Yo me arrepiento...

Escrito por en Artículos - 5 octubre, 2011

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A lo largo de nuestra triste vida como videojugadores cometemos muchos errores. Algunos nos llevan a destrozar mandos contra el suelo (hola Demon’s Souls), otros a invertir cientos de horas en poco más que chats multitudinarios con muñecos que suben de nivel (hola mayoría de MMOs gratuitos) y otros más a comprar algunos juegos que preferiríamos habernos metido por el mismísimo culo antes que pagar por ellos. En este artículo, que me sugirieron vía tumblr, voy a hablar precisamente de este último caso: de los que juegos que me han hecho arrepentirme profundamente de su compra y querer enviárselos de vuelta a sus desarrolladores dentro de una caja de cartón con una buena mierda.

blob
de Blob 2
El primer de Blob para Wii me encantó. Me lo pasé como un enano con él corriendo, saltando, pintando, rodando y, sobre todo, extendiendo mucho funk por todos esos barrios grises que pedían a gritos una mano de pintura. Por ese motivo cuando salió la segunda parte y conseguí librarme de unos cuantos juegos que tenía entre manos, acudí al señor Amazon y me lo compré por mis buenos treinta euros. Lo peor no fue el juego, que como dije en mi análisis me pareció muy mediocre, lo peor fue que poco después de llegarme a casa ya estaba a diez míseros euros. Supongo que a todos nos tiene que pasar eso alguna vez…

noire
Poca explicación necesita este caso, ¿no? El juego salía el mismo día de mi cumpleaños, así que entre eso y que venía avalado por el sello de Rockstar, se me ocurrió la brillante idea de sugerirle a mi querido señor padre que L.A. Noire sería un regalo cojonudo. Huelga decir que pocas veces un regalo de cumpleaños ha intentado matarme de aburrimiento con tanta fuerza como este. El juego me pareció un auténtico coñazo con un guión del montón, unos personajes mediocres, unas mecánicas lamentables y terriblemente forzadas, y eso sí, unas caras fabulosas y geniales que se mueven mucho y tienen mucha expresividad. ¡Qué bien mentía la gente en esta época!

asd
Pasamos del peor regalo de cumpleaños de mi vida, al peor regalo de navidades de mi vida. «No borres tus partidas guardadas de Baldur’s Gate 2. Podrás seguir la aventura en Neverwinter Nights«, rezaba una de las pantallas de carga de mi nunca suficientemente amado Baldur’s Gate 2. ¡Y UNA POLLA PA’ TO’ MI BOCA! Por aquel entonces yo no compraba revistas de videojuegos ni leía blogs ni absolutamente nada. Yo leí ese letrero y me pedí el maldito Neverwinter Nights por los Reyes Magos, descubriendo para mi sorpresa y horror, que el juego de marras tenía gráficos poligonales, un máximo de un acompañante y una campaña principal que era una auténtica basura. Que sí, que el online está muy bien, pero yo no quería eso.

muscle
El primer juego de WiiWare que me compré resultó ser una puta mierda que por no ser no era ni gracioso. Ver a los culturistas hacer poses y mariconadas resultó ser divertido los diez primeros minutos, después se convertía en una cosa muy fea y frustrante que, para más inri, se podía «trampear» muy fácilmente. Así que tras media hora las opciones eran seguir sufriendo una mecánica que te exige unos reflejos inhumanos, o aprovecharse de un pequeño fallo que convierte el juego en un paseo. Ni que decir tiene que opté por la tercera opción y mandé a tomar por culo el videojuego en cuanto me terminé las tres fases que tiene.

glande
«¿Pero qué juego es este?», se estará preguntando más de uno. Queen The Eye es la respuesta, queridos amigos. Un juego de mierda que resultaba una auténtica tortura de manejar, pero que incluía una montón de mezclas de temas de Queen muy raras. Yo, que cuando salió al mercado sin pena ni gloria era un imberbe (más aún) con siete mil pesetas frescas en el bolsillo, lo vi y me lo compré como me podía haber comprado cualquier otro capricho. Nunca me arrepentí tan rápido de nada en toda mi vida. Por suerte sigo conservando la cajita con sus cinco CDs y por lo visto está bastante cotizado, así que no lo venderé nunca, pero me servirá para ponerle los dientes largos a los fans de Queen. ¡JA!

Me corro

La Pseudo Tira #3