¿Cómo era el Zelda ese?

Escrito por en Artículos - 18 octubre, 2012

Eh, tíos, necesito ayuda. Estoy intentando acordarme de un Zelda y no me sale el nombre. A ver si me podéis echar una mano porque llevo días dándole vueltas. Veo pinceladas sueltas, recuerdo momentos del juego y no consigo ponerle nombre a todo esto. Me está matando porque recuerdo que es mi favorito, con mucha diferencia. Me atrevería a decir que es el mejor de la saga.

A ver, os cuento. Recuerdo que el mapa era muy pequeño para ser un Zelda. Nada de largos paseos a lomos de Epona por la pradera de Hyrule. Sí que se repetían ciertos lugares comunes: el poblado inicial en el que aparece, las tiendas, esa vidilla en las conversaciones con la gente, un castillo tomado por el mal y rodeado de un ambiente muy podrido, el lago… ¡Coño! ¡El lago! Ahora me acuerdo de cómo un bicho con pinta de rape brotaba del lago y se comía a la novia de Link. Dentro de él había una mazmorra y había que resolverla para… ¿Cuál decís que es ese? ¿El Ocarina of Time? Mierda, no. Yo hablo de otro. Pero estoy seguro de que había una mazmorra dentro de un pescao…

Bueno, da igual. Recuerdo que los objetos también estaban estupendamente utilizados. Siempre me pasa algo con los Zelda: recojo objetos que se usan en zonas y situaciones muy concretas, me hacen el servicio en la mazmorra donde los he encontrado y, como no tienen más utilidades, me olvido de ellos.  Luego, después de horas sin usarlo, me encuentro con un problema que solo puede resolverse con el objeto en cuestión y me quedo bloqueado. Suelen ser cañas de pescar, tipos de bomba muy concretos, canciones o tarros con líquidos, pero me pasa también con otros ítems.

En cambio, en este Zelda que os digo, no me pasó ni una sola vez. Los objetos no se salían mucho de lo habitual en la saga: uno para saltar, otro para disparar, otro para levantar objetos, otro para prender fuego… Como siempre, solo podías llevar equipados unos pocos y tenías que ir rebuscando en el inventario cada vez que necesitabas cambiar, pero se manejaban de una forma mucho más intuitiva.

Y vaya mazmorras tenía, ojo. Un salto de calidad. Parecía que cada mazmorra era un personaje más, y que los puzles, el diseño y las mecánicas fluían para adaptarse a la narrativa. En ellas los objetos y habilidades de Link se adaptaban, se combinaban y adquirían nuevos usos. Exprimía mucho más el inventario.

Los bosses tenían el formato de toda la vida, eso sí: había que usar uno o dos objetos para aturdirlo o destapar su punto débil y después golpearlo varias veces.

El plataformeo tenía bastante protagonismo. Ahí también mejoraba sensiblemente. Reconozcámoslo, el salto automático de Link al llegar al borde de una plataforma es incómodo. Muchas veces no sabes si has caído al vacío porque has calculado mal o porque realmente no se puede alcanzar el otro lado. En el Zelda que os digo esto cambiaba. Gracias a eso se podía permitir unas fases de saltos mucho más rebuscadas.

¿Nada? ¿No os suena? Joder, yo lo tengo casi en la punta de la lengua… Recuerdo también que tenía golpazos geniales de humor. Casi puedo ver a Link con su mochila, sus gafas de aviador y sus insignias de boy sco… Ah, calla. Ya lo tengo. Psychonauts. Vaya confusión más tonta ¿no? Perdón. Gracias por la ayuda, de todos modos. Un abrazo.

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