Análisis: Grim Fandango Remastered

Tengo una deuda con LucasArts. Juegos como Maniac Mansion, The Secret of Monkey Island, Loom o Indiana Jones y la Última Cruzada marcaron el final de mi infancia y el principio de mi adolescencia como jugador. Y tengo una deuda con ellos porque los jugué todos de prestado y no vieron ni una peseta procedente del bolsillo de mis padres a cambio de tanta diversión. Por ello, todos los remakes y reediciones de LucasArts son compra obligada para un servidor. Y como además me perdí Grim Fandango en su momento, no había excusa para no hacerme con el remaster lanzado recientemente.

Grim Fandango es quizás la última gran aventura gráfica de Lucas. La que desterró el sistema SCVMM y se pasó al los gráficos poligonales con fondos pre-renderizados que era la tónica imperante en esos días. Y la jugada les salió bien, consiguendo que Manny Calavera sea uno de los personajes más queridos y reconocidos de la ya de por sí carismática plantilla de LucasArts.

Enfrentarse a una aventura gráfica como Grim Fandango cuando ya han pasado casi tres lustros desde su lanzamiento y en plena era de internet, en la que atrancarse en un puzzle es algo que se puede solucionar en segundos puede parecer algo ridículo y sin sentido. Pero me auto-prohibí el uso de internet al llevar cinco minutos sin saber qué hacer e intenté solucionar los enigmas usando el coco como hacía antes de tener google hasta en el teléfono y entonces me dí cuenta que los señores de Lucas dejaron el listón muy alto y es normal que estén considerados los maestros de la aventura gráfica y todavía hoy nadie les ha podido superar.

Y no se les ha podido superar porque en la Tierra de los Muertos todo tiene cierta lógica. Rebuscada y absurda en algunas veces, pero lógica. Con Grim Fandango he revivido esos momentos de revelación pitagórica, cuando en la ducha se te ocurre una solución para el enigma, y morderme las uñas hasta ponerme delante de la plei y ver que, tal como pensé, funciona y puedo seguir avanzando. Y, aunque he recurrido alguna que otra vez a la miserable técnica de “probar todo con todo”, al dar con la solución a través de ese sistema he pensado que era gilipollas al no haberse ocurrido a mi antes.

Los personajes, escenarios y diálogos de Grim Fandango son exactamente lo que esperaba de un juego de LucasArts, sin envejecer un ápice y totalmente vigentes a día de hoy. No me ha dado la impresión de estar jugando a algo tan desfasado como me pasa con otros juegos de la misma época. Me ha sorprendido muy gratamente el trabajo de traducción, incluyendo localización de algunos chistes (dudo mucho que en Estados Unidos sepan quien es Gloria Fuertes) y el doblaje de las voces. Manny Calavera, Glottis y la Tierra de los Muertos emanan carisma del bueno, del que se recuerda cuando pasan los años.

Me hubiera quedado un Retro-Amor apañadísimo si no fuera porque este juego me lo han vendido con la coletilla “Remastered”. Y es ahí donde esta versión cojea un poco: la única mejora notable es en el aumento de resolución de los personajes y la incorporación de algunos efectillos de sombras e iluminación durante el juego, mientras que las cinemáticas siguen con la resolución original. Los fondos renderizados siguen siendo los mismos y, aunque no están mal del todo, están en formato 4:3, con lo que nos ofrecen la posibilidad de ver el juego deformado o con dos maravillosas bandas negras laterales que han sido decoradas con grabados aztecas para la ocasión. ¿Os imagináis si algún día lanzan un remake de Final Fantasy VII con bandas laterales? ¡Arde Square Enix!

La otra mejora, realmente importante, ha sido la eliminación de los controles noventeros Resident Evil style (p’alante es p’alante, p’atrás es p’atrás y pa los lados se gira como un gilipollas) por un control acorde a la época actual. Aunque si eres un masoca, puedes elegir el control tipo tanque y ganarte de paso un trofeo. También se incorporan un puñado de extras como los que suelen aparecer en este tipo de reediciones: galería de arte, bocetos y comentarios del equipo y del  Sr. Schaffer Por lo menos da la impresión que estamos ante algo más conmemorativo que no un saca-pastas para nostálgicos. Grim Fandango se merece un reconocimiento que quizás no tuvo al salir.

Aun así, Grim Fandango es un juego que merece ser jugado por todo aquel que dice ser aficionado a los videojuegos. Yo no lo había hecho y lo he podido hacer gracias a esta versión, disminuyendo además mi deuda monetaria con LucasArts. Ahora solo queda esperar el remake de Day of the Tentacle.