¿Sobrevivirá Duke Nukem Forever a las expectativas?

Escrito por en Artículos - 15 febrero, 2011

duke nukem forever
Duke Nukem Forever, el único juego que puede «presumir» de haber estado en desarrollo a lo largo de tres décadas distintas (1990-1999, 2000-2009 y 2010-2019) está a la vuelta de la esquina. El tres de Mayo en Estados Unidos y el seis en el resto del mundo, Duke Nukem, el rey del entretenimiento de finales de los noventa, aterrizará en un mundo desconocido para él, en que los shooters se suelen jugar con mando, los balazos se curan solos, y los héroes se esconden detrás de esquinas para disparar. Putos maricones de mierda – que diría el Duke – los héroes de verdad patean culos y fuman puros a ritmo de Megadeth. ¿O ya no es así?

Por desgracia para Duke, no, ya no es así. En 1997, cuando Duke Nukem Forever fue anunciado y postulado como heredero eterno al trono de los shooters, a nadie se lo podía pasar por la cabeza que el futuro de género quedaría ligado a las consolas, donde actualmente se centran la mayor parte de las ventas y partidas online. De la misma forma, la sola idea de jugar a un «pegatiros» que nos fuese curando solos sin necesidad de coger botiquines, nos hubiese parecido totalmente absurda por aquel entonces. Qué coño, incluso algo tan aparentemente básico a día de hoy como tener un botón para pegarnos a la pared nos parecía innecesario en los tiempos de Duke, Gordon (Freeman) o JC (Denton).

Así, con esta sensación de anacronía constante que nos transmite el simple hecho de escuchar el nombre de Duke Nukem, recibiremos un videojuego que no tiene absolutamente nada que ganar. Si Duke Nukem Forever termina siendo fiel a sus orígenes, lo más probable es que las nuevas generaciones, toda esa gran mayoría de jugadores adictos a Call of Duty y los «analistas» que les siguen cascando nueves, sencillamente no lo aprecien. Pero claro, si por el contrario Duke Nukem Forever se adapta a los nuevos tiempos y se convierte en un título lo suficientemente contemporáneo como para apelar al gran público, posibilidades hay y muchas, de que los que llevamos esperando el juego desde el siglo pasado terminemos defraudados. Ojalá me equivoque, pero muy difícil lo tiene Gearbox para satisfacernos a todos.

También es cierto no obstante, y este es el motivo que más esperanzado nos tiene a muchos, que Gearbox Software se sacó de la manga hace muy poquito el deliciosamente original Borderlands, y que antes de ello ya había trabajado satisfactoriamente en sagas tan míticas como Half Life o Halo. Por lo que por falta de experiencia y calidad en sus trabajos anteriores no será. De hecho, no me cansaré de decirlo, si hay un estudio que puede revivir a Duke Nukem con éxito ese es Gearbox… aunque un poco de ayuda divina no les vendría mal, eso sí.

Al margen de estos problemas, que no son moco de pavo, está el verdadero enemigo de Duke en esta nueva aventura, que es ni más ni menos que la enorme expectación que hay en torno a él… el hype, vamos. Por si los trece años de desarrollo e hype correspondiente – en serio, catorce años son muchos años para un videojuego – no fuesen suficientes, en los últimos meses hemos estado recibiendo unas inyecciones de «Dukaina» brutales. Primero, cuando todo el mundo lo daba ya por muerto, los señores de Gearbox nos informan que Duke no sólo no está muerto, sino que es plenamente jugable, algo que pueden comprobar todos los asistentes al PAX 2010. Más tarde, cuando casi todos teníamos ya asumido que Duke Nukem Forever iba a ser un título lanzado casi por compromiso y en el que no se iban a depositar demasiadas expectativas, Gearbox lo vuelve a hacer: alquila un strip club de Las Vegas y monta un sarao de proporciones colosales que provoca opiniones encontradas entre la prensa americana. O lo que es lo mismo, se gasta un pastizal importante en promocionar un título que de repente ya no está sólo orientado a los nostálgicos, sino al público general.

¿Qué posibilidades tienen entonces el bueno de Duke de sobrevivir en un mundo dominado por Call of Duty y su nefasta influencia en el resto de videojuegos de acción? Tristemente casi ninguna. Pero quién sabe, quizás precisamente su jugabilidad anticuada y estilo inconfundible consigan diferenciarlo en un mercado absolutamente saturado de mediocridades que venden como rosquillas y genialidades que pasan desapercibidas. Desde luego, tras casi tres lustros de preparación, si hay un videojuego que puede abrir una brecha en el género ese es Duke Nukem Forever. Pero supongo que tendremos que esperar unos pocos meses más para ver cómo termina todo. Yo, y un montón de gente guapa, una cosa tenemos clara: «always bet on duke».

Ya empezamos...

¿Torneo de Left 4 Dead 2?