Momentos Ilustres: Dishonored

Escrito por en Artículos - 9 abril, 2013

Momentos Ilustres: Dishonored

Hasta ahora, los Momentos Ilustres se han basado en esos pequeños detalles que hacen grande un juego como una inesperada sorpresa, un giro brutal de los acontecimientos o la aparición de un enemigo formidable. Pero para hablar de Dishonored, posiblemente la mayor sorpresa que me llevé durante el pasado 2012, soy incapaz de quedarme con un único momento y para ello necesito explayarme a gusto con un capítulo entero del juego. ¡¡ATENCIÓN SEÑORES!! Si todavía no han jugado a Dishonored, este texto contiene spoilers de los gordos, así que si quieres seguir leyendo lo haces por tu cuenta y riesgo, renunciando así a tu derecho a pataleo en los comentarios por haberte destripado una parte del juego. Hablemos pues del Momento Ilustre de nuestro GOTY 2012: la fiesta de Lady Boyle.

DishonoredCuando descubrimos que el Lord Regente tiene un rollete con una de las hermanas Boyle no dudamos presentarnos en plan Mecano a la fiesta de disfraces que tiene organizada pese a la existencia de un misterioso asesino que está eliminando a los personajes más relevantes de la ciudad, pero la clase alta de la ciudad no puede quedarse sin sus saraos con champán y doritos.

Tras llegar a la zona y toparnos por primera vez con los Tallboys, la cosa no empieza a ponerse seria hasta que no nos conseguimos una invitación al guateque de las Boyle y nos metemos dentro de la mansión directamente por la puerta principal. Y entonces, entre decenas de ricachones enmascarados, el juego nos da un respiro. Por primera vez desde que escapamos de prisión podemos pasear a nuestras anchas, hablando con los invitados y emborrachando a las mujeres para así averiguar cual de las tres hermanas se está trajinando al Lord Regente…

…o no… También podemos cargarnos sin miramientos a las tres hermanas, así prescindimos de la charlita con los invitados, ya que Corvo no parece ser un tipo muy locuaz. También podemos seducirla y asesinarla en el dormitorio o engañarla para que acuda por su propio pie al encuentro de un admirador algo enfermizo. Todo ello con la travesura añadida de poder dejar nuestra firma en el libro de visitas de la fiesta, dejando constancia de nuestra presencia para atormentar a nuestros enemigos.
Dishonored Lady Boyle
La fiesta de Lady Boyle representa el punto más alto de Dishonored, un capítulo que demuestra de forma excepcional que los juegos en primera persona pueden ofrecer bastante más que pegar tiros sin dejar a nadie con vida. Únicamente se nos plantea la situación de acabar con Lady Boyle y seremos nosotros los que elegiremos la vía que más se ajuste a nuestro criterio, sin recurrir niveles pasilleros, puzles de puertas y palancas ni QTE’s. Todo un Momento Ilustre.

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