Top 10: Shmups

En los comienzos de este hobby que tanto amamos y en el que tanto tiempo empleamos, existía un género capaz de acaparar la atención de todo el mundo, de reunir en los salones recreativos a decenas de jóvenes ansiosos de acción y hacerlos sentir los salvadores del mundo. Con el tiempo fueron perdiendo protagonismo en pos de nuevas experiencias más frescas y novedosas, pero en mí corazón siempre habrá un hueco para ellos. A continuación el particular top ten de shoot´m up´s de un pimpollo que en un lejano verano se enamoró de estos juegos observando largas partidas al R-Type II, bocadillo de chorizo en mano.

10 – Thunder Force III

Digamos que con los Thunder Force tengo una relación extraña de amor-odio por unos juegos que me traumatizaron más de la cuenta de pequeño, pero con los que el tiempo avanzaba a pasos agigantados sin darme cuenta. A pesar de no ser la entrega más recordada por el público, la tercera parte del título de Technosoft me hizo pasar muy buenas tardes, con un diseño de niveles exquisito y una banda sonora para el recuerdo.

9 – Blue Wish Resurrection Plus

Se me hace rarísimo incluir en un top ten un juego independiente, pero al contrario que otros géneros más vendidos en el presente, los shmups cuentan con una legión de desarrolladores indies que en numerosas ocasiones ponen sobre la mesa un producto que ya quisieran para si muchas compañías. BWR es un ejemplo de ello, con un aspecto técnico muy cuidado y con una inyección brutal de adrenalina que nos pone al mando de distintas naves con las que podremos guarrear de lo lindo entre una masiva cantidad de proyectiles. Muy adictivo.

8 – Soldier Blade

Se trata de un pepinazo de Hudson Soft para la enorme Turbografx, consola en la que podemos encontrar algunos de los mejores shmups 16 bits de la historia. Todos los que sepan apreciar este género saben que dicha consola albergaba auténticas joyitas, entre ellas el enorme Soldier Blade, un juegazo colosal considerado por muchos como uno de los mejores shooters de todos los tiempos. A su interesante dificultad y diseño de los enemigos hay que sumar una banda sonora brutal, con cortes tan memorables como estos.

7 – Hellfire

El caso de Hellfire es especial. No se trata ni de lejos de un shmup a la altura de los mejores, pero la gran mayoría de los aficionados lo recordamos con un cariño especial. La mítica Toaplan, desarrolladora detrás de otros matamarcianos como Truxton, Zero Wing, Batsugun o Twin Cobra nos regaló un título bastante jodido, que aunque no destacaba especialmente por sus gráficos, supo añadir interesantes novedades en la jugabilidad. De nuevo nos encontramos ante otro shooter con un una cojonuda banda sonora, y es que si hay algo que casi todos estos juegos tienen en común es la contrastada calidad sonora que presentaban.

6 – Mushihime Sama

El infierno en forma de videojuego. Mushihime cuenta con el respetable título de ser uno de los shooters más difíciles a los que un jugador pueda enfrentarse. En su máximo nivel de dificultad se trata de todo un espectáculo visual capaz de dejarte embobado con una armónica exhibición pirotécnica, atrapándote sin remedio, y es que aunque sepas lo poco que vas a durar planeando por sus mundos, no puedes dejar de intentarlo y dejarte la vista buscando mínimos recovecos en los que salvar tu vida. La mano detrás de este querido juego es Cave, sin duda alguna una de las mejores desarrolladoras del género que aún siguen activas.

5 – Gigawings 2

Publicado por Capcom y realizado por Takumi y GeneX Corp, Gigawings nos transporta a un mundo steampunk plagado de inmensas fortalezas aéreas que debemos sortear para ir abriéndonos paso hasta un boss final que puede entrar dentro de cualquier top de malos cabrones. El sistema de escudo reflector que incorporan las naves le da un toque estratégico bastante interesante que nos obliga no sólo a tener cuatro ojos y a tener habilidad a la hora de movernos, sino que también nos empuja a utilizar este elemento como una ayuda fundamental para salir victoriosos y conseguir una puntuación respetable.

4 – Psyvariar 2

Psyvariar es un shmup que se sale de la tónica general para ofrecernos una mecánica de juego cuanto menos curiosa, en la que prácticamente no debemos parar de movernos, ya que de esta manera nuestra capacidad de fuego se incrementa y podemos tanto realizar los famosos buzzs para repeler proyectiles y  conseguir puntuaciones más notables. También con una banda sonora muy interesante y unos gráficos respetables, Pysvariar 2 de SKONEK Entertainment se sitúa entre aquellos shooters que la mayoría no ve como uno no de los mejores, pero muy apreciado por los que encontraron en él una jugabilidad muy experimental y distinta.

3 – R-Type III

Esta va por Adol3. El juegazo de Irem sigue gozando de una gran fortaleza, con una de las naves más queridas por los seguidores, y es que esa mítica R-90 bien lo vale. Con una jodida dificultad, genial diseño de bosses y un ritmo vertiginoso, R-Type III se ganó la envidia de los segueros, que tuvimos que ver como Super NES se llevaba un port bastante interesante de dicho shmup. Pero como por ahí dicen estos especímenes, la Mega Drive contaba con Thunder Force, pero hamijos, no os dejéis engañar, R-Type le patea el culo salvajemente a la saga de Technosoft.

2 – Dodonpachi

Otro colosal juegazo de Cave que llegó en 1997 para abrirse hueco entre los mejores. Aparte de un sistema de puntuación por chains que vicia bastante, Dodonpachi no hizo grandes aportes al género, se trata más bien de un homenaje a los shmups de scroll vertical de toda la vida, con unos gráficos increibles y unos guitarreos fantabulosos. La experiencia que brinda este juego está a años luz de otros representantes, y es que Dodonpachi es el claro ejemplo de cómo coger las bases clásicas de un género y estirarlas hasta el infinito.

1 – Ikaruga

Algunos me apredrearán por no incluir en este top el Radiant Silvergun, pero lo cierto es que si tengo que quedarme con una de las dos obras maestras de Treasure lo hago sin duda con Ikaruga. Una jodida obra de arte queridos. Ikaruga es uno de los pocos juegos que han sabido dar al género un giro de tuerca espectacular, no sólo por su innovadora mecánica y su inmensa profundidad, sino por su sobresaliente aspecto artístico y una experiencia totalmente distinta a lo que habíamos probado antes. Independientemente de que te guste o no el género, Ikaruga debe ser jugado por cualquiera que diga amar los videojuegos, porque aunque os parezca exagerado, estamos hablando de uno de los mejores juegos de todos los tiempos, así de simple. Pasará bastante tiempo hasta que veamos un golpe de efecto tan destacado como el que supo propinar Ikaruga, y todo parece indicar que los únicos que podrían hacerlo de nuevo son los chicos de Treasure.

Hasta aquí mi particular y subjetivo top ten de shmups. Me dejo algunos bastante entrañables, pero así son las listas, desgraciadamente no caben todos y si me dedicara a ampliarla con cada uno de los juegos de este género que amo me extendería demasiado. Espero que hayáis disfrutado con el repaso y descubierto alguna que otra joya que desconocíais.