Análisis: Ghosts'n Goblins Golden Knights

Escrito por en Análisis - 11 julio, 2010

Dejémoslo claro desde el principio, esto no es un Ghosts’n Goblins de los de toda la vida. Ghosts’n Goblins Golden Knights no es el título que te las hizo pasar putas en Super Nintendo hace veinte años. Esto es un juego de iPhone, para gente que compra software a ochenta céntimos de euro y se vicia en el tren mientras observa una limpísima pantalla a través de sus gafas de pasta. Esto es, aunque la frase suena absolutamente incoherente: un Ghosts’n Goblins para «casuals». Sí, habéis leído bien, para «casuals». Quiera decir eso lo que quiera decir.

Pero tranquilos que eso no es necesariamente malo. De hecho gracias a una drástica reducción de la dificultad este Ghosts’n Goblins Golden Knights resulta de lo más disfrutable. Cierto es que eso de aguantar varios golpes sin perder la armadura le quita algo de ese encanto sadomasoquista que tenía el clásico de Nintendo, en el que dos tristes impactos terminaban con tus huesos en el suelo (literalmente). Pero más cierto aún es que tanto yo, como la mayoría de usuarios de iPhone y iPod Touch, preferimos sacrificar todo ese encanto en favor de algo más de diversión, que al fin y al cabo es lo que ofrece el notable aumento en la barra de vida y los múltiples ataques especiales que podremos realizar con cada arma.

Sin embargo, entre la reducción de la dificultad y que el juego es un poco corto, lo más probable es que lo hayamos terminado en no más de dos horas. Dos horas tras las que el único incentivo para volver a jugarlo será utilizar al segundo personaje, Lancelot, que a nivel jugable es exactamente idéntico a Arturo salvo por unos cuantos detalles prácticamente imperceptibles (básicamente les cambia el color de las armas y armadura). Claro que siempre podemos intentar el «boxers mode», pero como podréis intuir por el nombre, completar el juego en calzoncillos sin recibir ningún golpe ni siquiera por parte de los jefes finales se antoja un poco complicado para el jugador poco habituado a tales desafíos… que es precisamente el público habitual de iPhone.

A medio camino entre el modo de juego normal y el «boxers mode» tendremos el modo difícil, que honestamente no es especialmente difícil. De hecho me atrevería a decir que si queréis disfrutar de verdad comencéis directamente por él, al menos os matarán un par de veces en cada uno de los seis niveles y tendréis la sensación de haber superado un reto. Aunque eso sí, la causa de muerte habitual sin importar el nivel de dificultad en el que se esté jugando es la caída por un barranco. Un destino igual de inmisericorde para aquellos que llevan la armadura inmaculada que para los que van en calzoncillos. El motivo es que el salto no es todo lo preciso que podría desearse. Para que os hagáis una idea, en mi partida en «hard mode» me mataron dos veces los jefazos y unas diez los barrancos. ¡Los despiadados barrancos!

En el apartado más intrascendente de este plataformas, el técnico, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, soy de los que sigue prefiriendo píxeles para juegos de este estilo. Y tras haberme terminado el Earth Worm Jim de iPhone, con sus suculentos y fluidos gráficos pixelados, mi posición no ha hecho más que reforzarse. Pero por otro lado reconozco que el conjunto estético formado por unos polígonos bastante reguleros le sienta muy bien y le dan un aire de título de lanzamiento de PSX encantador.

Resumiendo, este Ghosts’n Goblins Golden Knights es un buen juego que no recordaréis al mes siguiente de haber terminado, pero que posiblemente os brinde un par de horas de diversión bastante majas sentados en el retrete (ahí es donde me cargué yo al jefe final). Así que si por casualidad os sobran ochenta céntimos de euro y tenéis un iPod Touch o un iPhone no lo dudéis, al final os gustará más o menos, pero en la relación calidad precio saldréis ganando seguro. Y ahora venga, todos a prepararse para ver la final del mundial, que no sé ni que demonios hago yo escribiendo esto.

¡Sí, joder, sí! x2

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