Impresiones: Bulletstorm

Escrito por en Artículos - 29 enero, 2011

preview bulletstorm

En unas fechas en las que muchos lo están flipando con Dead Space 2, otros tantos apuestan por lo indie con Magicka y una minoría hace maniobras propias de una peli de Catherine Zeta-Jones para probar antes que nadie Catherine, van y sacan una demo de Bulletstorm. Una puta demo de Bulletstorm. Después de ver tanta locura y lulz por píxel cuadrado en los vídeos que han colgado últimamente, ¿a quién se le ocurriría jugar a todo lo anterior? ¿Qué escoger, desmembrar estratégicamente o meter un petardo por el culo a un enemigo? ¿Lanzar hechizos o disparar ebrio a un montón de cosas borrosas que pasan por la pantalla? Yo anoche, la verdad, lo tuve bastante claro.

Bulletstorm es el enésimo FPS que llega a nuestras consolas y PCs, lo sé. Esta generación no podría ser más cansina con el género de marras, pero es lo que nos toca (y si no, pues hay que tirarse hacia lo independiente, que también está de moda). Sin embargo, el título de Epic y People Can Fly quiere desmarcarse con una jugabilidad digna de un hack and slash trasladada a la vista en primera persona. Digamos que es como si a Devil May Cry o a Vanquish le hubiesen cambiado la perspectiva y mantuviésemos ese frenetismo y velocidad, combos incluidos; como si a Mirror’s Edge le metieran más tiroteos y un buen montón de armas, sin quitarnos la libertad de movimientos. Eso es Bulletstorm, ni más ni menos.

bulletstorm

En la demo, que está disponible tanto en la PlayStation Store como en el bazar de Xbox Live, únicamente podemos catar un nivel en el que el título intenta darlo todo para demostrar su potencial. El modo de juego se llama Flash-Back, y consiste en llegar desde un punto a otro del escenario en el menor tiempo posible y consiguiendo el máximo de puntos que logremos rascar. En el mapa, además de un buen puñado de enemigos, se disponen una serie de “zonas clave” que tendremos a nuestro favor para acabar con todo lo que se cruce en nuestro camino: cables electrificados para chamuscar al personal, clavos para empalarlos, huecos que dan al vacío para lanzarlos… Como dicen, en la variedad está el buen gusto, y parece que a Bulletstorm le sobra.

Para llevar a cabo la matanza contamos con un arsenal bastante apañado compuesto por un rifle de asalto, una especie de lanza-cadenas con granadas en los extremos y una pistolita, además de un látigo con el que logramos atraer a los enemigos hacia nosotros para que leviten a cámara lenta y nos cebemos con ellos. También podemos endiñar unas buenas patadas al más puro estilo Duke Nukem, con las que obtendremos el mismo efecto que con el látigo y mandaremos al carajo al pobre que se acerque demasiado. Saber combinarlo todo es la clave en este título, puesto que seremos mejor recompensados si conseguimos una mayor variedad en las muertes. Lo mejor es que no es nada complicado hacerlo, puesto que el control está muy, pero que muy bien implementado. Rescato una frase del gran Jaime San Simón (slyjss) que leí el otro día en su Twitter y que viene que ni pintada: “Una partida de Bulletstorm en que no descubres una nueva forma de matar es una partida desaprovechada. Acabo de descubrir ‘Borracho’.”

¿Y qué hay de malo en todo esto? Pues, dependiendo de cómo se mire, lo “scriptado” del proceso; es decir, que todo está automatizado. Los enemigos siempre van a estar en la misma posición y van a salir de los mismos lugares para hacer movimientos parecidos. Si nos gusta, es posible improvisar en cada partida para acabar con ellos de abundantes formas, pero también podemos conseguir hacer el camino siempre de la misma manera si tenemos maña y se nos da bien el asunto. Esto, que en principio puede hacer que la rejugabilidad se vuelva bastante cansina, consigue un efecto totalmente contrario. Bulletstorm está diseñado para que compitamos contra los demás a través de leaderboards de las que tanto gustan a Andresito, y os aseguro que es un pique importante. Al conocer qué va a ocurrir a nuestro paso, lo único que necesitamos hacer es mejorar nuestra marca a base de descubrir nuevas combinaciones para acabar con la peña lo más rápido posible, cargándonos a varios enemigos a la vez o haciendo unas cuantas perrerías consecutivas al mismo personaje para sacarle todo el jugo antes de que muera. Un título digno de una competición ilustre, vaya.

bulletstorm

De la demo no se puede sacar nada más, salvo que desbloquea objetos especiales para el juego completo. La campaña no puede ni olerse, aunque imagino que tendrá una historia al nivel de las de Gears of War: nula. De todas maneras no le hace ni falta, pues seguramente será una excusa para liarla parda en los diferentes niveles que se liberarán en Anarquía o Flash-back, modos que con total probabilidad serán los que más chicha tengan por eso del online. También será un puntazo a favor la posibilidad de multijugador cooperativo, que puede ser brutal si hay una compenetración importante entre los jugadores para hacer combos. Cuando tengamos el título entre manos veremos si eso último funciona como debe.

Bulletstorm es un buen intento para dar la vuelta de tuerca que necesitan los FPS de esta generación. Sigue siendo otro shooter más para la inmensa lista que puebla las estanterías de las tiendas, pero al menos tiene la decencia de ir vestido con otro traje que no es igual que el de sus compañeros. Yo personalmente os animo a probar la demo, que es gratis, divertida y desafiante como pocas. Si sois del tipo de jugador que todavía tienen ganas de pegar unos tiritos en consola os va a gustar bastante; si estáis hasta los cojones de las pihtolitah, al menos dadle una oportunidad, porque puede que os sorprenda. Aunque sea, hacedlo por su padrino, Cliffy B., y por ver cómo se eleva un cuerpo hacia el cielo con un cohete metido por el cerete para después verlo reventar. Impagable.

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