Aventuras y desventuras en Arcanum

Escrito por en Artículos - 31 julio, 2013

arcanum_aventuras

No estoy seguro de que haga falta hablar más de Arcanum en esta ilustre bitácora. El año pasado Andresito realizó un excelso Retro Amor donde nos cuenta su opinión sobre el primogénito de Troika Games y yo suscribo casi todas sus palabras. Lo que ocurre es que siento una tremebunda necesidad de narrar mi experiencia con Arcanum: Of Steamworks and Magick Obscura así como mi opinión general sobre este genial WRPG.

Hummel, la historia de un gnomo que no sabía luchar

En el proceso de creación del personaje que sería mi alter ego en el juego de Troika me vino a la cabeza lo leído sobre el título acerca de las gigantescas posibilidades que tiene con cualquier tipo de personajes. ¿Mago? Ok. ¿Armas de fuego? Ok. ¿Personaje tonto y fuerte? Ok. Todos estos personajes, y sus infinitas variaciones, tienen algo en común: saben defenderse. Ya sea a través de conjuros, disparos y explosiones o a base de espadazo limpio. Todos saben enfrentarse a un enemigo y tienen ciertas posibilidades de vencer. Entonces, ¿qué ocurriría con un personaje que no sabe luchar, lanzar hechizos o disparar armas de fuego? Catástrofe absoluta, pensarán la mayoría, pero en el vasto mundo de Arcanum, todo es posible.

Hummel, un elegante y bigotudo gnomo nacía bajo esa premisa. Bueno, realmente no os voy a engañar. No tenía ni jodida idea de que personaje quería llevar en el juego, únicamente sabía que la carisma iba a ser mi principal característica y después todo llegaría. Debo decir que no soy muy amigo de mirar builds de personajes así que mi experiencia al principio del juego fue bastante dramática. No sabía bien para que servían las habilidades, no tenía ni jodida idea de que hacían los diferentes hechizos y tampoco leí nada en Internet que pudiera darme algún consejo sobre «qué hacer con un personaje que no sabe luchar en ninguna de las disciplinas existentes». Probablemente haya algún texto o guía al respecto aunque tengo mis dudas. Para más inri, decidí que Hummel tuviese algunas nociones sobre la magia para hacerme la vida más fácil. Mi primer hechizo fue «desarmar». Empiezo la partida y todo está lleno de animales sedientos de mi gnomil carne que, ante todo pronóstico, no portan ningún tipo de armas en sus pezuñas. Sí señores, nunca empecéis Arcanum con «desarmar» como hechizo.

Hummel, the pimp gnome

Mis primeras horas en Arcanum se pueden resumir fácilmente con una palabra: muerte. No sé cuantas veces ha muerto Hummel al principio del juego y he tenido que cargar la partida. Solo sé que iba corriendo de un lado a otro esperando que mi primer acompañante, Virgil, acabara con la vida de los animales. Lo gracioso del asunto es que Virgil tampoco es muy ducho en la batalla ya que es una suerte de monje cuyo principal atractivo es que tiene hechizos de curación. Así que ya tenéis el cuadro hecho: mi gnomo corriendo de un lado a otro ya que, aunque portara una daga, no sabía usarla y si me ponía a repartir estopa con ella acababa ejecutando multitud de pifias con la consiguiente muerte entre las garras de los distintos animalillos del lugar. Por otro lado, Virgil intentando vencer con su palo a las malas bestias mientras de vez en cuando lanzaba hechizos de curación. No os podéis imaginar todo el tiempo que estuve haciendo eso. En serio, fue algo insano.

Pronto hice que las teclas F7 y F8 fueran mis mejores amigas. Es más, aún a día de hoy nos seguimos enviando postales de amor. F7 sirve para salvar partida y F8 para cargar. Así que a base de correr, teclear F7, correr y teclear F7 fui avanzando muy lentamente por esa localización y básicamente tuve que hacer lo mismo en mis primeras horas en Arcanum. Decidí pasar de las artes arcanas por mi mala experiencia del principio así que me dediqué a subir la carisma de Hummel así como las habilidades sociales con «persuasión» como mi gran aliada. Con esta habilidad, las opciones de diálogo se incrementan bastante y, como bien indica la palabra, puedes convencer a los diferentes PNJs de cosas bastante locas. Muy bien todo, excepto en el campo marcial. Lo bueno es que hay multitud de diferentes personajes en el juego dispuestos a luchar a tu lado así que poco a poco me hice una cohorte de aliados bastante curiosona que se partían la cara por mi. Mientras tanto, yo me quedaba quieto observando como mi gente apalizaba a los enemigos. Hummel, el jodido P.I.M.P.

arcanum grupo

No es muy habitual encontrarse en los videojuegos con un protagonista como mi Hummel. Un personaje destinado a rodearse de un grupo de aliados que lo protejan mientras él se rasca un huevo o lanza algún hechizo de apoyo —pocos tenía, ya que la construcción del personaje roza lo lamentable— para ayudar a alguno de sus compañeros. El razonamiento de por qué he llevado a un personaje así es sencillo: mi desconocimiento a la hora de elegir habilidades ha hecho un personaje algo raro. Eso sí, he disfrutado como un niño del título de Troika ya que es tan variado que permite que un personaje como Hummel sobreviva y logre terminar la aventura. Mi personaje terminó siendo un maestro en lo social, prueba de ello es el variopinto grupo con el que terminé la partida: dos enanos, un semi-ogro, una elfa, una elfa oscura, un perrete —mejor personaje del juego—, un lagarto gigante y una especie de draconiano. Tenían algunas rencillas entre ellos pero mi apabullante carisma permitía que un grupo tan fuera de lo común pudiera convivir en armonía.

No he contado las diferentes situaciones en las que me he visto metido dentro de Arcanum puesto que no me gusta contar detalles de la historia. Creo que es conveniente que uno llegue limpio al videojuego de Troika puesto que hay tantas cosas que hacer así como tantas maneras de resolver los conflictos que sería tontería hacer un listado de todas las ocurrencias que le han sucedido al bueno de Hummel y sus amigos porque destrozaría la sorpresa y es algo que nunca se debe hacer. Hummel ha sobrevivido a Arcanum siendo un personaje que no sabía pegar con ningún tipo de arma y que apenas realizaba daño con sus nefastos conjuros. Pero ha sobrevivido al largo camino, demostrando que otro tipo de personajes en los videojuegos son posibles. Bueno, son posibles si el videojuego se llama Arcanum, esa joya atemporal.

Unos apuntes sobre Arcanum: Of Steamworks and Magick Obscura

Tenía mis dudas respecto al título de Troika Games. El contexto steampunk me parecía genial pero después de catar Planescape Torment sabía que no iba a encontrar un WRPG mejor y tenía miedo de aburrirme con él. Tras jugarlo durante innumerables horas, he de decir que mi opinión, como ya muchos sabréis, ha cambiado enormemente. Arcanum: Of Steamworks and Magick Obscura es un juego muy especial porque pocos títulos tienen un nivel de detalle tan aplastante como él. No quiero repetirme mucho puesto que todo ésto ya lo hemos dicho pero la extensas posibilidades que permite dan miedo. Literalmente.

Produce algo de temor Arcanum puesto que nos vemos metido desde el principio en una historia un tanto rocambolesca que poco tiene que ver con lo que estamos acostumbrados a viciar. Es más, a mi realmente me la ha sudado bastante la historia principal ya que, en mi humilde opinión, es algo regulera. Apenas sabemos nada sobre que tenemos que ir haciendo y los personajes que tenemos a nuestro alrededor tampoco parecen tener demasiada idea. Es una historia confusa que se va desvelando a cuentagotas mientras nosotros vivimos el rico mundo vivo que tiene Arcanum. Muchas cosas que hacer dentro del juego ya que casi todos los personajes que aparecen tienen misiones secundarias a efectuar. Esto hace que, en muchas ocasiones, nos olvidemos de la historia principal y nos pasemos buenas horas haciendo recados, algunos interesantes y otros no, a la muchachada que habita esta tierra. Lo que hace que la confusión acerca de la trama primordial se incremente.

En Arcanum tenemos mucho que leer. Es más, la clave para profundizar más en la historia de Arcanum, y en la historia principal, es prestar atención a libros y a comentarios que muchos personajes de tramas secundarias tienen que decirnos. Ese quizás es uno de los problemas de la quest más importante: el título nos da libre albedrío para enterarnos de la historia principal con el nivel de detalle que requiramos. Lo llamo problema porque, en mi caso, me ha importado tanto como le importa a Emily Ratajkowski enseñar a sus dos preciosidades. No os voy a engañar, en Arcanum no importa demasiado la trama primordial. Lo que importa es el camino que recorremos, la enorme cantidad de cosas que podemos realizar, las decisiones que elegimos como queramos; en definitiva, en Arcanum: Of Steamworks and Magick Obscura lo que prevalece en nuestra memoria es el gran viaje que realizamos para conocer un mundo lleno de detalles y posibilidades. Descubrir todos los pormenores de una tierra como la de Arcanum es imposible jugando una única vez pero todo lo que hayamos conocido se quedará pegado a nuestra memoria como momentos inolvidables de la historia de los videojuegos.

arcanum_desventuras

Retro Amor: Power Spikes

Ojo al nuevo Humble Bundle