Análisis: RAGE

RAGE, el shooter post-apocalíptico de John Carmack que tan buena pinta tiene, todavía queda bastante lejos en el horizonte. Por ese motivo, y para mantener al populacho hablando del juego, los señores de id Software han decidido lanzar a la Appstore esta versión portátil que, por algo menos de un euro (o algo menos de dos si quieres la versión HD para dispositivos con pantalla retina), nos dará a probar un pequeño bocado de lo que nos espera en Septiembre del año que viene. Pero claro, a veces los canapés se atragantan…

RAGE, cuya coletilla en iPhone es Mutant Bash TV, es un «shooter sobre raíles» de los de toda la vida, en el que tendremos que apuntar con un dedo y disparar con otro. Para todos los que no tengan un dispositivo táctil o sencillamente no lo hayan hecho nunca, seguramente piensen que es algo imposible o muy difícil, pero no, no lo es; sus problemas son otros, pero no el excelente control que tenemos sobre el punto de mira.

El primer problema, al menos para mi, es que el botón de pausa está muy mal situado. Para ser más exactos, podemos encontrarlo justo en la parte baja del centro de la pantalla, lo que provoca que en deslizamientos largos de nuestro dedo, terminemos dándole sin querer. No sabéis lo que jode estar en mitad de un tiroteo con media docena de mutantes y de repente ver el jodido menú. Y no, no es algo que me pasase sólo una o dos veces, me pasó demasiadas veces.

El segundo problema, algo más molesto que el primero, es el siguiente. Como sabréis, los enemigos de RAGE son unos mutantes a medio camino entre el troglodita tradicional y el cani español, por lo que salvo unos cuantos espabilaos que nos lanzan ladrillos mientras nosotros los freímos a tiros, la gran mayoría se abalanzan como locos hacia nosotros para intentar reventarnos a martillazos, hostias, mordiscos, o lo que sea. El problema es que nosotros no tenemos ningún ataque cuerpo a cuerpo, por lo que una vez que el mutante se acerque lo suficiente y empiece a golpearnos con el consecuente traqueteo de la cámara, lo único que podremos hacer es intentar atinar con el arma de fuego equipada, que en esos casos suele ser bastante complicado.

El tercer y último problema es tan sencillo como que el juego sólo tiene tres armas distintas (pistola con munición infinita, rifle de asalto y escopeta), tres fases diferentes, y cuatro tipos de enemigo. Tampoco voy a pedir una cantidad de contenido brutal, pero teniendo en cuenta que estamos hablando de una descarga de más de 600 Mb, lo mínimo que me esperaba era una experiencia de algo más de media hora. Aún así, también es cierto que con los modos de dificultad y el tema de las puntuaciones de cada nivel, podemos sacarle algo más de jugo.

Problemas aparte, RAGE es una excelente demostración de lo que la portátil de Apple puede dar de si. El juego en movimiento es, sin llegar a los niveles de Epic Citadel, imponente. Y aunque a mi los gráficos me la pelan mucho, ver ese despliegue visual en algo tan pequeño no deja de parecerme sorprendente. Lo que no quita que, al menos para un servidor, esto no sea más que otro de los muchos juegos de 0,80€ que están por debajo de los Angry Birds, Pixn’ Love Rush, Cut the Rope, etc. Una pena, porque con algo más de trabajo podría haber sido un shooter excelente.