar del título, los gráficos y el idioma se habían atrevido a probarlo… a mi sin embargo me encanta. Así pues, si conseguías sobreponerte a esta mecánica de alerta constante, Divine Divinity se convertía en un RPG con una historia épica y un sistema de juego clásico que hacía las delicias de los más roleros a la vez que satisfacía a los amantes de Diablo, total, un juegazo.

Con lo que he dicho hasta el momento muchos pensaréis que el juego no debe ser para tanto… y posiblemente no lo sea para el jugador medio. Pero es que el juego de Larian Studios no está dirigido a cualquiera que sepa mover un ratón, no. Está dirigido al “jarcoreta” que todo jugador lleva dentro, está dirigido a ti, lector de El Píxel Ilustre.

Algunos, los que hayáis leído hasta aquí, habréis notado que he sido especialmente escueto, si también me leísteis ayer sabrás por qué. Efectivamente, estoy escuchando “El carrusel deportivo” y además me acabo de beber un blanco y negro… ya sabéis, granizada de café con helado de vainilla… jodeos.

X-COM: La Saga

Retro Amor: Valkyrie Profile