El inevitable debate llega a El Píxel Ilustre

Videojuegos... ¿Arte? ¿Cultura?

Escrito por en Artículos - 27 octubre, 2010

Cuando tenía 9 o 10 años y me viciaba como un poseso con mi Sony MSX (aún no había descubierto las maravillas del onanismo), quizá la última de mis preocupaciones era si esos cuadritos animados, que luego supe que se llamaban píxeles, eran Arte o no eran Arte. Y, la verdad, sigue sin preocuparme a día de hoy. Sin embargo, hoy me he levantado con ganas de trolleo y con necesidad de provocar una interminable ristra de comentarios, así que, a continuación, mi opinión sobre si los videojuegos son arte y/o cultura.

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Las seis bellas artes clásicas son la Arquitectura, la Danza, la Escultura, la Música, la Pintura y la Literatura. Ya en el siglo XX se consideró la cinematografía como “El séptimo arte”, epíteto que se le atribuye con frecuencia. La fotografía y el cómic se han quedado con el octavo y el noveno arte respectivamente y hay una contienda abierta en Internet para quedarse con el décimo: los videojuegos se pelean por el puesto por rivales tan duros como el video-arte, el grafitti, la pornografía, el aeromodelismo, pintar figuritas de Warhammer, los cocktails, liar porros, pintarse las uñas o hacerte mazos de Magic sin bajártelos de Internet. Será una dura batalla…

Cuando nos plantamos delante de edificios o cuadros como las Meninas de Velázquez, la Sagrada Familia de Gaudí, el Guernika de Picasso, el David de Miguel Angel, el Templo de Abu-Simbel, la Fontana de Trevi, el Nacimiento de Venus de Boticcelli, el Panteón de Roma, la Capilla Sixtina, etc. nos queda bien clarito: ES ARTE. No importa que estemos hasta los huevos de ver esos iconos en libros, fotos o por la tele, una vez delante no es necesario que nos expliquen nada.

Caravaggio

Caravaggio rulez!

Pero, ays, el arte moderno es otra cosa. Es solo “para entendidos” y a los pobres mortales se nos queda cara de gilipollas cuando nos enseñan un Tapies, un Barceló o cualquier Performance del MOMA. Tiene que venir un “experto” a explicarnos la grandiosidad de la obra, los supuestos significados y el probable proceso que ha sufrido el autor al parir esa extraña obra que tenemos delante. Normalmente, seguimos con cara de cuadros y pasamos a otra cosa. Es por eso que los museos de arte moderno están a reventar (eso es irónico, ¿entendido, yonkykong?) y, si no fuera porque ellos ha adquirido más importancia el continente que el contenido, pocos visitantes tendrían ¿Acaso alguien visita el Guggenheim por sus exposiciones?

Death Explained

«Death Explained» de Damien Hirst. Un tiburón partido por la mitad metido en dos urnas con formol. Valorado en 12 millones de dólares

¿Y a qué viene todo este rollo? Ateniéndonos al último párrafo, parece que últimamente el término “Arte” se aplica con bastante ligereza. Quien más quien menos tiene tendencia a ensalzar como “obra de arte” a los especimenes más destacables de su hobby favorito, sean coches tuneados, tatuajes, estatuillas de personajes manga o peluches de Pikachu. Yo mismo lo hago; cuando veo una guitarra eléctrica (mi otra afición, donde me gasto ingentes cantidades de dinero) bonita, peculiar o con las cicatrices de 30 años de Rock & Roll en sus maderas, me pongo cachondón. Y eso también me pasa con algunos videojuegos. Sin embargo, pienso que las guitarras son para tocarlas, no para exponerlas en vitrinas, y los videojuegos, para jugarlos.

Cartuchos Gold Nintendo

Pagar más de 15.000 dólares por tener 4 juegos capados ES DE TONTOS

Y aquí encontramos la paradoja: la mayoría de videojuegos que presentan ciertas ínfulas artísticas, los que han originado este debate, tienen un estilo artístico peculiar, atractivo, “romántico”, sublime, etc. pero, salvo notables excepciones, fallan en lo que ha llevado a los videojuegos a su situación actual: el entretenimiento.

Flower

GAY

Y me refiero a juegos como ICO, Shadow of the Colossus, Braid, flOw, Okami, Flower, Machinarium… Los abanderados de “el Arte en los Videojuegos”. La mayoría han contado con un recibimiento cojonudo por parte de la prensa, poniendo especial hincapié en las alabanzas hacia los aspectos artísticos, pero a la hora de la verdad han sido recibidos con bastante tibieza entre el público general (salvo en contadas excepciones, todo sea dicho). ¿Por qué? Por aburridos.

Shadow of the Colossus

Aunque a mí me gustó un puñao, reconozco que el juego puede ser un muermo para muchos

Entonces… ¿por qué se toma como ejemplos artísticos títulos que no son realmente representativos? Siempre que se abre el debate se nombran títulos algo minoritarios, que no reflejan la situación actual del sector. No se habla de títulos como los GTA, Uncharted, Heavy Rain, God of War o Halo: Reach, juegos con éxito comercial y que marcan el camino a seguir para los futuros juegos, sino que se menciona a los juegos que he puesto de ejemplo más arriba. ¿Que cada vez es un aspecto más importante dar un toque artístico a los juegos? Por supuesto: no olvidemos que los videojuegos son un producto más, cuya finalidad es venderse y ganar dinero, y cualquier elemento que llame la atención es clave a la hora de posicionar el producto y hacerlo más atractivo al consumidor, sean marines cachas, bibliotecarias tetonas o flores meciéndose al viento.

Muramasa The Demon Blade

Muy bonito, pero ¿es Arte?

Por otra parte, tras llevar más de 30 años entre nosotros, es normal que los videojuegos hayan ganado un sitio en la llamada “Cultura Pop”, como lo han cogido sagas cinematográficas como Star Wars, Star Trek, Indiana Jones o Los Goonies. Todo el mundo sabe quien es Super Mario y ya no nos extrañamos al ver gente por la calle llevando camisetas con una seta verde y el texto “1up”, y eso es bueno para quitar al nuestro hobby el estigma de creador de psicópatas e inadaptados sociales que lleva arrastrando desde hace años. Pero de ahí a considerarlo cultura de esa que se pide a gritos por Internet “La Cultura tiene que ser gratuita (y por eso quiero bajarme de gratis los juegos de la XBox)” hay un buen trecho. Tardaremos mucho en ver los videojuegos como una forma de cultura reconocida, como es difícil ver aún a día de hoy tratar al cine, la fotografía y los cómics como tal.

Camiseta Videojuegos

No hace falta que lo digas, nena (es una tía)

Y, tras todo estas infumables divagaciones, ¿cuál es mi opinión? ¿Los videojuegos son Arte? ¿Son Cultura? Ni lo se, ni me importa. Yo lo único que necesito es echarme unas partidillas de vez en cuando, para relajarme, para entretenerme. Y me la suda si es arte, cultura o pepinillos en vinagre. Hala, me adelanto a Carca y os pongo tetas y cerveza para que no os pongáis pesadetes en los comentarios:

Tetas y Cerveza

Cuanto más grandes mejor

El erizo de los huevos de oro

No-Análisis: Disciples III