¿Bárbaro, Enano o Amazona?

Retro Amor: Golden Axe

Escrito por en Retro Amor - 22 mayo, 2012

Por una vez, cambiaré mi tónica sobre los Retro Amores y por una vez no elegiré un juego que necesita ser recuperado del olvido y que los que lo jugaron recuerden sus cualidades. Hoy no. Hoy me apetece hablar de un juego sobre el que todo aquel que dice que le gustan los videojuegos debería haber echado más de una partida en cualquiera de sus múltiples conversiones. Hoy me apetece hablar de Golden Axe.

Si hay un género que marcó el paso de los 80 a los 90 ese fue el beat’em up. Las cabinas de juegos como Double Dragon, Dragon Ninja, las Tortugas Ninja, Final Fight o The Simpsons siempre estaban rodeado de chavales, fuera jugando, esperando turno o simplemente mirando, a ver si conseguían ver alguna pantalla más allá de la que habían llegado con sus cinco duros. Y Golden Axe brillaba con luz propia entre esos títulos al incluir el factor de la fantasía épica, algo que también encantaba a una generación cuyo mayor objeto de deseo tuvo el Castillo de Grayskull.

El inevitable Galious y sus Guitarritas

¿El bárbaro, la amazona o el enano? Esa era la elección que se nos planteaba nada más introducir la moneda. A pesar de no haber demasiadas diferencias a nivel de combate entre uno y otro, la magia era la que decidía el personaje a elegir: si nos decantábamos por el simpático enano, a las pocas partidas ya nos daríamos cuenta que la magia del rayo era la más débil de las tres, y, sobretodo, mucho menos espectacular que la magia de fuego de la Amazona. ¿Quién no quedó absolutamente maravillado al ver a ese grandioso dragón vomitando fuego por la pantalla por primera vez?

 

Esto es lo que pasa al mezclar hidromiel élfica con aguardiente troll…

Quizás por eso, los que iban de “pros” del Golden Axe elegían a Tyris, y también por ello se transformaban en unos depredadores voraces de pócimas, perdiendo el interés por el enemigo cada vez que un enanito con un saco cruzaba la pantalla, acudiendo raudos a patearlo para que soltara su preciada carga. Pero también había dos indicativos más para conocer a alguien curtido en la batalla contra Death Adder (no confundir con Black Adder): acertar con el ataque especial (ese molinillo con la espada de Ax y Tyris y esa voltereta rara de Gilius), ataques especiales que podían parecer algo erráticos e imprecisos pero efectivos, y el último indicativo era el uso (y abuso) de “la estocada”

 

Death Adder VS. Black Adder

“La estocada”… Correr, saltar y ataque, con lo que el personaje caía sobre un enemigo con el arma apuntando hacia el suelo. Ese era el ataque más espectacular de Golden Axe (sin contar las magias, claro), casi tan mítico como el codazo de Double Dragon. Matar a los dos gordacos del primer nivel solo a estocadas demostraba que éramos un jugador curtido y que nuestras iniciales estaban bien puestas en el panel de puntuación. Más aún si no nos habíamos hecho un lío con el lorosaurio ese que se gira cada vez que ataca.

 

El Lorosaurio y los gordacos

Otro punto fuerte de Golden Axe eran las monturas. El lorosaurio (por lo visto se llama “cockatrice”, un nombre tan feo como el bicho en sí) no tanto pero, cuando en el segundo nivel, aparecen los dos primeros dragones los ataques se centran en el jinete para poder arrebatarle por las malas al reptiliano corcel. Pocas cosas hacían sentirnos tan poderosos como poder controlar a una bestia que escupe fuego contra nuestros enemigos y pocas cosas tan gilipollas como caernos, montura incluida, por el foso que encontramos en la tercera fase. Todos nos hemos caído ahí… Y seguro que más de una vez…

 

MILES de guerreros y dragones yacen al fondo de este abismo

Supongo que ya os habréis dado cuenta: me sé de memoria el Golden Axe. Sus fases, sus enemigos, sus bosses, cuando vienen duendes con pociones, cuando se abren esas puertas y aparece un caballero con armadura, cuáles son las tumbas que se abren y aparecen esqueletos… He perdido la cuenta de las veces que me lo he pasado, tanto solo como en compañía, tanto en Arcade como en Megadrive y mediante emulaciones varias, de las veces que he visto como en ese pergamino se trazaba el camino seguido para llegar al castillo de Death Adder, con las paradas en pueblo tortuga y el cementerio águila, de la cantidad de veces que he visto como sinuosas serpientes formaban el cuerpo de ese prodigioso enemigo que es Death Adder y ver como es la propia Golden Axe quien le siega la vida. Y no nos olvidemos de ese absurdérrimo final, tan solo superado por el de Monkey Island 2 a nivel de rareza y meadas fuera de tiesto…

Si han pasado más de 5 años, no es spoiler. No jodáis…

Visto desde la distancia, es curioso como con un puñado de fases, poco más de media docena de enemigos y unos garabatos entre fase y fase, Golden Axe nos presentaba un mundo mucho más apetecible e interesante que la mayoría de híper-detallados universos que se despliegan ante nuestros ojos en multitud de juegos actuales. Sin necesidad de explicarnos quién es ese Alex que llega cojeando ante nosotros nada más empezar la aventura, solo ver como un garrulo con una maza lo asesina delante de nuestros ojos ya aportaba la suficiente carga emocional como para pedir venganza sin necesidad cinemáticas, introducciones, códices ni charlas con PNJ’s.

 

Con ver correr unos aldeanos de unos tipos como éstos nos bastaba para inventarnos la película

Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para dedicar un ratito a Golden Axe. Si aún conserváis una MegaDrive, no veo mejor excusa para ponerla en marcha. Si no, seguro que no os costará encontrar cualquier versión de este clásico de Sega para echar unas partiditas, solos o acompañados. Seguro que nadie se arrepentirá de hacerlo…

A mi querido GAME:

Muerte y videojuegos