Análisis: Mafia II

Escrito por en Análisis - 7 septiembre, 2010

Empecemos dejando las cosas claras porque creo que hay más de uno que anda bastante confundido. Mafia II no es un «sandbox» al uso. No es un Grand Theft Auto, ni un Saints Row ni un Just Cause 2. No es un juego pandiloco en el que la narrativa queda relegada a un segundo plano en beneficio del ya clásico «do what you want«. De hecho, comparte bastantes más similitudes con títulos como Kane & Lynch: Dead Men o el mismísimo Super Mario Galaxy 2, que con los anteriormente mencionados. Sí, ya sé que suena raro, pero si sigues leyendo y me das cinco minutos te lo explico.

Mafia II toma prestadas unas cuantas ideas (las buenas) de Kane & Lynch: Dead Men, las mezcla con una historia de gangsters que en lo único que se parece al Padrino es en que el protagonista va a la guerra, y lo remueve todo dentro una ciudad que tiene tanto que ofrecer como el planeta de Mario en Super Mario Galaxy 2. Es decir, que ni es un Grand Theft Auto ni intenta serlo. En Mafia II, para bien o para mal tendremos que seguir siempre el curso de la historia tal y como sus diseñadores y guionistas han querido que lo hagamos. O lo que es lo mismo, es un juego lineal, muy lineal. Lo cual, por si acaso alguien todavía no es consciente de ello, no es nada malo.

De hecho, esta linealidad que a muchos parece suponer un problema, es la que permite al título de 2K Czech desarrollar su historia de una forma mucho más suave y fluida de lo que es habitual en los juegos con mecánica «sandbox», en los que básicamente avanzamos en la historia a trompicones y martillazos. Así, capítulo a capítulo y misión a misión, vamos viviendo la historia de Vito Scaletta y Joe Barbaro, dos amigos de la infancia que intentan sobrevivir como pueden en el único mundo que conocen: el de la violencia y las familias mafiosas. Nótese, por favor, el hincapié que hago en que la historia gira en torno a los dos personajes y no sólo al jugable (Vito), porque durante toda la aventura y especialmente en la recta final, es la amistad entre ellos lo que va moviendo el guión hacia delante. Esto podría ser un problema si nuestros dos protagonistas fuesen un par de figuras tridimensionales sin carisma, pero por suerte consiguen ser bastante menos estereotipados de lo que cabría pensar en un principio. Vito, aunque es un buenazo, no es el típico mudito que dice a todo que sí; y Joe, aunque más impulsivo, demuestra que no es un gilipollas sin cerebro. El excelente doblaje original (no he escuchado el español) hace el resto para unos personajes que no desentonarían en cualquiera de las excelentes películas de mafias de los ochenta-noventa.

La ambientación, que más que un párrafo se merecería un artículo, nos transporta por la vía rápida a las décadas de los cuarenta y los cincuenta. En el primer caso podremos ser testigos de un ambiente mucho más sombrío, frío y decadente, propio de los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial; mientras que en el segundo todo tendrá un matiz mucho más optimista y colorido. En ambos casos, no obstante, podremos recorrer y admirar todos los detalles (que no son pocos) de unos escenarios que nos resultarán bastante familiares a poco que hayamos visto algo de cine. La banda sonora y las locuciones que escucharemos en la radio, que al igual que en GTA relatarán nuestras correrías a medida que vayan pasando los capítulos, no harán sino reforzar una ya de por sí conseguida ambientación.

Soy consciente que tan importante o más que la historia y los personajes, es la jugabilidad, que en esta ocasión encaja a la perfección dentro del universo diegético de Mafia II. Para que nos entendamos, en otro juego que a mi me encanta como es Just Cause 2, la posibilidad de recibir multiples disparos e incluso impactos de cohete sin morir, encaja sin problemas con una narrativa que nos va contando como nuestro protagonista, Rico, es enviado en solitario a derrocar un gobierno a base de sembrar el caos. En el juego de 2K Czech, sin embargo, algo así no sería ni divertido ni coherente. Por lo que en su lugar tenemos unos sistemas de combate y conducción en los que recibir un disparo de escopeta (en nivel de dificultad normal) o chocarse con el coche a mucha velocidad suponen una muerte instantánea, algo que encaja perfectamente con el guión de mafiosos que nos están intentando contar. Evidentemente esto hace que no podamos correr hacia los enemigos para atizarles como si estuviésemos en Red Faction Guerrilla, lo que en mi opinión no sólo es bueno, sino necesario para mantener la cohesión dentro del juego.

También es cierto que no todo son flores en el campo de la jugabilidad para Mafia II. Hay algunos detalles, como es la excesiva carga de conducción que tenemos que aguantar en cada misión, que son muy mejorables. Tener que volver a casa después de cumplir un objetivo es divertido la primera vez y si estamos cerca. Pero cuando es la cuarta vez que estamos haciendo el camino de volver a casa con el único objetivo de meternos en la cama y pasar al siguiente capítulo… como que terminas hasta los mismísimos cojones. Más aún si tenemos en cuenta que, dentro de la coherencia de esta Nueva York de mediados de siglo, habrá tramos en los que debamos ir a cuarenta kilómetros por hora si no queremos empezar una persecución con la policía. Aunque todo sea dicho, es bastante fácil darles esquinazo.

Más importante que el excelente sistema de disparos y cobertura, es el diseño de las misiones en las que tendremos que utilizarlos. Los tiroteos, salvo en contadas excepciones, no resultan tan forzados como en otros videojuegos, en los que se nota el calzador a la hora de meter escenas de acción. Además, los enemigos, de los que por cierto también he escuchado quejas, tienen una inteligencia artificial mucho más que aceptable. La mayoría de ellos sólo se asomará para descargar su arma contra tu posición y volver rápido a la cobertura, por lo que impactarles será difícil si no tenemos buena puntería. Claro que en la mayor parte de las misiones con tiroteos contaremos con la ayuda de nuestro inseparable amigo Joe Barbaro, que normalmente nos sacará las castañas del fuego si las cosas se ponen especialmente feas. Mención especial para una misión que compartiremos con él, en la que… bueno, sólo diré que está a la altura de la misión del atraco al banco de Kane & Lynch, no sea que le «espoilee» algo a alguien.

La versión para PC tiene unos cuantos detalles que vale la pena puntualizar para todos aquellos interesados. En primer lugar, el juego está muy bien optimizado. Eso no sólo incluye una buena tasa de cuadros por segundo constante y unos gráficos bastante más impresionantes que en consola, sino unos tiempos de carga sorprendentemente rápidos, y un manejo con teclado y ratón sencillamente perfecto (mucho más cómodo que el de GTAIV, por ejemplo). Tiene, eso sí, un bug muy curioso que provoca que la pantalla se oscurezca al salir del juego. Por suerte solucionarlo es tan fácil como presionar ctrl+alt+supr y darle a cancelar.

Mafia II es un digno sucesor de la primera entrega, un juego excelente, y una experiencia memorable. Decir que su historia y sus personajes están a la altura de las grandes producciones cinematográficas del género puede sonar precipitado y hasta arriesgado, pero oye, he terminado la carrera de Comunicación Audiovisual y he visto más películas de las que caben en la filmoteca de mi antigua facultad, así que me puedo permitir correr el riesgo.

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