¡Monos al poder!

Escrito por en Artículos - 11 abril, 2011

Alex Kidd
En realidad no sé si se trata de un mono o de un cruce entre Curro Jiménez y el Príncipe Carlos de Inglaterra (sus prominentes pabellones auditivos le delatan), pero le incluyo en la lista. Si no es un mono, no me lo digáis; he vivido engañado durante más de veinte años y soy feliz pensando que Alex Kidd es un niño-mono. En fin, la vida no ha tratado bien a Alex. A finales de los 80 lo tenía todo… Sega confío en él y las Master System comenzaron a venderse como churros. Los niños le adoraban y su futuro, con una 16 bits horneándose en los talleres de Sega, no podía ser más prometedor. No obstante, la bigotuda mascota de la compañía rival vendía más y sus juegos obtenían mejores puntuaciones en Hobby Consolas (la Biblia). Alex disfrutaba de días de fortuna y gloria, quemando pasta, consumiendo coca y follando pasándoselo de puta madre muy bien con furcias señoritas que fuman… pero Sega quería más y no vió con buenos ojos ceder su futura mega consola de 16 bits a un niño-mono tan poco ambicioso. Un buen día, el director de Sega llamó a Alex Kidd a sus oficinas y le destituyó como mascota. Kidd nunca logró superar que él, un mono remolón con patillas remolonas, había sido sustituido por un erizo hiperactivo. Su juego de 16 bits, AK in Enchanted Castle, fue eclipsado por la fogosidad de Sonic y su popularidad decayó hasta tal punto que, para su último título en solitario, tuvo que recurrir a un ninja (ni más ni menos que el mismísimo Shinobi) como reclamo. Jamás se recuperó del susto y hoy en día malvive de donaciones y apariciones en los torneos de tennis y karting que organiza el erizo… al que por cierto tampoco le van las cosas bien; pero eso es otra historia.

Kongo (Monkey Magic)
Kongo es como Son Goku; pero en vez de ser medio mono, es un mono completo. En lo que se refiere al resto, son prácticamente iguales. Ambos provienen de la TV, emplean un bastón mágico como arma, viajan abordo de una nube mágica (la de Kongo deja una estela de arco iris) y viven en un universo de corte japonés poblado por dragones mágicos, seres celestiales mágicos y mágicos villanos… todo muy mágico. Su única aparición videojueguil es aquel plataformas desarrollado por Sunsoft que salió para Playstation hace ya un par de lustros y pico. No era una castaña, pero tampoco demasiado destacable. Vaya, que no era mágico.

Sten (Breath Of Fire II)
Este protagonista secundario de Breath of Fire II mola por varios motivos. Tiene un aire a lo David Carradine en Kung Fu; en su día fue un guerrero (no exactamente shaolin) de prestigio y acabó vagando por la Tierra con el fin de ayudar al prójimo de forma desinteresada. En su caso, Sten se vio inmerso en la batalla que se desató entre su clan, liderado por Ryu, y la Iglesia; adoradores de un terrible Dios que aguardaba en las profundidades de la Tierra el día de su resurrección. Breath of Fire II (y secuela) es recordado por su extrema dificultad y por pertenecer a esa hermosa generación de RPG’s que parió la Super Nintendo. No es tan rematadamente genial como Chrono Trigger, ni posee una historia tan fantabulosa como Terranigma y ni siquiera ha envejecido tan bien como otros títulos de su quinta; pero su sistema de juego escondía curiosidades (mejoras mediante fusión de personajes y polladas cosas por el estilo) y su argumento, una auténtica cruzada contra las religiones, hacía gala de una notabilísima mala leche.

Sun Wukung (The Monkey King: The Legend Begins)
¿Nos toman el pelo o qué? ¿Otro niño-mono armado con bastón que viaja abordo de un nuvol Kinton? ¿Hasta cuándo va a durar esto? ¿Son Kongo, Son Goku y Sun Wukung un mismo mono? Muchas son las preguntas que me hago y pocas son las respuestas que halló. Y la verdad, ello no impide que concilie el sueño. Tomaduras de pelo al margen, este juego de Wii es la recurrente puesta al día de los matamarcianos de scroll lateral… vaya, que en vez de nave tenemos al niño-mono de la nube y listos. Acción directa sin rebanarse los sesos y una apuesta agradable para el jugador tradicional.

Monkey, the hero
Otro niño-mono que reparte estopa… en este caso no es un clon de Dragon Ball sino del orgásmico Zelda: A Link to the Past de SNES. Aunque su presencia era habitual en las estanterías de los comercios, pasó bastante desapercibido ante el aluvión de RPG’s que parió PSX; muchos de ellos títulos de mayor calidad y entidad que éste. Sobre Monkey, su protagonista, sabemos que es el Elegido (sic) para restablecer el orden en el Reino de los Sueños (sic) y acabar de una vez por todas con el Reino de las Pesadillas (sic) y su malvadísimo Rey de las Pesadillas (sic). Todo muy original (sic)… incluso el nombre del protagonista (sic).

Monkey (Enslaved)
Ya sólo por sus pintas de macarra y sus aires agresivos a lo Wolverine, este hombre-mono da mal rollo. Es un temible contrincante en la lucha cuerpo a cuerpo, su agilidad es prodigiosa y tiene la virtud de aprovechar al máximo todos los recursos disponibles para salir de situaciones complejas. Su compañero de farra es Trip y sus enemigos los robots. A diferencia del citado Lobezno, Monkey no posee poderes mutantes ni huesos de adamantium. Es más, aunque farde de nombre, ni siquiera es medio mono… de hecho es todo un tiarrón como Tarzán, un huérfano criado en la selva. Un salvaje, en definitiva.

Esos monos tocapelotas con ganas de dominar el mundo…

Análisis: Mass Effect 2: Arrival

Mercadillo Ilustre Vol. 94