flow

Escrito por en Indiegencias - 14 febrero, 2012

Uno de los jueguicos indie que más me marcó y que a la postre hizo que me interesase por ellos fue sin duda esta joya flash llamada flow. Gracias a esta obra y a Cloud, los señores Jenova Chen  y Nicholas Clark se hicieron un huequito en el mundo del videojuego, en el que pasasaron posteriormente a publicar para PlayStation 3. En flow nuestro objetivo es el de convertirnos  en un ser acuático fuerte y sanote a base de alimentarnos de otros entes  que pululan alrededor nuestra, pudiendo así avanzar a niveles más difíciles en los que encontraremos animalicos más grandes.

Su manejo es simple y te haces con él a los pocos segundos de empezar, ya que todo se controla con el ratón. Con el botón izquierdo controlamos la velocidad de nuestro personaje y con el movimiento del ratón la dirección que queramos tomar. flow fluye a ratos, pero siempre de manera agradable, lo mismo nos pasamos un rato nadando tranquilamente y observando lo que sucede a nuestro alrededor que nos embarcamos en una persecución a toda leche en busca de una presa… eso si no somos nosotros los perseguidos, claro está.

Si obviamos el punto de vista biológico del asunto y pensamos que flow no es más  que un videojuego, este me sugiere una lectura una vez llegada la última  fase. Cuando nos pasamos el juego, si hemos acabado con todos los otros organismos, no aparece nada que te indique que has terminado el título, ni un game over, rien de rien. En la pantalla solo quedamos nosotros y la inmensidad submarina. Hemos acabado con todo, hemos -literalmente- devorado a nuestro entorno sin dejar ni pizca. Esto, que a más de uno podría parecerle una soplapollez, a mi me marcó bastante la primera vez que lo jugué. Me explico:

El avanzar de fase en fase puede hacerse de dos maneras, una, empepinando a nuestro avatar sirviéndonos del alimento que nos proporcionan otras especies, y dos, con un poquito de pericia, buscando la puerta de entrada al siguiente nivel esquivando a los enemigos no hostiles o alimentándonos de los mismos sin llegar a matarlos. Del mismo modo en que muchos seres vivos tienden a destruir para poder construir, en flow, si queremos llegar en condiciones al final, conviene crear un personaje fuerte para afrontar a las inmensas y abisales mantas que nos aguardan, pero ¿qué ocurre si nos pasamos tres pueblos en el proceso? Básicamente que arrasamos con todo, haciendo las veces del supuesto caballo de Atila. Da igual que volvamos a subir a niveles anteriores, la vida en las capas altas no se vuelve a regenerar al haber devastado todo nuestro hábitat natural minutos antes. Esto llega a un punto en el que, si bien es cierto que algunos enemigos nos atacan y que una defensa ante los mismos podría estar justificada, también encontramos a otros seres de nuestra misma especie, los cuales son igualmente comestibles que los demás, proporcionando mejoras a nuestro organismo. En una analogía con lo que podría pasar en el mundo en el que vivimos (algo rebuscada, porque no solemos matar “directamente”, los del primer mundo somos mucho más sutiles), podemos incluso acabar con nuestros iguales para así tener una vida mejor. ¿Genial, verdad?

¿Merece la pena tener todo, todo, todo? ¿A cambio de qué? ¿No podemos conformarnos con lo justo y necesario hasta llegar a un final digno? ¿De qué servirán los excesos actuales si en el futuro no tendremos un carajo en nuestras casas?

Las respuestas a esas preguntas para mi también son flow.

Tráiler de If I Were in a Sealed Room With a Girl, I'd Probably XXX

Midas