
Hoy es víspera de todos los santos. Lo que antes era una jornada de respeto a nuestros difuntos se va convirtiendo poco a poco en un día de resaca más, después de esa fiesta, importada directamente de las teleseries y las películas, como es el Halloween. Algunos dirán que es una fiesta más antigua que el cristianismo, que tiene su origen en una celebración pagana, y me parece muy bien, pero no creo que las civilizaciones pre-cristianas se disfrazaran de vampiro, vampiresa putilla, bruja putilla o zombie (o zombie putilla) y fueran a pedir una limosna dulce por las casas pronunciando la cacofónica frase “truco o trato” (intentad decirlo con un polvorón en la boca; diversión asegurada). No se vosotros, pero si esta noche aparecen por casa unos niñatos disfrazados, les voy a recibir con la manguera (de riego, marranotes, que siempre os vais a la guarrada). Por lo menos, la semana de halloween nos beneficia gracias a suculentas ofertas como las que encontraréis tras el salto: