Re-Análisis: Uncharted 2

Escrito por en Análisis - 19 enero, 2011


El primer Uncharted, le pese a quien le pese, era un juego con buenas intenciones que no pasaba de mediocre, y en Naughty Dog, que deben ser bastante listos, lo saben. Por eso en esta segunda entrega han corregido prácticamente todos los errores del original, ofreciendo, esta vez sí, una experiencia divertida y bien ensamblada. Un claro ejemplo de cómo, cuando una desarrolladora se esfuerza en aprender de sus errores y corregirlos, las cosas salen bien. Si tan sólo el bueno de Molyneux aprendiese de estos tíos…

Que para Uncharted 2 han querido eliminar todos los problemas del primer juego es algo que podemos ver desde el mismísimo menú principal. Como buen jugador de PC que soy (de vacaciones momentáneas en una PS3), lo primero que hago al arrancar un juego es meterme en las opciones de control y curiosear todo lo que puedo. Cual es mi sorpresa cuando al entrar en las de Uncharted 2 esperando poco más que un «inverted axis yes or no«, me topo con la posibilidad de, entre otras cosas, eliminar el lamentable sistema de lanzado de granadas vía sixaxis del primer juego. Algunos diréis que es una tontería, pero para mí esta es la primera muestra de que en Naughty Dog fueron los primeros en ver los muchos errores que empañaban la primera aventura de ese Indiana Jones moderno que es Nathan Drake.

La segunda prueba de que Naughty Dog ha aprendido la lección tampoco tardamos demasiado en encontrarla. En Uncharted – Drake’s Fortune lo primero que hacíamos al comenzar el juego era ponernos a disparar. Disparábamos a un montón de piratas y nos cubríamos tras unas cajas, toda una declaración de intenciones de lo que nos ibamos a encontrar más adelante. En Uncharted 2 – Among Thieves, por el contrario, lo que encontramos al comenzar una nueva partida, es una escena imposible en la que un Nathan Drake herido debe escapar del interior de un tren descarrilado que cuelga verticalmente de un precipicio. Para ello, como es previsible, nuestro estoico héroe trepará por el vagón en lo que supone un acertadísimo tutorial y un excelente punto de partida. Este tipo de planteamientos in media res son, bien ejecutados, muy efectivos. Mucho más en un medio, el de los videojuegos, que suele ser tan directo como un escopetazo en plena cara en lo que a estilismo narrativo se refiere.

Siguiendo con las lecciones aprendidas, Uncharted 2 mejora sustancialmente las dos principales mecánicas jugables de la primera entrega: disparar y escalar. En la primera de ellas no sólo funciona mejor el sistema de coberturas, sino que la menor frecuencia de enemigos y excelente diseño de escenarios, hacen los combates mucho más divertidos y variados. La segunda, el tema de la escalda, también ha sufrido un ligero lavado de cara en forma de mayor fluidez y originalidad, lo que hace que algo que terminaba siendo un verdadero coñazo en Drake’s Fortune, continúe molando hasta el final en Among Thieves. En ambos casos, por si no os habéis percatado, el núcleo de la mejora no viene tanto a raíz de un aumento (o disminución) en la complejidad de los controles, como en una mejor disposición de los elementos. O lo que es lo mismo, que con experiencia y prácticamente las mismas piezas que dos años atrás, los chicos de Naughty Dog han conseguido un resultado sustancialmente más divertido.

A estas mejoras jugables hay que sumar las gráficas, que convierten a Uncharted 2 en el juego para consolas más bonito de esta generación con diferencia; las sonoras, con un doblaje (inglés) de quitarse el sombrero y ponerse el monóculo; y sobre todo las narrativas, que acertadamente hacen recaer todo el peso de la aventura sobre los hombros de los personajes en lugar de sobre el guión. Y es que de nuevo vemos como los padres de la criatura, conscientes de que el guión es tan inverosímil como pasteloso, aciertan al proyectar toda la intensidad narrativa en la relación de los personajes. Llegado el momento no nos importa una mierda por qué Nathan Drake está en medio de una ciudad en ruinas pegándose tiros con el ejército personal de un serbio loco. Lo que nos importa es cuando se va a quedar a solas con Elenea y cómo coño va a hacerlo para montárselo con las dos chicas al mismo tiempo.

Pero claro, no es oro to lo que reluce y Uncharted 2 no es ni de lejos un juego perfecto. En el fondo (y en la orilla también), Among Thieves no deja de ser un shooter en tercera persona más que no aporta absolutamente nada al género. Que es muy bonito, sí; que tiene personajes entrañables, también; que algunas misiones son espectaculares, sin duda; pero la sensación final es que esto ya lo has jugado antes. Gran culpa de esta sensación post-partida la tiene, no obstante, un final excesivo al que le sobran dos o tres capítulos, y una bochornosa pelea final con pseudo lección moral incluida. Supongo que esto será arreglado en la prometedora tercera entrega de la saga, pero señores de Naughty Dog, no era necesario medir fuerzas directamente con el antagonista en tan esperpéntica escena. Todos sabemos a estas alturas que Nathan Drake es el puto amo y que puede vencer al yugoslavo malo cuándo y cómo quiera, meter esa pelea final con calzador es sencillamente inapropiado.

En conclusión, que estoy analizando un juego de hace dos años que ya ha sido analizado previamente (por John Carca nada menos) y no creo que a nadie le apetezca seguir leyendo mucho más, Uncharted 2 supone entre diez y quince horas de sana diversión (sin contar el modo online, al que sólo he jugado un par de partidas) que ningún usuario de PS3 debería perderse. Desde luego no es el mejor juego del mundo, pero tampoco Dentro del Laberinto es la mejor película de la historia y me lo sigo pasando bomba cada vez que la veo. Claro que Uncharted no tiene a David Bowie…

Assassin's Creed 1 vende más que el 2

Sensational Soccer por la patilla