Retro Amor: Castlevania-The New Generation

Escrito por en Retro Amor - 26 marzo, 2011

Los tres sólidos pilares en los que se sustenta la saga Castlevania son el primer Castlevania (llamado Vampire Killer en su versión para MSX2), Super Castlevania IV y Castlevania: Symphony of the Night. Además de esos, hay unos cuantos juegos más, algunos mejores, otros peores, pero hay uno que creo que fue tratado de forma bastante injusta en su lanzamiento. Me refiero a la primera aparición de un Castlevania fuera de una consola de Nintendo: Castlevania: The New Generation para SEGA Megadrive.

Por lo menos la portada era bastante más bonita que la americana

Aunque muchos lo conoceréis como Castlevania: Bloodlines, (mas o menos los mismos que dicen “Capitan Tsubasa” en vez de “Oliver y Benji”) hay que recordar que a los PALetos nos llegó con esa coletilla digna de un cambio de formación de los Power Rangers, aprovechando además para aplicar una censura de chichinabo y quitar la referencia a la sangre del título, no se nos vayan a asustar las mamás y no compren el videojuego…

La Polilla Infernal, llegada desde lo más profundo del armario de Satanás

El lanzamiento de este Castlevania me pilló en una época en la que aún me creía lo que salía publicado en las revistas. La Hobby Consolas era para mí una fuente de sabiduría y buenos consejos (secreto atroz: hubo una época de mi vida que estuve suscrito a Hobby Consolas, pueden empezar a afilar sus cuchillos) y me la leía de cabo a rabo, tomándome sus artículos y reviews como doctrinas. Pese a toda mi ilusión de poder ver un Castlevania en mi Megadrive, el juego recibió una nota bajísima, algo así como un 86/100 (creo, no he podido encontrar esa review por el internete) lo que lo dejaba a la altura de una mierda de perro pinchada en un palo, como todo juego con una puntuación inferior a 90/100.

Desnucando estatuas a latigazos

¿Cuál fue el problema de este Castlevania: The New Generation? La alargada sombra de Super Castlevania IV. Las comparaciones son odiosas y el juego salía perdiendo si lo comparábamos con la llegada de Drácula al Cerebro de la Bestia. ¿Pero eso significaba que el juego era malo? En absoluto. Me bastaron unos minutos de juego cuando me lo dejó un amigo para darme cuenta que mis prejuicios hacia el primer Castlevania para SEGA eran totalmente infundados.

No nos íbamos a quedar sin la obligada ración de Medusas tocacojones voladoras

Como todos los Castlevanias anteriores a Symphony of the Night, The New Generation era un juego de acción/plataformas ambientado en un mundo de terror con monstruos. La novedad de este juego radicaba en la posibilidad de elegir entre dos protagonistas: John Morris: heredero del clan Belmont y del legendario látigo Vampire Killer, y Eric Lecarde, español de pura cepa (¿?) y poseedor de la lanza de Alucard. Dos personajes con dos modos de juego distintos, con diferentes caminos para llegar a un mismo final: impedir la enésima resurrección Drácula. Para ello, recorreremos varios parajes de Europa para acabar en el castillo de Persepina, en Inglaterra, morada de la sobrina de Drácula Elizabeth Bartley.

Al principio pensé que era el Alcarde de Segovia que le habúa dado la lanza, pero no…

Castlevania: The New Generation cumplía de sobras con los requisitos para ser un Castlevania de tomo y lomo. Pese a no tener algunas de las cosas que hacían espectacular a Super Castlevania IV gracias al Modo 7 de la Super Nintendo, también se exprimía la capacidad de la Megadrive gracias a niveles con reflejos, torres que se agitaban y rotaban, niveles cabeza abajo, grandes enemigos finales, una banda sonora de lujo y otras filigranas que nos dejaban claro que el juego era bastante mejor de lo que había leído en ese pesimista análisis. Y así fue, además de la primera vez que me pasé un Castlevania, cuando me di cuenta que no hay que creerse todo lo que sale en las revistas… Ni siquiera en las Porno.

En esta fase ya tenía claro que Hobby Consolas se equivocaba

Take No Prisoners, 20 juegos por 9 euros.

Plantas y zombis unidos por Japón