Análisis: Pix'n Love Rush

Escrito por en Análisis - 1 agosto, 2010

Hubo un tiempo en que los videojuegos eran más sencillos. No tenían complicadas historias metidas con calzador, ni tutoriales «in-game» de diez minutos, ni siquiera gráficos apabullantes con los que tapar sus miserias. Eran buenos tiempos para los plataformas, un género que apenas sobrevive gracias a Nintendo y unos cuantos desarrolladores independientes enamorados de la simpleza de la jugabilidad. Pix’n Love Rush, descendiente directo de esta época antigua y olvidada por la mayoría, recoge el testigo de los plataformas clásicos y los lleva un paso más adelante en la, cada día más gloriosa, portátil de Apple.

Pix’n Love Rush es sobresaliente en todos y cada uno de sus apartados. El primero de ellos y posiblemente el más llamativo (no en vano es lo que me llamó la atención y me hizo comprarlo) es el gráfico, que va cambiando radicalmente cada vez que encadenamos un combo lo suficientemente largo. Así, a medida que sumamos puntos iremos viendo como nuestro iPhone se transforma en una Gameboy, un Game & Watch, un Virtual Boy, una recreativa clásica, un televisor de tubo antiguo o un Radar de barco. Todo ello en tiempo real y mientras hacemos lo único que tendremos que hacer en todo el juego: saltar de un lado a otro recogiendo píldoras, disparar a los enemigos, y obtener la puntuación más alta posible.

El segundo apartado digno de mención es el sonoro, que en Pix’n Love Rush es una auténtica delicia. La música, siempre a juego con el estilo visual en el que estemos en cada momento, se va adaptando perfectamente a la situación. De esta forma, mientras que en los primeros niveles la música es bastante relajada, a medida que vamos aumentando nuestra puntuación y acercándonos a la recta final de la partida esta se volverá tan frenética como la propia fase en la que nos encontremos enfrascado, que eso sí, a veces resultan jodidamente inmisericordes. Nótese que a mi todo el rollo de la banda sonora me suele importar bien poco (soy de los que juega al Counter Strike escuchando la radio). Pero con este juego, como con otros pocos al estilo de Braid o King’s Bounty, me he llegado a poner los cascos para escuchar mejor la música. TRU STORY.

AWESOME

Con esto llegamos al tercer, último y más glorioso de los tres apartados de Pix’n Rush: su jugabilidad. Su sencilla, divertida y adictiva jugabilidad, que consiste básicamente en superar una serie de pequeñas fases de no más de veinte segundos cada una, en las que tendremos que recoger todas las píldoras con símbolos positivos, mientras esquivamos las negativas, y matamos a los murciélagos con nuestro disparo-escupitajo, teniendo cuidado eso sí, de que el salivazo no nos caiga encima, porque nos hará daño. La gracia está en que cada vez que cojamos una píldora positiva o matemos un murciélago aumentaremos nuestro combo, lo que nos reportará más puntos; mientras que si por accidente tocamos una píldora negativa o un murciélago, nos disparamos a nosotros mismos, o simplemente nos caemos, perderemos gran parte del bonificador. Simple, fácil de comprender y endiabladamente adictivo.

Dentro de este mismo concepto de jugabilidad tenemos a nuestra disposición dos modalidades distintas: la normal, que consiste en conseguir el mayor número de puntos posible durante un periodo de tiempo de cinco minutos; y la infinita, que es prácticamente idéntica a la anterior pero sin límite de tiempo. De esta forma, en la prueba de cinco minutos tendremos que superar unas quince fases seguidas (fase arriba fase abajo), que para mayor regocijo del jugador siempre son aleatorias. No sé si el juego tiene una batería de cien pantallas que te va soltando en distintos órdenes o si las crea sobre la marcha «‘a la» Diablo, pero el caso es que tras innumerables partidas creo que sigo viendo escenarios nuevos. Además, si conseguimos completar una pantalla entera recogiendo todos los símbolos positivos, matando a todos los murciélagos y no sufriendo ningún daño, conseguiremos un bonificador cojonudo… y probablemente algún que otro logro chungo (¡sí, «achievement whores», también hay logros!)

Para terminar sólo puedo recomendar encarecidamente un juego que cuesta 0,80€ y ofrece una de las experiencias más directamente gratificantes que he tenido el placer de disfrutar este año. Porque sí, juegos como Mass Effect 2 o Just Cause 2 (mi GOTY) podrán ser mejores a la larga, pero en carreras de velocidad de cinco minutos Pix’n Love Rush es imbatible.

Mercadillo Ilustre Vol. 59

Truckers Delight de gratis