Descubriendo... (XII)

Escrito por en Descubriendo... - 3 noviembre, 2008

Durante el invierno de 1927-28, los agentes del Gobierno Federal realizaron una extraña y secreta investigación sobre ciertas instalaciones del antiguo puerto marítimo de Innsmouth, en Massachusetts. El público se enteró de ello en febrero, porque fue entonces cuando se llevaron a cabo redadas y numerosos arrestos, seguidos del incendio y la voladura sistemáticos -efectuados con las precauciones convenientes- de una gran cantidad de casas ruinosas, carcomidas, supuestamente deshabitadas, que se alzaban a lo largo del abandonado barrio del muelle. Las personas poco curiosas no prestarían atención a este suceso, y lo consideraron sin duda como un episodio más de la larga lucha contra el licor….

Espero que al menos algún ávido lector haya descubierto de que juego se trataba con solo leer el primer parrafo. Para aquellos despistados, el parafo es el primero que aparece en el relato “La sombra sobre Innsmouth” del mejor novelista de terror de la historia, H. P. Lovecraft. ¿Y qué tiene que ver con el videojuego? Pues casi todo, ya que este juego se basa en la inmensa mayoría de cosas que ocurren en el relato. Estamos hablando de la última creación del estudio Headfirst Productions, un juego ambicioso como él solo que intentó luchar contra el aburrido mercado de videojuegos, ofreciendo un producto original y muy característico.

CoC: DCoE (¡vivan las siglas!) es un juego dificil de catalogar en ningún género. Aunque a primera vista su exterior parezca el de un shooter en primera persona de toda la vida, este juego va un paso más allá que cualquier otro juego del estilo. Después de frotarnos un poco los ojos, nos damos cuenta de que no encontramos la barra de vida. ¿Dónde la habremos dejado? ¿Se la habrán comido los osos? MEEEK. Respuesta incorrecta. En CoC no existen este tipo de florituras. Si queremos saber como andamos de vida tendremos que ver como camina nuestro personaje, como respira, como vive. Ya hemos dicho que no es un juego cualquiera, es un juego que nos intenta colocar en la piel del protagonista, Jack Walters, a toda costa y aunque esto signifique que en nuestra travesia vayamos perdiendo la cabeza.

Nos levantamos en un hospital desde dónde empieza nuestra aventura. Nuestro próximo destino es Innsmouth, la Marina D’Or cthulhuana, dónde no nos recibirán con los brazos tan abiertos como pensabamos en un principio. Aquí deberemos recavar información sobre la desaparición de uno de los habitantes de este extraño pueblo que casualmente no era natural de este sordido paraje. Esto es todo lo que necesitais saber para poder incarle el diente a este videojuego. No me gusta quitarle la emoción a los argumentos del juego y más a juegos con un argumento tan increíble como el que nos trae CoC.

Por tanto, estamos hablando de ¿un shooter?, ¿un survival horror?, ¿CthulhuEZ? Para mí, la frase que más ubicaría a este juego sería: “un survival horror con alma de shooter alternativo”. Esto se debe a lo escalofriante que es este videojuego, y no por la cantidad de monstruos monstruosamente monstruosos que aparecen sino por el ambiente cargado y nefasto que cubre todo el juego. Una ambientación de lujo que nos hará latir el corazón casi tan rápido como al pobre Jack. Esta vez si que peleamos contra el miedo, el hecho de que nuestro nivel de cordura vaya disminuyendo no es una gran señal puesto que puede que acabemos suicidándonos para evitar seguir teniendo esas extrañas visiones. Además influye muchísimo en el desarrollo del juego, vemos cosas que no son, los movimientos se ralentizan sin fluir… En definitiva, nos estamos volviendo majaras con cada suceso extraño que divisemos.

Ya os comenté antes el hecho de que no veamos nuestra barra de vida… pues bien, ya no es que no veamos este elemento, es que ¡¡no vemos nada aparte de nuestras propias manos!!. El realismo queda más latente aún en el momento en que conseguimos un arma y que para poder apuntar tenemos que rezar para hacerlo bien y que el balazo se deposite sangrientamente en el cuerpo de nuestro objetivo, puesto que aquí no tenemos ni mirillas, ni crucetas, ni ná de ná. La labor de disparar se hace muy complicada en este juego gracias a este sistema realista. Eso sí, la satisfacción que nos da… no nos la puede quitar nadie. A parte de estas cuestiones, también es curiosa la forma de curarnos. Aquí tiene que ver mucho dónde nos hayan dañado ya que sí, por ejemplo, nos han golpeado en una pierna, nos moveremos cojeando y tendremos que ponernos una tablilla en la parte afectada para ir recuperándonos poco a poco. AWESOME.

Gráficamente el juego cumple bien su cometido de introducirnos en el universo demente de Aprovechara Casas abandonadas, pueblos malditos, etc. Multitud de sprites ultra malvados que echan para tras a más de un valiente. Y todo esto sin hablar del sonido, una magistral obra de arte para nuestros oídos. Sinceramente, desde Silent Hill no había pasado tanto miedo por culpa de unas cuantas melodías y efectos fx musicales. La inmersión dentro del videojuego es total gracias a estos dos aspectos que no hacen más que seguir encubrando a este juegazo.

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth apareció en Xbox y en PC ; y no supuso un elevado éxito entre los jugadores. Esto es una pena porque el juego no es que prometiese sino que es que el juego es todo un éxito de trabajo bien realizado en cuanto a su metodología de juego, los diferentes géneros en los que se mueve con éxito (puzzle, shooter, survival) y a su ambientación. Uno de los problemas que se le achacó fue el tema de la inexistente traducción al castellano. Así que los incombustibles Clan Dlan se pusieron manos a la obra y les quedó una auténtica obra de arte. Ahora ya no hay excusas para no disfrutar de la grandeza de este juego… si aún no estás convencido del todo; pregúntaselo a Cthulhu.

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