Descubriendo... (XI)

Escrito por en Descubriendo... - 26 octubre, 2008

El día siete de febrero de este año cometí un acto de nintendismo enternecedor y maravilloso: me compré la GameCube. Desde entonces, y gracias a la magia de eBay, me he podido agenciar 30 videojuegos (recién contados para la ocasión). Como os podéis imaginar, títulos como Fire Emblem, Skies of Arcadia, Tales of Symphonia, Baten Kaitos o Baten Kaitos: Origins son los reyes de mi estantería. Sin embargo hoy no voy a hablaros de ninguno de ellos. En su lugar os voy a descubrir el juego que más me ha sorprendido del Cubo de Nintendo. Os voy a hablar de…

Eternal Darkness es una aventura de terror en tercera persona, que combina perfectamente la mayor acción de la saga Resident Evil, con la mayor tensión y aventura de los Silent Hill. De hecho, en mi opinión es bastante mejor que cualquiera de los muchos juegos que componen las mencionadas sagas, pero es el problema de ser exclusivo de una consola que tienen cuatro gatos: que te juegan cuatro gatos. Y cuando digo gatos quiero decir nintenderos. Y todos sabemos que a los nintenderos sólo les gusta Mario y Pikachu… ¿no?

La trama de Eternal Darkness comienza contando la historia de Alex Roivas, una joven veinteañera que va a la mansión de su abuelo tras enterarse de que éste ha sido asesinado. Una vez allí, nuestra curiosa protagonista encuentra un extraño libro relacionado con sus antepasados y la misteriosa relación que los une con el mundo de las tinieblas. A raíz de este acontecimiento, y a modo de flashbacks, recorreremos diversas etapas de la historia. Cada una de estas etapas está protagonizada por un personaje distinto, el cual ayudará a dar sentido al conjunto del que se compone la grandiosa historia del juego (muy estilo Lovecraft, todo sea dicho). De esta forma, visitaremos épocas tan dispares como las de la antigua Roma, el Renacimiento o la Segunda Guerra Mundial. Esto de visitar diversas épocas de la historia, me recordó gratamente al mítico Time Commando, lo que en mi escala de valores personal, sube muchos puntos a un juego.

Pero Eternal Darkness no es sólo una aventura de terror con una gran historia. Su jugabilidad, en parte beneficiada por el magnífico mando de la Gamecube, también está a la altura de los más grandes. Su sistema de combate con localización de daños fue toda una sorpresa para la época. El sistema de magias es taaaan bueno, que lo único que puedo decir de él es que hay que probarlo. La cámara, al contrario que en muchos otros juegos en las que termina siendo handicap, es una auténtica delicia, y aunque los gráficos del juego no son especialmente buenos, algunos de los escenarios resultan verdaderamente majestuosos (mención especial para la mansión Roivas al atardecer, una delicia). Esto que digo sobre los escenarios me lleva inevitablemente a hablar sobre la ambientación, que aunque excesivamente oscura por momentos, es una de las más terroríficas que he podido disfrutar en videoconsolas. Mención especial a los sustos dirigidos específicamente al jugador (¡a ti!), que hacen que en más de una ocasión te quedes realmente pálido.

Así que amigos, si teneís una Gamecube o una Wii no lo dudéis un instante, compraos el Eternal Darkness (que en eBay UK no sube de 10€ y está en español) y disfrutad de una de las mejores aventuras de terror del mundo de los videojuegos. Y si no tenéis ninguna de las dos videoconsolas, pensad que el cubo vale 20€ y que con los juegazos que tiene merece la pena y mucho.

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