La Dragonlance se estrelló en las consolas

Retro ¿amor?: Heroes of the Lance

Escrito por en Retro Amor - 12 mayo, 2010

Sí, está bien escrito y no sobran los interrogantes de ¿Amor? A veces da la impresión que todo tiempo pasado fue mejor y que todos los juegos de los sistemas de 8 y 16 bits eran la polla en verso. Nada más lejos de la realidad: había multitud de porquería pixelada con el agravante que no estaba ahí internet para avisarte. Os presento una castaña pilonga que me comí con cáscara y pelos con mi Master System: Heroes of the Lance.

Una de mis debilidades es la fantasía épica: cualquier juego con caballeros andantes, dragones, elfos, enanos o bárbaros (si son musculosos y aceitosos mejor) en la portada tiene muchas posibilidades de acabar en la estantería (le tengo ganas hasta al Lair de PS3). Por ello, cuando vi un juego que incluía las reglas de AD&D e inspirado en el primer libro de las Crónicas de la Dragonlance supe que había encontrado mi futuro juego favorito…. Al menos eso pensaba…

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Hace más de 15 años, era incapaz de resistirme a una portada como ésta

Por si fuera poco, las capturas de la caja enseñaban unos gráficazos, cercanos al poder de la MegaDrive, con sprites grandes y coloridos. La búsqueda de los sagrados discos de Mishakal en las ruinas de la antaño próspera ciudad de Xak Tsaroth nunca había parecido tan apetecible.

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Visto así, mala pinta no tiene

Una de las características de los RPG de la época era la vista en primera persona y la exploración de complicados laberintos, siendo muchas veces necesario una libreta cuadriculada, lápiz y goma de borrar para trazar un mapa y así orientarnos. En Heroes of the Lance se innova con una vista lateral en tercera persona y, a pesar de manejar 8 personajes a la vez, solo veíamos en pantalla al primero de la “fila”. Cuando nos encontrábamos con un enemigo, cambiábamos a modo combate (solo reconocible por la palabra “combat” que aparecía sobre la brújula) y empezábamos a luchar de una forma bastante ortopédica. Mientras solo atacábamos con un personaje, si el enemigo nos golpeaba, todos nuestros “héroes”  recibían daño, que disminuía según su posición en la “fila”. Un sistema de combate que se supone comparte el sistema de reglas de AD&D, pero yo no le veo ningún tipo de semejanza.

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Como mago será la hostia, pero con un golpe lo mandan al otro barrio

Con ese sistema de daño masivo, no es de extrañar que la proporción de enemigos derrotados/personajes muertos tendiera a 1/1. Quizás el sprite que más se repite es la lápida que aparece cada vez que un “héroe” fallece. Pero nos preocupemos, la Sacerdotisa buenorra Goldmoon puede curar heridas y resucitar a los caídos de forma ilimitada desde el principio del juego.

¿Qué sentido tiene eso? En la mayoría de RPG’s la magia de resurrección no aparece hasta que llevamos un buen puñado de horas de juego. Sencillo: Heroes of the Lance es el único “RPG” donde no avanzábamos de nivel, mejoraremos nuestras habilidades o adquiriremos mejoras de armas y equipo. Nuestro grupo de personajes permanecía invariable desde el inicio hasta el final del juego.

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Si te matan a la rubia, ya puedes dar la partida por finalizada

Todas estas cosas podrían pasar por alto si Heroes of The Lance fuera un juego dinámico y entretenido, pero no es así. Xak Tsaroth es la ciudad mas aburrida, gris y sosa que he visto en un videojuego. Tan sosa que la falta de elementos característicos hace que sea muy difícil orientarse, más aun cuando la brújula cambia de sentido de forma aparentemente errática cada vez que traspasamos una puerta o túnel. Eso hace que la búsqueda de la dragona negra Khishant, custodia de los Discos de Mishakal, sea más una cuestión de fe y suerte que de exploración.

Echad un ojo a este video para ver la brújula loca en acción, la impresionante banda sonora y los inexistentes efectos de sonido. Normal que muchas veces utilizaramos el hechizo Kamikaze de Raistlin el mago, devastador pero muy poco espectacular gráficamente, y así mandar el juego a tomar por culo, hastiados de pasear por los anodinos corredores de la ciudad subterránea. Pero hay algo que, en el fondo, me consuela algo: la versión de NES es mucho peor…

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Cosas como ésta dan mala fama al Nintendo Seal of Quality

Y lo que es más preocupante: tuve la suficiente paciencia para acabarlo. Derroté al dragón final aprovechándome de un glitch y conseguí los preciados Discos. El final, como el resto del juego, era una puta mierda… Nostalgia ¡los huevos tuyos!

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