Y si... ¡el fin del mundo!

Escrito por en Artículos - 1 octubre, 2010

La reciente maniobra publicitaria de GOG, gracias a la cual estuvimos algo más de setenta y dos horas sin acceso a nuestras descargas digitales, hizo que más de uno se replantease un modelo de negocio que no acaba de calar especialmente en nuestra buena patria, donde el formato físico sigue siendo el rey indiscutible de las ventas. Aún así, dicha acción de marketing fue llevada a cabo por un servicio que te permite descargar todos tus juegos cuantas veces quieras, almacenarlos en discos duros o formatos ópticos, y jugarlos sin necesidad de estar conectado a Internet o un cliente. Pero… ¿que hubiese pasado si en lugar de GOG es cualquier otra plataforma la que se viene abajo sin previo aviso durante tres días? ¿Y si no son sólo tres días?

Todos menos Steam
Te jodes. Sólo puedes jugar a lo que tengas descargado y todo lo demás se va a la mierda. La has liado parda, porque los juegos de Gamersgate, Direct2Drive e Impulse (que aunque tenga un cliente muy parecido estéticamente al de Steam te permite jugar sin tenerlo abierto) suelen ser bastante pesados, y a quién vas a engañar, en cuanto los instalas en tu equipo eliminas los cuatro gigas de archivos que ya no te sirven para nada. Lo peor de todo es que posiblemente tengas unos cuantos juegos instalados que, de borrarlos, perderás para siempre. Una auténtica pena, pero así son las cosas. El caso de GOG puede ser menos sangrante gracias al poco peso de sus instaladores. No es lo mismo almacenar una carpeta con cinco o seis gigas de archivos (como puede ser el caso de cualquier juego comprado en Gamersgate), que un ejecutable de cuatrocientos megas. Aún así, posibilidades hay, y grandes, de que toda tu colección de juegos retro se vaya a tomar por culo. Aunque de nuevo, la pérdida posiblemente sea menor, ya que el juego medio de GOG vale seis dólares, mientras que el del resto estará en los treinta o cuarenta. Cojonudo en cualquier caso.

Steam
Curiosamente, el servicio de distribución digital que más seguridad nos da, es el que más nos jodería en caso de catástrofe. Si Steam se va a la mierda te jodes bien jodido. Porque sí, todos sabemos que en Steam tenemos una posibilidad muy bonita que es la de hacer un «backup» de cualquiera de nuestros juegos instalados. ¿Pero alguien de verdad lo ha hecho alguna vez? Meeeeec, negativo. Y aún habiéndolo hecho, muchos se llevarían una sorpresa al comprobar que sus queridas copias de seguridad son absolutamente inútiles si no estás conectado al cliente de Steam, con lo que si las has grabado en CDs o DVDs te has quedado con un bonito set de posavasos de colores la mar de cucos. Es decir, que si Steam, el servicio de distribución digital que la práctica totalidad de jugadores de PC utiliza, se va al garete, te has quedado sin juegos y sin poder jugar. Y eso, queridos amigos, para muchos (entre los que me incluyo), es bastante más de 1.000 dólares de juegos al retrete.

Conclusión
Que cualquiera de estos servicios cierre es una auténtica putada y un riesgo que debemos afrontar. Sin embargo, las posibilidades de que Steam chape el negocio deben estar bastante parejas a la suma de: un ladrón entrando en tu casa a robarte la colección de videojuegos, un huracán haciendo volar por los aires tu habitación, tu perro/gato comiéndose el DVD/Bluray, y un terremoto tragándose tu edificio. Pensad que, por ejemplo, compañías como 2K Games o Square Enix ponen sus juegos en manos de Steam a la hora de comercializarlos. Juegos que de irse la plataforma de Valve al carajo se convertirían automáticamente en un montón de bits inservibles. Así que honestamente, que el fin de las descargas digitales se cierna sobre nosotros no es algo que me quite el sueño o me preocupe en exceso. La política de privacidad de los servicios (especialmente Steam), por otro lado, sí que es para echarse a temblar.

PD: Evidentemente esta misma tarde Impulse y Gamersgate se irán a la mierda y yo quedaré como un auténtico glipollas, pero oye, es otro riesgo que hay que correr.

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