Retro Amor: Medievil

Escrito por en Retro Amor - 19 mayo, 2011

Si hay una saga, un personaje, una estética, una historia… que me gustaría volver a ver en los videojuegos, esa es Medievil, juego que forma parte de mi Top 5 particular de la primera PlayStation. Y, como todo apunta que lo que nos espera son marines espaciales hipertrofiados, zombies en bikini, más FPS’s de color marrón y no la vuelta de Sir Daniel Fortesque por la puerta grande, pues le dedicaremos un merecidísimo Retro Amor.

Siempre me han gustado los héroes perdedores. Tipos normales y corrientes que, pese a ser cobardes, torpes y patéticos, acaban, casi sin querer, de protagonistas y vencedores. Guybrush Threpwood, el bardo de The Bard’s Tale, el trío protagonista de Day of the Tentacle… Y por supuesto, Sir Daniel Fortesque, ese valeroso caballero que, en la batalla contra el hechicero Zarok murió abatido por la primera flecha disparada.

Además de torpe, feo

Por eso, al volver Zarok de entre los muertos, se le da una segunda oportunidad para enmendar su error y así transformarse en el héroe al que estaba destinado, aunque sea como un cadáver andante. Y ese es el argumento de Medievil: la derrota de un hechicero malvado y, al mismo tiempo, la prueba que los argumentos enrevesados y supuestamente adultos no hacen mejores juegos.

El típico malo con un gorro a lo cruasán

Entonces conocemos el reino de Gallowmere, un reino con aires timburtonescos, con ese ambiente de Halloween que tan bien queda en los videojuegos y en las películas, con muchas calabazas, murciélagos y elementos tenebrosos y tan cutre queda en la disco de tu pueblo, por muchos disfraces de diablilla cachonda y brujita cachonda que haya. Manejando a Sir Daniel recorreremos todos los lúgubres a la vez que coloridos páramos del reino, mientras derrotamos a los esbirros de Zarok.

Este tipo de mapas siempre me han gustado y siempre me gustarán

Pero no estamos solos. Nos ayudarán los Héroes, los valerosos guerreros caídos que nos proporcionarán mejores armas, escudos y armaduras a medida que vayamos superando los niveles. Héroes que, pese a que no he podido encontrar ningún video, recuerdo con un doblaje épicamente cómico, imitando los acentos de los habitantes de la península. Así teníamos al caballero catalán, al andaluz y al gallego, en un ejercicio de localización que no he vuelto a encontrar desde entonces, excepto en las cutre-traducciones de los Dragon Quest de Nintendo DS. Al contrario de esos Heroes, nuestro personaje no hablaba, pero no era en plan Link o similares, simplemente había perdido la mandíbula durante la resurreción y solo le escuchábamos farfullar.

Creo recordar que este hablaba en Asturianu

Eso era otra más de las virtudes de Medievil: nos reíamos. No todo era absolutamente serio como estamos acostumbrados hoy en día o ese humor pueril de los videojuegos de Lego Ponaquiloquequieras. Echo mucho de menos el sentido del humor mientras estoy ante la pantalla y por eso creo que cualquier iniciativa como Brütal Legend o Bayonetta (los dos títulos más cómicos a los que he jugado últimamente) debe ser apreciada por salirse de esa tónica “soy demasiado macho para reírme” que parece marcar a los videojuegos recientes.

Y calabazas. Que no falten las calabazas…

Además de la lograda estética, el doblaje, el protagonista y el sentido del humor hay que decir que Medievil cumplía con lo imprescindible de un juego: era muy divertido. Fue la primera vez que un juego de acción-plataformas me dejó satisfecho y no se quedaba en el intento: los juegos con saltitos y los entornos en 3D nunca se han llevado muy bien y Medievil fue el primer juego que al que jugué que lo resolvía bastante bien. Quizás es por temor a estropear ese gratísimo recuerdo que tengo por el que no me atrevo a descargarlo de la PSStore (aunque ahora mismo no pueda por razones evidentes), pero quizás un día de estos, y si alguien me confirma en los comentarios que la versión descargable está en castellano (cosa que agradecería enormemente), le de una oportunidad de revivirlo.

De las pocas portadas de PSOne que me gustan

Y nos despedimos con música. Porque Medievil también tiene algo que muchos juegos no tienen: una canción. Y no me refiero a una chorrada hecha por fans cambiando la letra de una canción conocida, grabada con una cámara digital y colgada en youtube para regocijo del frikerío más radical… Me refiero a una canción editada en disco y compuesta por un grupo heavy de los buenos: Sinergy. El grupo liderado por Alexi Laiho y Roope Latvala, guitarristas de Children of Bodom, y por la cantante y teclista Kimberly Goss dedicaron a Medievil la canción Gallowmere de su disco To Hell and back, publicado en el año 2.000. Os dejo con la canción y la letra:

 

I have come to claim my throne again
seek revenge on you Sir Fortesque
though my army is beyond the grave
I shall cast a spell and watch them rise

I call upon them to return
break from your graves unholy ones!

My name is Zarok the sorcerer
I just want to take back what’s mine
lead my militia to overthrow this realm
you have intruded on sacred ground
unaware of the magic it beholds

I have been TO HELL AND now I’m BACK
I will show no mercy, so beware!
may the demonds fallbefore you now
like the wheat before the sharpened scythe

You may have won the battle now
but I shall surely win the war!

My name is Zarok the sorcerer
I just want to take back what’s mine
lead my militia to overthrow this realm
you have intruded on sacred ground
unaware of the magic it beholds

You have been defeated, cast aside
this is my domain so don’t return
I have achieved immortality
thanks to you beloved Gallowmere

Now on to take over the world
this time my mission will succeed!

My name is Zarok the sorcerer
I just want to take back what’s mine
lead my militia to overthrow this realm
you have intruded on sacred ground
unaware of the magic it beholds

My name is Zarok the sorcerer
I just want to take back what’s mine
lead my militia to overthrow this realm
you have intruded on sacred ground
unaware of the magic it beholds

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