Volver a empezar

El placer de rejugar

Escrito por en Artículos - 26 enero, 2011

Estamos ante una generación de usar y tirar. Estamos inundados de lanzamientos y raro es el mes que no se publique un aspirante a GOTY, además de otras propuestas interesantes. Por si faltara poco, descubrimos los juegos de importación y los Mercadillos Ilustres y ya la hemos liado: estoy seguro que TODOS tenemos en la estantería (o en el disco duro vía Steam) no solo uno, sino unos cuantos juegos que ni siquiera hemos probado. Por eso, acabamos uno e inmediatamente vamos a por otro, sin darnos cuenta que hemos perdido el placer por rejugar.

Cuando era un enano y no podía aspirar a más de cinco o seis juegos al año exprimía al máximo los juegos. Poco a poco, me iba aprendiendo de memoria las pantallas y los monstruos hasta llegar a la última fase y pasármelo (eso si era posible). Una vez pasado, tocaba volver a empezar, volviendo a jugar el título y comprobar si somos igual de hábiles y podemos repetir la hazaña o si acabar el juego fue solo cuestión de suerte.

Hubo un tiempo que me lo sabía de memoria

Esto se acabó. Tenemos demasiados juegos pendientes y muy poco tiempo libre para volver a jugar los juegos que nos pasamos. En  muchas ocasiones lo acabamos y, listo, a la estantería o al GAME de turno para recuperar cuatro duros y empezar con otro. No importa que se trate de un juegazo o una mediocridad divertida, parece que con acabarlo una vez es suficiente y se acabó la diversión que nos puede dar ese juego.

¿No os suena a fraude la palabra «Seminuevos»? ¿Es posible ser «Semivirgen»?

Y no estoy hablando subir al desván o acudir al trastero de casa de papá y mamá y rescatar esa vieja consola (que solo algunos afortunados conservan), encontrar la puta forma de enchufarla en la pantalla plana y ponerse a jugar a esos juegos que nos gustaban de pequeños. La nostalgia es una arma de doble filo y hay juegos que es mejor dejarlos en nuestra memoria y no cargarse un bonito recuerdo jugándolos de nuevo, dándonos cuenta que de pequeños teníamos el listón bastante bajo (o directamente en el suelo) en lo que diversión electrónica se refiere. Me refiero a retomar juegos relativamente actuales, que aun tenemos el recuerdo fresco, sin alterar por la nostalgia o el hype.

Ni se os ocurra volver a jugar a Altered Beast si guardáis un buen recuerdo de él

¿Y a qué viene esta mierda? Simplemente, porque he dejado de lado todos los juegos que tengo sin estrenar (futurible material para el próximo Diario Veraniego de Galious) para ponerme a rejugar los primeros juegos que compré para PS3. He empezado con Bayonetta, pero seguramente le seguirán Batman Arkham Asylum, Brütal Legend y The Saboteur, entre otros. Y ¿sabéis qué? Estoy disfrutando como la primera vez que los jugué. Vale que se pierde el componente de sorpresa, ya sabemos como acaba la historia, donde están los enemigos y la solución a los puzzles o enigmas que tanto nos costaron la primera vez, pero eso no impida que me diviertan de nuevo, aunque solo haya pasado poco más de un año desde que los jugué por primera vez.

… y lo bien que lo estoy pasando…

Aunque sea solo para amortizar el dinero que nos costó, muchos juegos merecen una nueva oportunidad antes de ser intercambiados por un vale de descuento en una tienda de juegos de segunda mano. Pueden darnos mucho más que las ocho o diez horas de la primera partida (teniendo en cuenta que esa es la duración media de los juegos actuales) sin necesidad de acudir a artificiales multijugador online y absurdos desafíos simplemente repitiendo la experiencia, aunque a muchos nos dé pereza darles esa segunda oportunidad.

«… y ni se te ocurra ponerte esteroides esta vez!»

Afortunadamente, tenemos los logros y los trofeos que, sumados a las cada vez menos habituales recompensas in-game, muchas veces nos dan el incentivo necesario para retomar un título. Sé que no sirven para nada, pero me alegra ver cómo salta la ventanita de “Has ganado un trofeo…” de vez en cuando y, sin ser un Cazador de Trofeos de esos que se miden a ver quien la tiene más larga (la lista) por algunos foros, la verdad es que me gusta tener cuantos más mejor, siempre que los haya obtenido de forma legal.

¿Alguien más ve en esto un indicador de la falta de vida social?

Por eso, animo a que borréis esas partidas pasadas y volváis a empezar al juego que más os gustó el año pasado o el anterior, para pasar de nuevo un buen rato y así olvidar por unos días la presión de la estantería, de ese juego que está aún con el precinto esperando su turno para ser jugado… Y os aseguro que no va a pasar nada si se espera un poquito más…

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