Space Hulk

Escrito por en Indiegencias - 23 agosto, 2013

space hulk
Space Hulk, como todos deberíais saber, es un juego de mesa de la incombustible factoría Games Workshop, enmarcado en la que posiblemente es su ambientación más interesante: Warhammer 40.000. El planteamiento, muy simple, pone a un jugador al mando de un escuadrón de marines espaciales, y al otro al frente de una jauría de alienígenas capaces de cortar las servoarmaduras de los marines como si estas fuesen tacos de mantequilla. El conflicto, teniendo en cuenta que los escenarios están compuestos exclusivamente de habitaciones pequeñas y pasillos estrechos, es tan inevitable como necesario y divertido. Esto, básicamente, es Space Hulk el juego de mesa. Y esto, para bien o para mal, también es Space Hulk el videojuego de Full Control, que salió a la venta hace tan solo una semana al precio de 28 euros.

Las sensaciones con Space Hulk son contradictorias. Su fidelidad exacerbada al juego de tablero, en lugar de hacerle bien, lo termina lastrando. Las mecánicas basadas en tiradas de dados y el movimiento por casillas tienen un «no sé qué, que qué sé yo» que me fascina, y en Space Hulk no es una excepción. Me encanta ver a mis unidades moverse casilla a casilla por un pasillo estrecho y apuntar su arma al enemigo usando una tirada de dado. Lo que no me encanta es que una misión que podría resolverse en menos de cinco minutos se extienda hasta la media hora, porque los marines espaciales —como es lógico, por otra parte— necesiten cinco malditos segundos para girar sobre su propio eje. Entiendo que es un movimiento que requiere dos puntos de acción, pero no entiendo tener que tragármelo íntegro cada vez que uno de mis diez marines lo hace. Aunque pueda parecer una tontería, el que los personajes se muevan tan lento y no haya forma de saltarse las animaciones, no solo se carga el poco ritmo que pudiese tener Space Hulk, sino que además alarga innecesariamente cualquier misión. No es una exageración, misiones que podrían resolverse en menos de cinco minutos se extienden hasta más de veinte única y exclusivamente debido a esto.

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Ahora bien, lo que más me ha molestado de Space Hulk no ha sido el movimiento de mis marines espaciales, que ya sospechaba iba a ser lento. Lo que más me ha tocado la moral ha sido algo que no me esperaba. Space Hulk, pese a su (relativamente) elevado precio de salida, viene de serie con contenido descargable listo para comprar. Por el módico precio de dos euros, los jugadores pueden tener la posibilidad de cambiar el aspecto de los «genestealers» (los alienígenas). Es algo que podría estar incluido dentro del juego teniendo en cuenta que sí es posible editar el estandarte de los marines espaciales, pero que supongo han preferido vender por separado. Lo jodido es que estando esta veda abierta, imagino que no tardarán en llegar los DLCs para sustituir a los ángeles sangrientos (protagonistas de la campaña) por Lobos Espaciales o similares. Por no hablar de DLCs con nuevas misiones para engordar la lista actual, en la que apenas encontramos una docena de niveles enmarcados dentro de la única campaña que incluye el juego.

Las sensaciones con Space Hulk, por mucho que me joda admitirlo, son muy similares a las que tendría con cualquier juego de estrategia por turnos de iOS (de hecho el juego saldrá también en iPad). Y bueno, pagar noventa céntimos por un producto mejorable del que me van a intentar vender contenido descargable adicional a punta pala no me parece mal, pero a su precio actual me resulta totalmente imposible recomendarlo. Y es una pena, porque hay ideas muy interesantes aquí dentro, y manejar ángeles sangrientos siempre es glorioso.

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